Y el viernes, el día que llegué, fue un no parar: nada más llegar, me encontré con la señora de la casa con la que estuve hablando un rato y subió a darme un poco de comida porque pensó que tendría hambre (y la tenía). Medio deshaciendo la maleta, llegó Sara así que estuvimos hablando y estuve ayudándola porque ese día celebraba su cumpleaños. Comimos, estuvimos pelando patatas para las tortillas que iba a hacer y me fui a la lavandería. Llegué de la lavandería y me encontré a Sara más agobiada así que solté las cosas y estuvimos en la cocina. Una vez terminado, skype y hablando con mis padres recibo un mensaje de Berta para vernos (se vino a pasar el fin de semana aquí con dos de sus compañeras de piso). Así que colgué por el skype, me duché y "corriendo" a buscarlas para que Berta dejara la maleta en casa. Y digo "corriendo" porque llegué del viaje cojita.
Imaginaos cómo dejé la habitación: maleta a medio deshacer con cosas por fuera, la ropa de la lavandería por la cama sin doblar y en las bolsas aún...
En el tranvía: Ana, Berta, Irene y yo. |
Fui a recoger a Berta y sus amigas, dejó aquí la maleta y nos fuimos al centro. Les enseñé el grandioso Delirium y cenamos en la friterie de al lado de la Bourse unas frites.
Al día siguiente ellas se fueron a Gante y Amberes pero yo me quedé en casa de reposo y ordenando todas las cosas. Cuando llegaron de sus excursiones, fuimos al Metteko y volvimos a cenar en la friterie, esta vez una mitraillette. Para los que no lo sepáis, es otro plato "típico" de aquí: un bocata con patatas fritas, salsa, un poco de lechuga y a elegir hamburguesa, salchicha o salchicha blanca.
El domingo se fueron a Lovaina y yo me quedé en casa de nuevo. Por la tarde, ¡Ire vino a visitarme! Y poco más ya que al día siguiente empezaban las clases...
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