domingo, 15 de abril de 2012

Dimanche: nueva lavandería.

Domingo: día de tareas caseras. El domingo por la tarde la casa y las habitaciones  están relucientes, cosa que se va agravando a lo largo de la semana...
Así que por la mañana tocó arreglar la habitación, limpiarla, limpiar el baño e ir a la lavandería. Sara también tenía que ir así q fuimos juntas. Bajamos a la lavandería de siempre pero estaba muy llena así que probamos en otra lavandería en nuestra calle que descubrimos un día andando. Nos pasamos allí cerca de dos horas porque tuvimos que esperar en la zona de las secadoras... pero teníamos taanto que lavar: dos lavadoras cada una.



Al menos íbamos acompañadas. Llegamos a casa, nos pusimos a cocinar a ritmo de canciones de Sonrisas y Lágrimas y a prepararnos para enfrentarnos al lunes.

Samedi: Centro centro centro.

El sábado me desperté y fui para el centro donde me esperaba Sara. Comimos juntas por allí y nos pusimos manos a la obra a ver tiendas y a dar vueltas por allí. Entramos en una tienda que me encanta de cosas de plata pero carííííísima, otra que descubrió Sara de vestidos muy bonitos donde nos probamos cada una como seis distintos, en Springfield donde me compré un vestido y una rebeca muy chulas, llevé a Sara a una de las librerías británicas... vamos, que salimos de casa a mediodía y llegamos a las ocho de la tarde.



Vendredi: et le printemps arriva à Bruxelles!

El viernes me desperté con una sorpresa... ¡¡había transporte público!! Creo que Bélgica se quiere llevar el Record Guinness en todo lo que sea "estar sin gobierno/sin transporte público..." ¿qué será lo próximo? ¿Sin supermercados abiertos? 
En fin, con la costumbre de estos días atrás, me fui andando hasta el centro a casa de Jorge, donde había quedado con él y Paula para ir al Château de Grand-Bigard a las afueras de Bruselas. Lo abren una vez al año durante un mes para una exposición de flores en primavera. 
El castillo está realmente a las afueras de Bruselas: cogimos el metro hasta la última estación, luego un tranvía hasta la última estación, donde nos bajamos y nos topamos con VACAS. Sí señores, ¡vacas! Y finalmente, seguimos los carteles del castillo como Follow the yellow brick road. El barrio era flamenco, con unas casas enormes de películas americanas, una zona muy tranquila, muy de abuelos. 
Llegamos al castillo y sorpresa: ¡costaba 9 euros entrar! Pero bueno, los pagamos y entramos en un cuento de primavera. Os pongo algunas fotos:





Podíamos comprar los vulvos por el "módico" precio de seis euros y había muchas abuelitas paseándose por allí. En fin, fue muy bonito, nos gustó mucho. Además, ¡olía tan bien en algunas zonas...!
Teníamos una especie de mapita para seguir en el que salía una zona que era "el laberinto": llegamos imaginándonos el laberinto de Alicia, ya que Jorge reconocía todas las flores de Alicia, pero cual fue nuestra sorpresa al ver que el laberinto era simplemente una especie de "collage" de flores puestas dando el pego de laberinto. 
A lo tonto nos pasamos toda la mañana allí, volvimos al centro y me iba a comer con ellos a casa de Paula pero me quedé por el centro dando una vuelta. Hice un poco de compra en el Carrefour y volví a casa. 
Por la noche iba a salir con ellos pero me quedé con Sara en casa cenando y hablando un buen rato.

sábado, 14 de abril de 2012

Jeudi: Cinematek's power.



El jueves nos despertamos con Pau que se iba a trabajar. Lo primero que hizo fue ver sus lentejas que ha plantado en algodón como cuando éramos pequeños. Está taan orgulloso de ellas. La diferencia con él fue que él se vistió y se fue a trabajar y nosotras seguimos durmiendo. Nos despertamos un poco más tarde, desayunamos y estuvimos recogiendo la casa. Vimos que seguíamos sin transporte público (funcionaban pocas líneas y con muy poca frecuencia) así que me tuve que volver de nuevo andando a casa. 
Iba a ir a la exposición de fotos de Stanley Kubrick con Paula y Jorge pero no me dio tiempo, así que me duché y comí tranquilamente en casa. Vi que en la Cinematek proyectaban Un toque de canela seguida de The Letter de Bette Davis, por lo que decidí ir para allá. Fue una tarde muy cinéfila en la que me encontré a Pilar y Carlos que iba a ver también The letter.
Salí por la noche de allí y seguían sin haber transportes ¿pero esto es broma?

Mercredi: La broma de los transportes ya no tiene gracia.

El miércoles me desperté y me fui andando hacia el Museo de Bellas Artes, de nuevo andando porque seguíamos sin transporte, donde había quedado con Irene y Cristina. En el camino vi algún autobús suelto, lo que hizo que me pusiera muy nerviosa.
Decidimos entrar en el Museo Magritte, tras liar mucho al dependiente con las entradas, caracterizado por lo pesados que son con los bolsos/abrigos y que parece que vas a bajar a la cámara de Harry Potter de Gringotts, en vez de entrar en un museo. Pasamos los controles, con un momento de retrasados: Cris llevaba su paraguas pequeño en la mano y no le dejaban pasar, querían que lo dejara en el guardarropa. Les dije que si lo podía guardar en mi bolso, que cabía y aceptaron (la estupidez humana no tiene límites: si quiero romper un cuadro no tengo nada más que abrir el bolso y volver a sacar el paraguas). Nos montamos en el ascensor, y cuando empezamos a ver el museo, nos mandaron hacia atrás porque llevábamos las chaquetas en las manos y no atadas al cuerpo. Volvimos a bajar por el ascensor cual gyncana, muertas de la risa ya que los securatas se advertían por los walkie talkies de que íbamos a ir a dejar las chaquetas. Una vez con todo correcto, continuamos viendo el museo y decidí colgarme mi super bolso de Turquía como mochila, ya que tiene esa opción. Pues bien, al momentito se me acercó otro securata pidiéndome que por favor lo llevara cogido con la mano, pegado al cuerpo o que lo bajara al guardarropa. Como os podéis imaginar, el resto de la visita la pasamos en tensión cada vez que veíamos a uno de los de seguridad. Terminamos y nos fuimos a la tienda de souvenires, donde hay un montón de cosas curiosas (después de comernos el coco intentando averiguar el significado de sus cuadros, viene bien ver juegos para niños en los que se explica qué es el surrealismo).
Salimos del museo y... ¡Sol! Se veía la ciudad con un color y una claridad preciosas. Fuimos a comer a un tailandés al lado de la Bourse en el que los platos costaban 8.50 pero había una cantidad de comida... impresionante. Tanto que nos llevamos un tupper para la cena con lo que sobró. A destacar el pavo sin sentido que nos entró a las tres comiendo.
Después de comer, fuimos por la Rue Neuve y esperamos a Pau, que salió antes del Parlamento. Ya todos juntos dimos un paseo por el centro, pasamos por Paul (cadena de boulangerie rica y cara) en donde nos compramos todos algo (descubrí que sus milhojas de chocolate están ricas de nivel lagrimón) y llegamos a la Grand Place.


Felices y contentos tras salir de Paul.

Fuimos andando hasta la zona del Sablón, donde les llevé al café de los surrealistas y nos pasamos allí el resto de la tarde, entre risas e historias. Decidí quedarme en casa de Irene a dormir para pasar más tiempo con ellos, y porque funcionaba un autobús hacia su casa, pero no a mi barrio. Nos dimos cuenta cuando nos montamos en él (tras esperar bastante tiempo) de que íbamos por la zona del centro ¡escoltados por la policía!
Ya en casa de Ire cenamos distintas cosas (Pau se tomó sus lentejas "que podrían pasar por unas de la abue o de nuestras madres") y estuvimos tumbados en las camas hablando, contándonos historias, enseñándonos vídeos... ¡muy buen día!

viernes, 13 de abril de 2012

Mardi: seguimos sin transportes.

El martes nos despertamos en casa de Jorge imaginándonos cómo íbamos a llegar a casa cómodamente en el autobús. No contábamos con que la STIB no contaba con ello. Seguíamos en huelga sin ningún transporte. En estos momentos te das cuenta de las diferencias entre valones y flamencos dentro de la misma Bruselas porque, la compañía de autobuses flamenca ha seguido funcionando con normalidad. 
Porque en mi barrio las estatuas tienen personalidad.


En fin, paseíto mañanero hasta casa. Me pasé antes por el Carrefour para comprar cosas, llegué a casa y me duché. Había quedado con Irene para comer y decidimos ir a nuestro africano del Matongé. El barrio está al lado de casa de Ire así que me miré el recorrido pensando que iba a tardar casi una hora. Llevaba el bolso lleno de cosas, por si me veía en la obligación de tener que acampar en algún momento, pero al final resultó ser cuarenta y pico de minutos, no estaba tan mal.
Comimos en nuestro africano muy tranquilas lo de siempre: Mafe (pollo con salsa de cacahuete y arroz) para ella y Moambe (pollo con salsa de aceite de palmito y arroz) para mi. Hicimos una sobremesa laarga y nos fuimos paseando hasta la plaza Fernand Cocq donde nos metimos en un café "Sucré Salé" muy de abuelas pero muy bonito. En la plaza había un grand mejillón. Lo explico: como éste es el año de la gourmandise (Bruxedelicious) han puesto esculturas "modennas" de la comida típica (coles de Bruselas, frites, cervezas y moules, no se puede esperar mucho más). En realidad, el mejillón de la plaza era naranja y la cáscara era como una cazuela.
Al lado del Palacio Real hay esto, por ejemplo. Un cartucho de frites con piernas de personas representando las patatas fritas.
Bueno, volviendo a lo nuestro, nos fuimos a su casa tras investigar si había transporte público o no (negativo) y nos pasamos el resto de la tarde tumbadas en la cama escuchando música. Llegó Pau de trabajar, me quedé un rato y me fui andando dando un paseo hasta casa, que esta vez tardé menos que antes (se notaba que era cuesta abajo).
Llegué a casa, cené con Sara y me acosté ya que al día siguiente iba a quedar por la mañana con Ire y Cristina, una amiga suya, para hacer un poco de turismo o dar un paseo (deseando que hubiera transporte público).

jueves, 12 de abril de 2012

Lundi: Jeu de Balle et Titanic.

Viendo fotos antiguas en Jeu de Balle.
El domingo le escribí a Paula para que me avisara cuando llegara de Munich y coincidió que volvió ese mismo día así que quedamos a la mañana siguiente para ir a la zona de Marolles al mercadillo de Jeu de Balle con ella y Jorge. Fui dando un paseo, por supuesto, ya que seguíamos sin transporte público. Estuvimos toda la mañana viendo las cosas que hay allí, me encanta esa zona, siempre lo diré. Y... entre todas las cosas, ¿a qué no sabéis que me encontré? ¡Mirad!: 

Después de toquetear todo lo que veíamos, nos íbamos a tomar algo por allí pero el cielo estaba cada vez más y más negro, así que sin transporte público ni paraguas, decidimos volver. Y claro, antes de llegar nos cayó a cada uno una buena por la calle. El resultado fue llegar a casa chorreando con el rimel corrido, pelo como recién sacado de la ducha... 
Tras una ducha calentita y una comida, volvimos a salir Paula y yo para ir a tomar un café/té/chocolat chaud que nos costó un montón encontrar... Ya que casi todas las cafeterías estaban cerradas por que era lunes de Pascua y era tarde. La ciudad estaba durante esos días vacía entre la lluvia, las vacaciones y el poco transporte público. Daba pena ver a los pocos guiris por algunas partes de la ciudad bajo la lluvia, con los mapas... 
Conseguimos un bar/café por De Brouckère y después fuimos a recoger a Jorge y nos metimos en el cine para ver Titanic en 3D. ¡Qué mítico ver Titanic en el cine! Estábamos los tres muy contentos por verla. Salimos y como era tarde (últimamente me trago películas que duran medio día) y no había transporte, nos quedamos en casa de Jorge a dormir. Estuvimos allí muy bien, riéndonos mucho y deseando que el martes cuando nos despertáramos nos pudiéramos volver a casa en autobús de una vez.

Samedi et Dimanche: Gone with the wind.

El sábado iba a ir a los museos que estaban cerrados el jueves y cuando me iba a preparar el recorrido... sorpresa: habían matado a un controlador de la STIB, los transportes públicos valones, así que habían paralizado la ciudad sin transporte público. Encima llovía. Me dio mucha pereza e hice un día de Santa Bata en casa. 


El domingo me levanté con idea de que hubiera transporte público para irme a casa de Pau e Ire a comer lentejas (Pau se está volviendo un cocinitas poco a poco) pero seguíamos sin transporte público y llovía. Vi el recorrido por internet y era casi una hora. Sin planes y cabreada porque no podía hacer nada por la lluvia y sin transporte, miré que echaban en la Cinematek y me encontré con una grata sorpresa: ¡¡LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ!! 
¡Siiiii! Así que por la tarde me fui dando un paseo hasta allí. Me encantó ir al cine a ver la película porque todo el que iba era porque ya la conocía y quería volver a verla por lo que se notaba la atmósfera de felicidad y amor a la peli. De hecho, cuando salió Clark Gable pasó como me contó mi madre cuando fue al cine a verla. Se oyó un "Ohh". Y la gente se reía mucho con las cosas en las que nos reímos en casa y bueno, es siempre bonito ver pelis tan míticas en el cine de nuevo (o por primera vez en mi caso). Al terminar hubo aplausos y todos salimos muy contentos. Y, por supuesto como todas las veces que veo la peli, me entraron ganas de leerme el libro.
Me volví dando un paseo, porque no había transportes aún, pero contenta con la sensación que deja la película.

Jeudi et vendredi: Fnac, mon amour.

El jueves fue un gran día de pereza por la mañana: no me levanté de la cama hasta cerca de las tres de la tarde. Me desperté bastante antes pero no tenía nada que hacer, me puse a leer, a ver Cuéntame (porque estoy enganchadísima). Cuando me di cuenta de la hora que era, me dio un poco vergüenza así que me levanté, recogí, me hice de comer, me duché y salí a darme una vuelta por la Fnac porque llevaba un tiempo queriendo ver la peli Across the universe así que pensé que si la encontraba y estaba barata, me la compraba. Pues como por arte de magia, en la zona de pelis baratas, la primera que se veía, que no estaba en su sitio ni nada, era esa. La cogí y seguí dándome una vuelta por los libros. Me veo este verano a la vuelta con una maleta sólo para libros... ¡qué peligro!
Me fui porque cerraban la Fnac y me echaban pero antes de volver a casa me pasé por el Carrefour a comprar alimentos para estos días.
Por la noche, obviamente, vi la película que me gustó mucho.


Al día siguiente, estuve también por la mañana en casa y por la tarde me fui a casa de Ire y Pau a una tarde de Colacaos y que me contaran el viaje a París, ya que acababan de llegar. Pasamos típica tarde de vagos, me iba a quedar a cenar pero sabía que eso iba a significar quedarme a dormir así que decidí venirme para casa y cené con Sara.

Mercredi: día de cine.

El miércoles me desperté y me quedé bastante tiempo por casa vagueando. Estaba decidiendo a qué museo iba, ya que los primeros miércoles de cada mes son gratis, pero no me aclaraba y cuando parecía tenerlo todo bien, me di cuenta de que había elegido los museos que sólo abren los fines de semana... BIEN.


Al final me fui hacia Saint-Gilles para ir al Museo Horta pero llegué un cuarto de hora antes de que lo cerraran. BIEN. Pero bueno, me estuve paseando por Saint-Gilles y sus tiendas y me fui paseando por Louise (entré en una tienda de juguetes para niños ricos en la que había un peluche de Goofy que costaba 195euros) hasta llegar a Porte de Namur. Miré la cartelera y me metí en el cine a ver My week with Marilyn, que me gustó mucho.



jueves, 5 de abril de 2012

Dimanche, Lundi et Mardi.

El domingo me lo pasé en casa sin mucho qué hacer, sólo que nos dimos Sara y yo un paseo por el barrio después de comer, que hacía mucho sol y estaba todo el mundo en los parques. 


El lunes por la mañana me fui para el centro por la mañana y atraqué Hema. Esa tienda es un peligro para las mujeres... tiene de todo, y barato. Compré muchas cosas de viaje y ¡una mona de pascua! 

Por la tarde di otro paseo con Sara por la tarde y luego Skype con los progenitores.                

El martes poca cosa nueva, fui con Sara por la tarde al cine a ver The Best Exotic Marigold Hotel, ¡que está genial! Cenamos del Quick una hamburguesa con salsa Andalouse (ñam ñam) que nos tomamos en casa.

Samedi: Luxemburg.

El sábado a 7h30 teníamos rendez-vous en la ULB para ir a ¡Luxemburgo! Antes de llegar paramos en Vianden para ver el castillo. Nos encontramos con la sorpresa de que Max, Malya y Frédéric venían también, así que nos pasamos un día muy québécois, ¡qué nos reímos con ellos! A lo tonto nos pasamos casi toda la mañana en el autobús, porque el autobús se desvió por en medio del campo, literalmente, así que llegamos a Luxemburgo casi a las tres de la tarde. Imaginaos a los québécois medio agonizando, ya que ellos comen a mediodía. 
Dimos una vuelta por la ciudad, lo que dio tiempo, riéndonos mucho, hacía tiempo que no escuchábamos durante tanto tiempo su acento.
Volvimos en el bus, que se iba a la hora y tuvo que volver ya que se dejó a unas veinte personas, escuchando a Bebe con el paisaje de la tarde, y organizando visitas el año que viene a Barcelona y a Sevilla cada poco tiempo.
En fin, un día muy bueno pero acabamos bastante cansados después de la paliza.

Jeudi et Vendredi.

El jueves fui para clase y... ¡sorpresa! Salimos una hora antes porque acabamos el tema y como son vacaciones, mejor no empezar un tema nuevo. Vamos, que el profesor no tendría ganas...
Vine para casa y fui para la lavandería a lavar los últimos restos de las compañeras. Después de comer, me puse a hacer cosas y poco más.


El viernes por la mañana preparando las cosas para irme a trabajar pero no encontraba el libro que me estaba leyendo... EFECTIVAMENTE, lo he perdido. ¿¡Pero qué me pasa últimamente?! Terrible... Creo que me lo dejé en la lavandería así que salí corriendo a la lavandería antes del trabajo, ya que en mi barrio la gente no tiene mucha pinta de llevarse libros, pero no estaba allí. El marcapáginas era una postal de Bruselas que me compré aquí muy bonita, lo bueno es que todo es recuperable, sobretodo el libro que estaba bastante enganchada, pero da coraje. En dos semanas dos cosas importantes perdidas, ¿qué será lo próximo?
En el trabajo estuvimos muy bien. Nos pasamos gran parte del día Wim, Daniel, Sara y yo, y al final del día, la jefa me llamó para ir a hablar con ella, ya que era el último día. Me dijo que puede que me vuelvan a llamar en mayo para seguir haciendo cosas, pero que no es seguro (por temas de presupuesto que me he enterado por Sara). Aunque está bien, ya que han debido de terminar contentos porque le gustaría repetir. Daniel estuvo muy lindo (me he dado cuenta de que me recuerda en algo al primo Juan) y dijo que le avisáramos Sara y yo algún día para vernos.
Salimos del trabajo, vine para casa a ducharme y prepararme porque me iba a casa de Ire a cenar, ya que al día siguiente ¡nos íbamos a Luxemburgo! Cenamos Pau, ella y yo una fondue en la que sucamos pan y salchichas.Nos pasamos la noche riéndonos con el tema Paul McCartney, William Campbell y temas varios.
Pau enseñando la Fondue del Delhaize.

domingo, 1 de abril de 2012

Mercredi.

El miércoles fuimos a trabajar por la mañana y me pasé gran parte de la mañana sin nada que hacer porque la jefa se fue a una reunión, no volvió hasta más tarde de lo previsto y yo terminé antes de lo previsto. Así que me puse a mirarme los apuntes de la clase que tenía después.
Me fui para clase y al salir me quedé en la biblioteca con Irene. ¡Y la biblioteca estaba llena! Belgas intensos... desde el primer día en ella. Nos costó encontrar sitio porque en los libres juntos, daba el sol muy fuerte (sí sí, el SOL). Me encontré allí a Alessio y nos estuvimos riendo un rato porque tenía una exposición al día siguiente y su preocupación era que la otra vez que hizo una, la gente no sabía si tomárselo en serio o no. Es que es la típica persona con la que te ríes siempre.
Terminamos la tarde de estudio y nos fuimos dando un paseo hasta Flagey con Paula, a la que nos encontramos, para tomarnos unas frites (antojo de frites). Llegué a casa por la noche para tomarme algo y acostarme, que al día siguiente era el último de clase antes de las vacaciones.

Mardi: le soleeil.

El martes me quedé dormida y antes de ir a clase, quedé con Ire para comer en Les Étangs d'Ixelles al sol, ¡se estaba muy bien! De hecho, tuvimos hasta calor al sol, lo bueno es que de vez en cuando nos llegaban algunas gotitas. Nos tumbamos un rato al sol y vimos como un belga se metía en el lago, hasta la mitad y se subió en la "fuente" que hay en medio.Y después, descubrí lo que será la perdición del verano en Bruselas: ¡¡el helado de speculoos!! Nos lo tomamos en la Place Flagey en el sitio donde van todos los belgas.
Por cierto, al llegar a la facultad, tuve uno de esos momentos en los que si hubiera salido realmente bien, hubiera sido escena de película americana: me bajé del tranvía y en la parada faltaba un cristal que se habría roto, no levanté del todo el pié y me comí parte de la base. Así que ahí iba Martu evitando un gran jardazo con varios pasos que iban progresivamente más al suelo... No sé cómo no me caí al final, de verdad. Mi reacción fue mi famoso "Uhhh!" y me puse a reírme ya que había gente medio riéndose también. Porque no me podía tropezar en otro sitio si no es en la puerta del campus de la universidad con todo el mundo delante.
Luego a casa a hacer cosas de la universidad muy descansada.

Lundi: La marcha de las compañeras!

El lunes nos despertamos medio zombies las tres con Sara a la vez y nos preparamos para ir juntas hasta Schuman donde Sara y yo nos quedaríamos a trabajar y ellas verían el Parque del Cinquentenaire y desayunarían con Pau en el Parlamento Europeo.
En Brujas.
La mañana en el trabajo fue bien, seguí pasando datos y mensajeándome con las compañeras antes de que se fueran.
Después, a clase medio zombie (porque la noche anterior al final dormimos unas cinco horas). Ese día hacía mucho sol y en la universidad, aún no sé porqué, había una especie de festival. Conclusión: mi universidad se transformó en un campus americano. De hecho, en clase de inglés había momentos en los que teníamos que elevar la voz porque la música no nos dejaba oír bien. Menos mal que el profesor de inglés también estaba cansado e hizo la clase tranquila... 
Salí de clase y a casa a recoger el camping de las compañeras, a hacer cosas de la universidad y ¡a dormir rápidamente!

Dimanche: Gent et Brugge.

... Y más chulas que nadie, el sábado nos quedamos recuperando fuerzas ya que el plan del domingo iba a ser un poco locura.
Cogimos el tren de 10h20 dirección Gante que, por cierto, parecía que estaba reservado a españoles porque es lo único que había. Llegamos a Gante y cogimos el tranvía hasta el centro donde buscamos una oficina de Turismo para coger un mapa y ver qué recorrido podíamos hacer. En el camino nos topamos con una boulangerie que olía tan impresionantemente bien y era taan bonita, que nos paramos a comprarnos algo. Con nuestro mapita y listas, nos tomamos un café/chocolate caliente y nos pusimos en marcha. Tenía muchas ganas de volver a Gante, ya que fui una vez hace... ¿cinco años? Y me encantó, de hecho mucha más que la otra que fui (tenía la fiebre de Brujas). Estuvimos paseando en lo que parecía la novela de los Tres Mosqueteros y comimos en el Quick (el McDonalds belga).




Nos gustó mucho mucho mucho mucho Gante. La catedral es muy bonita, y vimos la copia del políptico de Van Eyck. Para ver el verdadero teníamos que pagar cuatro euros pero, en una de las capillas de la catedral había una copia exactamente igual así que nos conformamos con ella. 
Después de comer, cogimos un tren hacia Brujas. Allí no cogimos mapa sino que nos dedicamos a pasear pasando por los sitios más típicos. Terminamos entonces la tarde paseando por Brujas y anocheciendo nos cogimos un tren hasta Bruselas. 
Aquí cenamos unas frites y quedamos con Pau e Ire para ir al Delirium a tomar algo. A todo esto, eran las elecciones andaluzas así que estábamos pendientes de los móviles porque nos iban informando paso a paso de lo que iba pasando. Y ¡bieeen! Andalucía se resistió a la fiebre azul. 
En fin, nos lo pasamos muy bien y nos reímos mucho juntas, como siempre. 
Volvimos en el último autobús en casa, ellas hicieron las maletas, momento de pasarnos fotos, música... y a acostarnos hasta el día siguiente.