miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mercredi. À la recherche des librairies et du chocolat gratuit.

Así pues, el miércoles me desperté, recogí el cuarto, desayuné tranquilamente... etc ¡y me fui para la facultad a dar mi primera clase de portugués!
Esperando al tranvía me llamó Gemma para ir a cenar con ellos esta noche. Al colgar, había un señor de habla hispana que me preguntó que porqué estaba en Bruselas, que era muy feo, que hacía mal tiempo y que en España tenía de todo. La manía que tiene la gente de decir lo mismo "baah ¿por qué te vienes a un país como este viniendo de España?". Me apetece cambiar, quiero conocer mundo, quiero ver que hay algo más que España en la vida, y quiero saber qué es el frío, la nieve porque ME GUSTA. ojuuuuuuuuuuuuuuuuu ¡YA!
Llegué y ya están preparando los escenarios para el viernes. El viernes es la Nocturne de la ULB, es decir, a partir de las cinco y media, mi campus de la universidad se transforma en una especie de festival con muchos escenarios y conciertos a la vez. (http://www.nocturneulb.com/) Desde luego que horarios, no los tendrán bien, pero todo a lo que se refiere a fiesta, perfectamente organizado.
Tras dar unas vueltas en un mismo edificio, encontré la clase en la que se daba portugués y en la puerta había dos chavalas. Me acerqué, pregunté si era la clase y me dijeron que sí pero que no había nadie. Nos pasamos un rato esperando y hablando pero nada. Así que decidimos ir a la secretaría a preguntar si nos decían algo, ya que ninguna fuimos a la clase de la semana pasada porque no sabíamos si cogerla o no. En la secretaría nos dijeron que van a cambiar el horario de la clase y ya que ya nos avisarían, así que nos dieron el email del profesor para que le escribiéramos. "¿Perdona?". Me encanta que cambien horarios así porque sí... Y tener que firmar el acuerdo de estudio la semana que viene pero no saber si cogerme o no asignaturas porque aún no se sabe el horario... En fin... Viva la ULB.
Punto positivo: ¡conocí a dos belguitas muy simpáticas! Lilo (o algo así) con familia mexicana y Élise (creo...) de la parte flamenca, que estuvo de Erasmus en Granada y ahora está en Bruselas para ameliorar su francés. Nos intercambiamos nuestros emails para saber la respuesta del profesor, y nos dimos los facebooks para vernos algún día. Toma, toma tomaaa, poco a poco surgen los amigos belgas.
En fin, como al final no tuve clase, me fui al banco a recoger mi tarjeta de crédito y devolver la temporal, y a hacer un par de cosas. Me volví a casa para hacerme la comida y quedé con Maddi para ir por la tarde dando un paseo al centro en busca de librerías bonitas.
Así que eso fue lo que pasó. Nos fuimos dando un paseo al centro (es que realmente, lo tenemos al lado) pasando antes por la Rue Neuve para echar un vistazo a las botas para el invierno calentitas y que resistan a la lluvia. Lluvia que hasta ahora, por cierto, no he visto porque... QUÉ CALOR HACE EN ESTA CIUDAD.
En el centro nos esperaba Anna, que había salido de clase y se vino para allá también. Dimos una vuelta por las chocolaterías porque... hahaha en algunas, al entrar o al mirar, te dan para degustar un poco de chocolate, así que ahí estábamos las tres, haciéndonos las interesadas (que realmente lo estábamos, además, con ese olor a chocolate... en fin...) pero esperando para que nos dieran un poco de chocolate y ... nos dieron. Compré una cajita de bombones para llevar algo esa noche a casa de Gemma (vale, es muy típico pero están ricos y nos gustan a todos) y fuimos en busca de librerías. Al final, como se nos hizo tarde, acabamos en Tropismes, una muy bonita que está en el pasaje (blablabla), donde tienen unas postales preciosas.
De ahí... fuimos a la galería de los "hippies" (Agora) de aquí, donde tienen cosas para los negratas y los canis de aquí, sobretodo. ("I love your style, Madou").


En fin, estuvimos dando una vuelta charlando y eso, y ellas se fueron a la ULB a la proyección de una peli gratis y yo a casa de Gemma y Ángel a cenar con ellos y los niños. Hemos pasado una buena cena y les han gustado los libros que les he regalado. Por cierto, momento gracioso en la librería al preguntar por el libro de "The Guersney society blablablaa" porque, como siempre, no me acordaba del título ni en inglés ni en español. Vi que había una señora que atendía y estaba habladno con un cliente español, en español así que pensé "esta es la mía". Me acerqué y le expliqué el libro, que no me sabía bien el título y le hice un "mélange" del título entre el inglés y español, pero lo conocía. Además, fue muy amable porque me estuvo aconsejando otros libros. ¿Quién dice que los belgas son malajes? Si hasta cuando les cedes el sitio a las señoras en el autobús son agradecidos, no como en España que se ponen las señoras a mirarte fijamente si no les dejas sentarse, o a medio empujarte, o ni te lo agradecen, pero que ni te miran a la cara. Aquí, sin embargo, se desviven en darte las gracias con una sonrisa de oreja a oreja.
Bonita soirée chez Gemma y Ángel y poco más, he vuelto a casa pero Sara estaba ya durmiendo casi así que no la he querido molestar.
Mañana clase de literatura belga, después al centro con Pau, comida con las portuguesas, inauguración de la casa de Antonio y Patri ("fiesta chez eux") seguida de quedada Erasmus en el Salsa Bar. Y pasado... ¡llega mi primera invitada! ¡Marina!
Ahhh y no lo he dicho pero... ¡LA SEMANA QUE VIENE ME VOY A DUBLÍN! Con Marco y Madou. Todo fue muy rápido: ver la oferta, no pensarlo, sacarlo y ¡vámonos que nos vamos!

Bisous et bonne nuit!

Mardi: Jour de la Communauté Française.

El martes amanecí a la una y pico llena de energía y feliz y contenta porque llegaba ¡¡PAU!!
"Desayuné", cogí las bolsas de la ropa sucia y me fui a la lavandería pero... ¡¡NO!! La lavandería de debajo de casa está cerrada. Ya le pasó a Sara el domingo, intenté convencerme de que era porque era domingo... pero no. Así que me tuve que ir a otra que bueno, en vez de a un minuto está a diez, pero no es lo mismo. Ya en el camino me preguntaba cómo lo vamos a hacer cuando esté lloviendo y haga frío para que no se nos moje la ropa... Compraremos un carrito o algo así.
Llegué y en vez de con monedas directamente era con jetons, como si estuvieras jugando a un juego. En fin, entre que salí de casa, llevé la ropa, se lavó, la secadora y tal... se me hizo tardísimo. Volví a casa, me lavé el pelo (brillante que se quedó gracias a la cerveza), comí algo y salí porque había quedado con PAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU.
Quedamos en la Bourse y ahí estaba, con su rebeca nueva (bonitabonita) y al vernos corrimos en modo Sonrisas y lágrimas, nos faltaba que la gente de alrededor se pusiera a cantar y a bailar. Para los que no lo sepais, Pau está aquí haciendo la Erasmus práctica en el Parlamento Europeo. Casi "ná", ¿verdad...? En fin, dimos una vuelta, lo alimentamos un poco (también vinieron Maddi, Anna e Ire) y para casa que todos estábamos cansados. Así que muy bien, ya estamos los dos aquí.


Y volviendo a casa me ocurrió algo maravilloso. Como no llega la Carte d'étudiant con la que tenemos el descuento para el transporte público, nos estamos gastando todos una pasta en movernos. Así que, en los tranvías, algunos metros y autobuses, pasamos sin picar. También porque hay muy pocos revisores. Lo que pasa es que yo siempre me pongo con el bonobús en la mano por si vienen, picar corriendo. Pues bien, en los autobuses la gente lo que hace es meterse por la puerta de en medio o la de atrás para no pasar por al lado del conductor, que es más cantoso. Pero en mi barrio, cuando paran los autobuses, nunca te dejan. No sé si es que no se fían de los Schaerbeekienses o qué. En fin, me monto en el bus para volver y veo que la máquina está rota. Miro al conductor, o autobusero y me dice "Bah, tant pis...". Que los propios conductores pasen de que piques, es una alegría. Ahora, me hubiera gustado saber qué hubiera pasado si llega un revisor y le tengo que explicar que no he picado porque me lo ha dicho el autobusero... pero bueno.
Llegué a casa y estuve acompañando a Sara a que cenara mientras que yo bebía vasos y vasos de agua (me tomé unas frittes que me dejaron seca y llenísima). Revisé el horario para el día siguiente y oh, ¡sorpresa! Tenía a midi (12h) si iba a probar la clase de portugués así que... pourquoi pas?

Lundi.

El lunes por la mañana llegué pronto a clase y no me perdí del todo: ¡¡Bieeeeeeen!!
Las clases fueron bien. Me encontré en Grammaire comparée a Mirka, una chica lituana, y estuvimos juntas en clase.
Como terminé pronto, me fui para casa con idea de hacerme la comida... Aquí encendí el ordenador y estaba Alejandra conectada... Nos pusimos a hablar y como llevaba casi una semana malita, decidimos dar una vuelta por Porte de Namur después de comer para buscarme algo para salir esa noche. Y todos pensareis "Oy, ¿Martu comprándose ropa para salir por la noche? ¿Qué le pasa?". Pues os explico: por la noche, quedamos todos los Erasmus en ir a la TD, que es una fiesta de la universidad bajo una carpa y donde acabas guarrísimo de cerveza. Alors, no me quería estropear nada mío (por si acaso) así que fuimos a comprarme una camiseta barata del HYM y una sudadera igual. Fuimos las dos juntas con un amigo belguita, un poco cani, pero simpático ("majete" como dicen todos los españoles de aquí). Así que eso, dimos una vuelta, fuimos a la farmacia a comprarle a Alejandra un termómetro y nos volvimos muy pronto (fue un ir y volver) porque parecía que a Alejandra le estaba volviendo a subir la fiebre...
En fin, volví dándome un paseo a casa y me puse con el tema "asignaturas y horarios". Resulta que la ULB (la universidad) está taaaaaaaan bien organizada, que nos piden el Learning agreement pero aún hay asignaturas sin horarios... PERFECTO, así haré una elección perfecta para que se pisen todas mis clases, ¡yuhu! Menos mal que estuve hablando con Clarita y me dio ideas y me ayudó a escoger algunas asignaturas. Voy a intentar combalidar Literatura francesa por Littérature Belge et Histoire du cinéma belge. Suena bien, ¿verdad?
Escogiendo asignaturas, llegó Sara del trabajo. Me vio con todos los papeles por medio, como estos días atrás y se rió un poco. De pronto me llama "Martaaa... ¿puedes venir un momento?". Y el resultado fue pasarnos toda la tarde tumbadas en su cama, ella haciendo una cosa del trabajo y yo mirando otras cosas. Nos pusimos monólogos, videos, nos enseñamos fotos... Tan tranquilas, tumbadas sin preocuparnos nada... hasta que de pronto... ¡¡BERTA SE CONECTA!! Siiiii. Nos pasamos más de una hora hablando por el skype con tour por su casa incluído y contándonos primeras impresiones. ¡Qué bueno hacer hablar con ella! Y tuvimos que cortar porque cuando me di cuenta, faltaba media hora y había quedado.
Corriendo me cambié. Me puse la camiseta nueva y la sudadera. Estuve con Sara decidiendo qué pañuelo llevarme y que después pudiera lavar, y cogiendo lo necesario para llevarlo en los bolsillos y no llevar bolso.
En fin, salí de casa y me fui hasta la parada de tram VUB donde me esperaban Anna y Maddi, vestidas con el mismo uniforme. De allí, llegamos a la TD un poco perdidas pero siguiendo a unos españoles que iban por delante y también iban.

Foto con Patri y Bea comiendo Frittes en Flagey!!

Ya allí nos encontramos con Antonio, Max, Patri... muuchos españoles y Fabio. Al final no vinieron todos los guiris, pero bueno, fue una buena noche. Conocí a Marta Sánchez, sí señores, una chica catalana que se llama como yo y... atención... es más pequeña que yo.
Os comento en qué consiste la TD: es una fiesta con música y cerveza bajo unas carpas. Parece sencillo, pero es que las reglas son que cuando te queda un culo de cerveza, tienes que lanzarlo. De ahí que acabas como una ducha... de cerveza. Oye oye, pero tiene algo muy bueno y es que al día siguiente me brillaba el pelo como nunca, cerveza milagrosa. Y la verdad, es que me lo exageraron mucho más. Quiero decir, sí, acabas como recién salido de la ducha... pero me exageraron un poco todo, sobretodo algunos belgas.
La música estaba bien, pero mi momento fue cuando pusieron I'll be there for you. Sísísí, ¡la canción de FRIENDS! Ahhh ahí estaba Martu dándolo todo cantando. Entre tanta música de siempre, típica para bailar, tanto unx unx unx, de pronto sonó eso. Fue milagroso.
Había mucho belga, mucho belga disfrazado (para entrar en las hermandades de la universidad tienes que disfrazarte blablablabla... americanadas) y mucho español. Madre mía cuántos españoles. Claro, como normalmente huyo de ellos o si me veo mucha gente, me hago la guiri... Pero el lunes, si no hablaba con ellos lo tenía chungo.
En fin, cuando nos cansamos nos fuimos. Dirección: casa de Antonio, Patri, Bea... y esa gente para quedarme allí a dormir, ya que Anna y Maddi se fueron a un pub por Ixelles y no sabíamos si nos ibamos a encontrar. Pero nos encontramos, ¡bien! Pasamos por la parada del autobús donde estaba casi todo el mundo esperando el bus, y ellas también. Además, enfrente había un kebab (hambruna nocturna) y mucha gente se estaba pidiendo comida. Decidimos esperar al primer tranvía de la mañana para no pagar un taxi así que ahí estábamos Maddi, Anna, Max, Antonio, Patri, Bea, Manu, Martina y otra chica, esperando al tranvía cuales zombies en busca de su cama.Y por fin llegó.
Cuando llegué a casa no me lo creía. FELICIDAD, CAMA, DUCHA. Entro en casa y veo luz... ¿pero esto qué es? Pues... sí, la señora de la casa se acababa de despertar y se estaba lavando un poco (qué limpios que son los turcos). Me miró y nos intercambiamos un "Bonjour" que escondía un "¿qué haces aquí?". Subí a mi cuarto esperando no dejar mucho olor a suciedad y me metí directamente en la ducha. Claro, cuando me di cuenta es que eran cerca de las siete de la mañana... Y al día siguiente no tenía clase, pero no sé si los niños de la casa tuvieron o no.
Después de la ducha milagrosa, me acosté y me puse el despertador para no quedarme dormida el día siguiente entero...

martes, 27 de septiembre de 2011

Domingo: Día de Mercado.

Una de las cosas que más me gusta de Bruselas es que hay mercadillos por todos lados. De hecho, hay uno del que nos tenemos que informar porque es de libros antiguos, y hay un autobús gratuito que te lleva hasta él (típico autobús del Factory sevillano, supongo).
Así pues, el domingo tocaba curiosear el mercado de la Gare du Midi. Llegamos las tres mosqueteras y empezamos a curiosear. Es enooooooorme y tiene de todo.
Pero hubo un problema... y es que al ver tantos puestos de comida que olían tan bien, de especias, boulangeries, y pollo asado... nos entró MUCHA hambre. Porque además, quedamos un poco tarde para ir al mercado (sí, me quedé dormida). Hasta que de pronto, descubrimos que en los puestos de frutas, te daban a probar la fruta. Oyoyoyoyooyyyyy... Ni que decir tiene que obviamente nos hartamos de comer uvas, piñas, melón, melonas, melocotones... íbamos taan felices por el mercado comiendo. De hecho, va a ser una parada más de un domingo para comer... porque ¡podíamos coger hasta mandarinas! Y al terminar, se volvían locos diciendo "Un euro, un euro, un euro...!!!" Porque se ve que lo que queda, prácticamente lo tiran, y lo regalan... pero con lo cansadas que íbamos, pasamos de cargar con una bolsa llena de fruta. Ahora, no descarto hacerlo un día.
Pero llegamos al puesto del problema: PAN.


Pan marroquí... y empanadas pequeñas de pollo y espinacas... No me pude resistir. Me compré dos empanadas para probarlas aquí con Sara y PAN. Después de la fruta, nos pusimos a comer PAN. De hecho, en un puesto de zapatos (el que se ve detrás de la foto) el señor que atendía, que era marroquí, se reía con nosotras al ver cómo me hacían la foto con el pan y diciendo "¡Pero metedle algo dentro para comerlo!" y nosotras "nonono, c'est bon!!".
En fin, muchas muchas cosas en el mercado, y algunas muy curiosas. De todas formas, los precios están más o menos como el de nuestro barrio (We LOVE Schaerbeek) así que el ir al de la Gare du Midi será por algún puesto especial... ¡y por la fruta gratis!

De allí, nos volvimos a casa. Nos cogimos de nuevo el metro y saliendo de él, en el pasillo había como una exposición de fotos de metros y estaciones de tren del mundo. Veo Bruselas, París, Londres, Barcelona, Berlín... ¡¡¡¡SEVILLA!!!! ¡¡¡¡La estación de Santa Justa de SEVILA!!!! Me fui a la foto saltando "Ahhhhh ¡SEVILLA!" Me resultó muy raro, tanto que me hicieron una foto en plan "sísísí, soy de allí".
En casa comí las empanadas, que le dí a Sara a probar, y me pasé toda la tarde con el ordenador viendo asignaturas, skypeando y con Sara.
Ibamos a quedar las niñas de Schaerbeek para dar una vuelta por el barrio, pero Sara me dijo que me invitaba a cenar, que iba a cocinar y un amigo suyo de Pamplona venía. Así que me quedé en casa. Cenamos arroz con espinacas y pollo, y un huevo frito. ¡¡¡¡¡QUÉ COSA MÁS RICA!!!! Y eso que Sara estaba ofuscada porque a pesar de haber enjuagado las espinacas, se había quedado arenilla. Pero no importó... ¡¡Qué cosa más rica!!
Pasamos la noche hablando, riéndonos mucho y al final, les puse videos de monólogos de Manu Sánchez (el del mapa de Europa) hahaha, se rieron mucho.

Y poco más... ¡a la cama tempranito que al día siguiente había clase!


Por cierto, quiero recalcar un suceso paranormal en los transportes públicos de Bruselas: no sé cómo, pero si suena un teléfono en el tranvía, metro o autobús... Hay como una cadena y suenan todos. De pronto, eres la única persona en el vagón sin hablar por teléfono (gracias, sms gratis). Ya está, tenía que decirlo.

Antwerpen... Et pourquoi pas?

Remontémonos a los hechos del ... jueves.

Conversación con Marco por el facebook:
"-Tu vas à Brugges?
- Non, je crois pas.
- Bah moi, j'y suis allée alors je préfère visiter une autre ville.
- Bah oui... moi aussi.
- Marco, tu veux aller à Maastricht?
- Ce serait cool!"

Viernes noche en el Churchill's:
" - Ey Martu, tu vas finalement à Brugges?
- Bah oui, parce que tu ne veux pas aller à Maastricht, tu ne m'as pas donné la securité.
- Eeyy...
- C'est vrai!
- Oke, si tu veux, on y va demain.
- Je te crois pas. Surement, j'rai à la gare le matin et je resterai là-bas seule parce que tu est en train de dormir.
- Mais non! À quelle heure on se voit demain?
- À ... 10h30 ?
- Okey, je croyais qu'il serait avant.
- Avant? Si tu veux...
- Au fait... Si tu veux... on peut rester la nuit içi avec tout le monde, et puis on y va à la gare directement et on prend le premier train à Maastricht.
- Je te crois pas.
- Tu ne me connais pas."

Y efectivamente, nos pasamos toda la noche con los Erasmus, cogimos el primer autobús para ir a su casa a por el pasaporte al ser yanki (es canadiense, lo sé, pero se comporta como los yankis). Y de allí, el bus otra vez a la Gare Centrale. Llegamos a la Gare Centrale y no vemos en los paneles el destino. No me lo puedo creer, después de todo... ¿no hay trenes a Maastricht? Me entra un ataque de risa en plan "la que he liado y todo para nada". Así que nos acercamos al punto de información y nos comentan que para ir a Maastricht hay que coger el tren hasta Liège y de allí un autobús porque era fin de semana blablabla... Obviamente nos negamos, pero ya que estábamos allí, miramos el resto de destinos. Preguntamos por Amsterdam pero era demasiado caro así que vimos que el siguiente tren... salía hacia Antwerpen.
"- On y va? Tu le connais?
- Non, et toi?
- Non.
- Alors, pourquoi pas?
- Oke, je me sens dans un film.
- Alors, c'est parfait"

Y nos cogimos el billete a Anvers, o Amberes, o Antwerpen, o Antehwerpenquesencilla (Pau... hahaha). Salimos de allí a las siete y veinte de la mañana más o menos, y llegamos en una hora a nuestro destino.

Nos sabéis la sensación tan rara que es ver cómo amanece en tu ciudad (MI ciudad, haha), cogerte un tren y ver cómo se va despertando una ciudad a la que acabas de llegar y vas a ir descubriendo. Además, pasamos de ver las calles principales vacías, sin coches, sin ruido... a todo lleníisimo de gente, ya que a Anvers va la gente de Bruselas para hacer compras (¡hay MUCHAS tiendas!).
En  fin, ¿quién hace turismo a las ocho y media de mañana? Nosotros.


Vimos la Catedral, la Grand Place, callejeamos bastante, y ¡terminamos llegando al río! Qué alegría me dio ver un río con su cespecito y todo. Obviamente, no es tan bonito como el nuestro, pero el puerto de allí es grande, y las gaviotas pasaban muy bajo. (Nota musical: "¿Y cien gaviotas dónde irán...?")
Nos pasamos un buen rato en el río, medio durmiendo, descansando y hablando de todo lo hablable. Tuvimos nuestro momento de conversación más personal, contándonos de todo, ¡e incluso un momento de PAVO imitando acentos! ¡Estoy aprendiendo a hablar como los canadienses! Puis, nos fuimos a dar una vuelta por el casco histórico, ahora lleno de turistas. Cómo cambia una ciudad depende del momento en el que la veas...
Al volvernos a la Gare, pasamos y entramos en algunas tiendas... ¡¡qué de tiendas hay allí!! Como dato informativo, los bruseleños van a Amberes de compras, porque está al lado y en serio... hay muchas tiendas. A pesar de estar cansados, entramos en dos o tres: una era estas típicas de deporte enoorme ¡¡con un stand hasta arriba lleno de gorros!! Obviamente, me probé un montón y no me llevé ninguno, pero estaban muy guays.
¡Y qué día hizo el sábado! Un sol espléndido, más bien calor. En una plaza de Amberes habían preparado una especie de rocódromo para que la gente intentara escalar, bastante curioso.
Y muchos coches de caballos, como aquí, pero con la diferencia de que en vez de dejar la "caca" en la calle, llevan una bolsa baja tipo "pañal" por lo que cuando pasa un coche de caballos por tu lado, no puedes sonreír de la peste que llevan encima. No sé si es mejor eso o lo que tenemos nosotros en Sevilla... creo que lo nuestro es al menos más auténtico, ¿no? Porque tienes siempre ese olor a azahar y a caca... sevillano. hahah.
La ciudad me pareció muy bonita, como todo lo que hay por aquí. Auténtica pero no tanto como Brujas, claro está. Y con ambiente pero no llega ni a la punta de los piés de nuestra querida Bruselas.
En fin, pasamos un buen día, un poco de película, la verdad.


En el tren de camino a Bruselas, comencé la labor de localización de la gente vía sms (BASE, gracias por los sms gratis) y quedamos en ir por la noche a la Grand Place porque había una serie de conciertos gratis por eso de ser la Fête de la Wallonie. Llegué a casa, me duché, comí, y salí. Eso sí, antes estuve un rato de cháchara con Sara. Ahora... ¿sabéis esa sensación de "no debería haber salido"? Pues me pasó nada más montarme en el autobús con Maddi y Anna. De pronto me salió el cansancio, y aunque pensara que me lo iba a pasar bien porque íbamos a ser muchos por allí, que iba a ver a Camille en directo... no podía. Llegamos al centro, intentamos entrar en la Grand Place pero nos hicieron bordearla por todas las bocacalles porque no se podía entrar por ninguna... Así que entro eso y que aún no había llegado todo el mundo... Decidí volverme para casa. Volví en plan zombie, me acosté y entré en coma profundo hasta el domingo por la mañana...

domingo, 25 de septiembre de 2011

Jueves y Viernes.

El jueves llegué a clase a las 8h y me costó un poco menos levantarme. Supongo que me estoy concienciando interiormente...
Pues bien, entro en clase (creo que la semana q viene ya podré llegar a todas sin perderme, más o menos) y nada más abrir me veo al profesor cara a cara y que me dice de modo cómico "shh!!" y toda la clase riéndose... Bueno, él también y a mi me entró un ataque de risa. "Sí, voilà, llegó la Erasmus".
La verdad es que la clase se pasó muy rápida. Es el típico profesor que te hace pensar, explica bien pero a la vez te hartas de reír con él en las clases.
Siguiente clase: entro, veo a muchísima gente, y al mismo profesor. Me salgo y pienso "Eing? No puede ser"... Pero sí, Emil, el canadiense me había escrito un sms diciéndome la clase para confirmar (menos mal porque yo lo tenía mal...). Pues ¡bien! Más clases con el profesor guay (lo llamaré así hasta que me sepa su nombre). El problema del principio de esa clase es que al ser taanta gente, nos pusimos detrás porque no había sitio delante y encima... estaba el aire acondicionado puesto, por lo que era peor para enterarse. Y sí, el aire acondicionado ¿Por qué? No lo sé, pero no me motivaba estar en clase sin enterarme de lo que decía el profesor y con la chaqueta y el pañuelo por el frío.
En fin, en el descanso de la clase, nos acercamos Emil y yo a hablar con el profesor porque Emil quería saber algo de los exámenes... y resulta que si ya es simpático explicando clases, hablando directamente con él, ¡es mejor aún! Nos estuvo preguntando de dónde éramos, dándonos la bienvenida a Bruselas... todo muy correcto pero de una forma muy agradable, diciendo "welcome y bienvenida". Creo que ha estado en Sevilla porque me preguntó de qué parte de España era y puso la sonrisa de "Oh, Sevilla".
Conseguimos un sitio en primera fila, y el resto de la clase, cuando realmente se empezó a dar clase, fue muy bien.
Y salí de la clase pensando en el plan para la noche: un concierto en un bar en Saint-Gilles, al lado de casa de Emil que se ve que está bastante bien y que iban más Erasmus.
Bueno, me fui para casa peeeeeero... me pasé antes por el Carrefour a por gofres (maldito descubrimiento... ¡Gracias Sara!!)
Llegué a casa, comí... limpié y vagueé. Me pasé toda la tarde vagueando (¡que falta me hacía!) y, sin planificarlo, quedé con Teresa para tomar algo ya que está en Bruselas. El problema es que tuvimos... problemas de coordinación y el resultado fue: Teresa en la Grand Place, esperando y sin móvil... se lleva un rato y se va. Yo en la Grand Place (seguramente en el otro lado) esperándola y sin poder localizarla... así que me fui.

Estuvo entretenido por el hecho de que la Grand Place nunca es aburrida pero claro, si se le suma que vas a quedar con alguien después y no que te vas a ir cabizbaja a casa, es distinto, haha!
Volví a casa, estuve de cháchara un rato con Sara, me puse una peli y me acosté, ya que al día siguiente había quedado temprano con Maddi para ir al mercado de la Place Jeu de Balle (ootra vez , pero nos encanta).

El viernes por la mañana me desperté y... ¡mierda! me había quedado dormida, así que a correr. Pero claro, ni Maddi y yo caimos en que era el marché de todos los viernes de mi calle, así que estuvimos curioseando puestos (todo el mercado, en realidad). Hay un puesto enooorme de aceitunas de todas clases, además te daban a probar. En fin, un mercado con todo tipo de cosas y à bon marché. El viernes que viene iremos a comprar cosillas (yo una toalla y un pañuelo de los bonitos que normalmente cuestan 4euros y aquí 2... ¡si es que mi barrio lo peta!) Aparte de los puestos de cosillas morunas, por ello de ser el barrio moruno.
Bueno, pues tras dar una vuelta y comprar un pain au chocolat, nos fuimos hacia nuestro querido barrio de Marolles. Pasamos una mañana realmente buena las dos, contándonos millones de cosas y eso... La verdad es que siento como si la conociera desde hace un montón y ¡pensar que sólo llevo dos semanas!
Nos pasamos el resto de la mañana en el mercado de Jeu de Balle y dando vueltas por las tiendas Vintage que hay por allí. ¡No sabéis la de cosas que hay allí! Durante la mañana te enamoras de millones de cosas, pero te tienes que contener, aunque Maddi no pudo y se compró una carterita de piel pequeña que sirve como portafolios, y un pin.
Dato curioso: la gente de allí es muy confiada: me pasé cerca de 5 minutos con un reloj antiguo de correa, muy bonito que pensé "regalo para mi papa"... El hombre del puesto no estaba, y la gente pasaba de nosotras. Pues bien, cuando vino nos echó una "bronca" porque no podía haber cogido el reloj. Le pregunté el precio, 120euros. Creo que vio mi cara de descomposición y posterior coraje de "si hubiera tenido la picaresca de habérmelo llevado porque usted PASABA de mi..." pero bueno.
Después de la bonita mañana, nos dirijimos a la facultad donde nos esperaban Anna e Irene que salían de clase: íbamos a comer juntas ya que llevábamos varios días sin estar solas las cuatro. Se unió a nosotras una chica italiana que había conocido Anna en clase.
Fuimos a comer a la cantine de la Universidad, unos bocatas en plan rápido. La verdad es que esta semana no ha sido de comidas muy "saludables" que digamos, pero me he hartado así que vuelvo a comer bien ahora.
Así que bien, una buena comida entre amigas y después, ¡a casa!
Y de casa... a una fiesta Erasmus en Churchill's, un pub inglés donde la cerveza nos la dejaron a un euro (como en caaaaaaaasa). Menos mal que llegamos pronto, porque como todos los sitios de fiesta Erasmus, era enano y no cabíamos. Poco a poco fuimos encontrándonos con la gente pero llegó un momento que no se podía estar, así que nos fuimos. Nos fuimos Maddi, Anna, Marco, Emil, Elena y Martina (todos italianos menos Marco) al Celtic bar. Un bar también como muy guiri, donde coincidió que había un mini-concierto con un cantante (italiano, precisamente) tocando la guitarra. De allí, donde estuvo muy guay la música (pusieron a The Strokes y sí, me flipé mucho con Maddi) nos fuimos al Delirium Marco y yo, donde nos encontramos a Fabio (se pronuncia Faaaaaaaaaabio) con un amigo suyo italiano que había venido a visitarle y a otro chaval canadiense del que nunca me acuerdo del nombre pero que es muy raro-habla mucho-mira raro.
En fin, esa parte de la noche estuvo bien, pero queda por contar, lo que siguió.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Primera semana de clase.

UFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFF...
Ya ha empezado el curso. Con lo bien que estábamos la semana pasada... Haré una cadena para que veáis que me parece la universidad:
Bruselas: Capital de Europa. Bruselas: Ciudad idealizada. Bruselas: punto de encuentro en Europa. Bruselas: Erasmus de todo el mundo vienen a ella. Bruselas: Maravilla. Universidad de Bruselas: CAOS.
¿Os podéis creer que han empezado las clases y aún el horario no está terminado? Aparte de que allí nadie sabe nada y el lío que es ir de un sitio a otro... Batiment A porte Y 2étage porte 115. Y en el papel tienes SAY2115. Ea, ¡avíatelas como puedas! Cuando por fin encuentras tu edificio, ponte a buscar la puerta por la que tienes que entrar y cuando entras, subes a la segunda planta pero... ¡NO, ya estabas en ella!
Comienza la clase. En el horario pone que durará una hora pero, te das cuenta de que cuando pasa la hora el profesor da "un descanso" y sigue otra. Dos horas de clase. ¿Y desde cuándo se empieza dar clase desde el primer día?
Profesores. Un poco de todo: simpáticos, aburridos, graciosos, severos...
Lo peor fue mi primer día en clase, a primera hora. Llego tarde (como casi todo el mundo) cosa que no quería (pero cualquiera llega a la hora con lo grande que es eso y perdiéndote). Abro la clase "¡Mierda!". Todas las miradas hacia mí... Sí... soy la Erasmus de la clase. Pasa unos diez minutos y se vuelve a abrir la puerta "¡Bien!" es Emil, un canadiense que al verme también se sintió "arropado". En fin, la clase la verdad es que era muy interesante porque es una comparación de las gramáticas de las lenguas romances así que tocamos un poco de francés, español, italiano, portugués, rumano, occitaine y catalán.
Termina la clase y vi en el horario que la siguiente la tenía en ese mismo aula así que decido quedarme dentro. Espero... Espero... ¿por qué no hay ruido fuera? De pronto, oigo cómo alguien intenta abrir la puerta de la clase pero no puede. Me preparo tipo "yoacabodellegaraquíyestoymirandoelmóvil" pero me doy cuenta de que siguen sin poder abrir la puerta. Decido levantarme y dirigirme a la puerta para abrirla y salir, huír, porque me temía lo peor. Pues sí, efectivamente... Me había quedado encerrada en clase. Y los que intentaban entrar eran los alumnos de la siguiente clase. Cojo el móvil pensando en llamar a alguien pero... ¿a quién? Empujo la puerta, vuelvo a empujar... Otra vez... Y otra... Y se hizo la luz: vi un pequeño botón que ponía "Ouvrir la porte" ("Abrir la puerta"). Lo pulso y ¡pum, click! La puerta se abrió. Y fuera tenía a mi nueva clase mirándome... Por dentro pensaba "Nononononono! ¿por qué a mi?" Pero en cambio dije "Salut! Ça va? Il n'y a pas de cours?" Y me contestaron que efectivamente, no, no había clase porque empezaba la tercera semana de clase. Así que sonreí... Y salí de allí "corriendo" porque me costó encontrar la salida del edificio.
El resto del primer día fue bien: comí con Anna y Maddi y por la tarde asistí a otra clase que me recomendó Emil para ver cómo va. Se llama Autores Canadienses y parece bastante interesante pero dura a la vez, ya que es de Máster. Además, se nos presentó una belguita muy simpática al oírnos hablar entre nosotros con la mezcla de inglés-francés-español. Es que Emil es de la parte inglesa, pero también habla español. Alors, quiere practicar español, pero le sale en inglés, aunque también el francés. Cada vez que hablamos cogemos un idioma distinto, o cambiamos durante la conversación.
Llegué a casa... y me puse a buscar combinaciones con el horario.
Ah bueno, y antes o durante eso, activé la nueva tarjeta de móvil porque teníamos 10euros gratis y con ellos 400 sms gratis! Ahora estamos todos todo el día escribiéndonos sms, porque además si en vez de 10, recargamos 15euros son 4000 sms gratis y 4000minutos gratis de llamada. ¡Yuuuuuuuuuuhu!

Al día siguiente fui a clase a las 8h. Sí... porque por el horario que tengo ahora, todos los días entro a 8h. Eso sí, los viernes no tengo clase.
Tenía Alemán. Sí señores, he empezado a dar alemán, a ver qué tal se da. Sandra y Andreia iban a venir, pero les surgió un imprevisto ¡y me dejaron sola ante el peligro! Llegué a la clase, tarde también por perderme, y me veo la clase a reventar de gente y con algunos alumnos sentados en el suelo, así que me tocó estar en el suelo. Menos mal que llegó una belguita de la que me hice amiga y así nos enterábamos mejor de la clase. Aún así, con más de 50 personas no se puede dar un idioma así que como el próximo día siga así de llena... me cambio. Encima, en esa clase van a meternos otra hora más a la semana, pero no saben bien el día ni las horas, lo tenemos que decidir los alumnos.... vamos... un lío impresionante.
Salimos mi amiga belguita (Alice) y yo y fuimos a preguntar a secretaría pero nos dijeron que no tenían ni idea blablabla. Así que como era tan pronto la siguiente clase la tenía a las dos de la tarde (sí... 4 horas más tarde), me volví a casa... desayuné... hice la compra... me hice de comer... y volví a la facultad.
Me crucé varias veces con la señora turca de la familia y fue muy amable. Estuvimos hablando un rato y no me paraba de repetir que nosotros éramos ahora como una familia, porque todos teníamos a la familia lejos y estábamos allí todos juntos... La verdad es que no se callaba. Pero fue muy simpática, eso sí.
Por la tarde tuve a un profesor que era bastante guay. El típico que llega sin papeles y te empieza a hablar poniéndote buenos ejemplos por lo que te enteras de todo perfectamente.
Al salir de clase, me fui para el barrio y quedé con Maddi y Anna para dar un paseo por allí. Encontramos una tienda digamos de... "veinte duros" pero que vendía también comida. Era de unos judíos, bastante cómico el ver cómo el judío te cobraba y contaba el dinero.
Quedamos en que después de dar el paseo, iría a su casa a cenar pero sinceramente... estaba taan cansada que sólo me apetecía llegar y dormir. Así que llegué, seguí con las asignaturas... me hice de cenar y me dormí.

Al día siguiente me tocaba lo mismo: clase a 8h y después a 14h. Hoy ha ido mejor el día, supongo que también porque he descansado más. Me hice de comer un kebab de cosecha propia (te lo daré a probar, Gonchi!) Y bueno, la clase de la mñn bien pero la de por la tarde bastante miedo porque es la típica profesora que mete miedo, que se hacen exámenes todas las semanas y si no haces uno ya no tienes derecho al examen final, que por cierto es oral y si dejas incompleto lo que te pregunte ya estás suspensa... MIEDO. Además, me he hecho amiga de una belguita que es la tercera vez que se presenta a esa asignatura...
Así que al llegar a casa me puse a mirar asignaturas y puede que la cambie por otra, porque parece muy interesante pero estoy un poco harta de profesoresamargaasingaturas, la verdad. ¡Sólo por eso me entran ganas de ser profesora a veces!
Menos mal que a la salida de clase me volví con Anna y Maddi, y por la tarde, mientras buscaba asignaturas, estuve hablando con varios Erasmus vía Facebook. Es que después de pasarme una semana entera con ellos todos los días, ahora se les echa de menos...

Foto de mis amigos, los yankis en la journée sans voiture.
Además, estos días nos está entrando a Sara y a mi un pavo más grande cuando estamos juntas... Esta tarde, después de clase tenía unas ganas tremendas de chocolate, o pain au chocolat o algo así. Pues bien, llegué y no tenía nada de eso en casa, así que decidí comerme una manzana. Pero al rato, llegó Sara y me dio unos gofres de estos de Carrefour ya hechos pero con chocolate... Mira... qué cosa más rica... ¡Y yo que pensé que iban a estar asquerosos por eso de estar envasados! Obviamente no son como los que te tomas calentitos, pero tienen un punto bastante rico.
Por la noche quedamos en la Place Flagey con Irene, Antonio, Patri, Myriam y demás españoles de los que me alejé, para ver el partido del Barça.
Eso sí, he descubierto EL SITIO para tomarse las frittes. Es un puesto (tipo el puesto de las patatas fritas de Sanlúcar) en medio de la plaza... ¡¡riquísimas!!
Estuvimos un rato viendo el partido pero nos volvimos las tres pronto a casa para coger el tranvía y eso... ¡que mañana toca otra vez clase a 8h!

En fin... ¡a dormir!

martes, 20 de septiembre de 2011

Domingo - Journée sans voitures.

El domingo me desperté por la mañana porque mi querido amigo Antonio me llamó al móvil... Gracias... (bueeno, vaale... en realidad era ya bastante tarde). Claro, ¡se me había olvidado! Eran las jornadas sin coches, y había muchas actividades organizadas por la ciudad, aparte de poder visitar edificios, museos... Ahh ¡Demasiadas cosas y poco tiempo! Así que corrimos la voz y quedamos todos en el centro.
Maddi, Anna y yo decidimos ir andando para dar un paseo. Con lo que no contábamos era con que íbamos a estar hablando, sin prestar atención por dónde íbamos y acabamos... no sé dónde en Bruselas, donde podíamos llegar al centro por un tranvía y después el metro... Lo que viene siendo un lío al que se le suma lluvia y viento: ¡bieen!
Durante el camino vimos a una mujer funambulista, como quién no quiere la cosa. En la zona de la Place Royal, había muchos puestos, como si fuera una feria.

La verdad es que era bastante impresionante andar por las grandes avenidas y que sólo hubieran bicis y servicios públicos. De hecho, al salir por la mañana de casa pensé "No veas con los belgas que se toman más a raja tabla un domingo..." pero claro, cuando llegas al bullicio te das cuenta de que todos están en los puntos clave.
En fin, volvamos a nosotras perdidas. A todo esto, llegábamos tardísimo, a lo que avisamos a Antonio, pero el resto no se enteraba así que me empezaba a sonar el móvil con Max o Marco y mandaba a Antonio para que los localizaran.
Cuando conseguimos estar en el metro, en la línea correcta y en la buena dirección, llamamos a Max y nos dice que estaba con Marco y otro canadiense en el parque del Cinquentenaire, y que Antonio y el resto no sabían. NO PUEDE SER. IBAMOS EN DIRECCIÓN CONTRARIA OTRA VEZ. La verdad es que después de pasarte como dos horas para llegar al centro cuando podríamos haber tardado sólo media... desespera. Nos cambiamos de raíl en la siguiente parada como pudimos, porque no sé cómo pero llegábamos a la misma dirección, y por fiiiiiiiiiiiin, estábamos en el parque.
Estaba entero montado con cosas de deporte, para los niños y adultos. Vimos un espectáculo de acrobacias de bicis (Iñaki... te tuve en mente), otro de Taewkondo, ellos antes vieron la típica carrera en la que se juega con el equilibrio de la gente... Habían montado un rocódromo, colchonetas para saltar, para jugar al volley-ball, hacer taichí, aerobic... En fin, bastante impresionante pensando que era sólo una pequeña parte de la ciudad.
Momentos a resaltar: viendo el espectáculo de las bicis, darse cuenta de que te juntas con una pandilla de yankis ya que eran los únicos que gritaban a modo yanki; ver cómo Max nos enseña cómo baila con sus amigos cuando sale de fiesta (Maddi, j'veux cette vidéo!!); ver cómo Marco imita a la chica del aerobic; que nos canten canciones de cuando eran niños y las típicas del cole, y darse cuenta de que estaban cantando "¿Cómo planta usted las flores? A la moda, a la mooda...".
De allí nos fuimos al centro donde habían muchos espectáculos y conciertos por la calle, y todo estaba lleno de gente, un ambiente muy europeo, digamos.
Allí nos encontramos a Antonio con Bárbara, la polaca, y otros españoles, así que nos fuimos a tomar algo al Delirium (sí Lulu, ¡el elefante!).
En fin, la verdad es que estábamos todos muy cansados, y encima al día siguiente... el horror: inicio de curso. Por la tarde cada mochuelo se fue a su olivo, y por la noche también nos quedamos en casa. Todos estuvimos mirando los horarios pero claro, como la ULB está taan bieen organizada (ironía), no conseguimos dar con ellos.
Y comenzaron las clases...

lunes, 19 de septiembre de 2011

Sábado: Los mejores planes no se planean.

Nos quedamos en el viernes noche. Pues bien, el sábado por la mañana, nos despertamos temprano porque llamaron a casa, ¡pero a nuestra planta! Aunque vivamos en una casa, a llamar al timbre tienes el fono como si fuera un piso, así que puedes llamar a la planta que quieras. Os comento esta situación porque fue de lo más cómica: suena el timbre, Sara y yo salimos a la vez, cada una de nuestra habitación (las dos tenemos el pelo rizado así que imaginaos, en modo "leonas") y nos miramos con cara de susto. Ella me dice "Esto va a ser la policía". Yo en ese momento me imaginé que me iban a echar del país porque había traído a Antonio y a Patri a dormir a casa pero ¡no! Me dijo que al inscribirse en la Comunne, la policía tenía que ir para comprobar que vivía allí. Nos pusimos nerviosas porque me dijo "Es que como suban... yo tengo a mi amiga italiana en el cuarto". Acto seguido, la miro y le digo "Sara... es que yo tengo a dos en mi cuarto". Fue terminar de decirlo, cruzarnos las miradas y empezar a reírnos. Menos mal que realmente no pasó nada, ni vino la policía (yo creo que es que no tenían c*** de subir hasta nuestra planta), Antonio y Patri iban a visitar un piso que tenía muy buena pinta, y no les vieron salir de casa. Tuvieron que oírles pero no pasó nada.
En fin, esa mañana me desperté con energía así que me puse a limpiar un poco, pensando que el día siguiente era el día sin voitures y había muchas actividades por la ciudad, por lo que seguramente me despertaría, y saldría a la calle.
Fui a la lavandería por primera vez ¡¡¡sssssssssssssssiiii!!! Y salió bien ¡¡¡sssssssssssssssiii!!! Y para colmo, me llevé el ipod para escuchar música, y vi que había wifi, así que genial. Aunque eso sí, no motiva mucho el limpiar tus braguitas con los moritos alrededor... haha, es broma.
Terminando allí, quedé con Irene en ir al Matonge y con Maddi y Anna en ir al centro a juntarme con ellas, porque había una visita turística organizada por el Express ULB.
En fin, yo llegué a casa y me puse a doblar la ropa, hablar por Skype... Irene esperando muerta de hambre... Marco también estaba conectado, así que quedamos con él también. Acabamos "comiendo" cerca de las cinco de la tarde un kebab cerca de casa de Irene. Al final no fuimos al Matonge porque Irene había quedado y no iba a dar tiempo ni a eso, ni a ir a por unos goffres al centro, que le apetecía a Marco. Así que, como estábamos al lado de casa de Irene, nos fuimos para allá, pasando antes por el Carrefour para comprar unos goffres de los de aquí envasados y vino, a lo guiri.
El piso de Irene está chulísimo: era un antiguo colegio, la entrada parece de teatro, y ¡¡tiene una "terraza" genial!!

Pasamos una tarde muy buena, hablando mucho y escuchando música. Al final Irene tuvo que retrasar la hora de la quedada porque estabamos muy agusto allí. Estuvimos viendo unos videos de paracaidismo de Marco, porque hizo un curso de paracaidismo y se ha tirando no sé cuántas veces, y vimos a Irene haciendo su programa en la tele de San Cugat.
Esperamos a que ella se cambiara para ir rumbo a Saint-Gilles donde íbamos a buscar un bar, y ella había quedado. Llegamos pero estaba tan lleno que nos fuimos en dirección al centro, donde ibamos a encontrarnos con la gente, supuestamente. Lo bueno de Bruselas es que llegas en un momento a todas partes... si no te pierdes. Nos perdimos un poco cogiendo direcciones contrarias y todo (al día siguiente me pasó igual...) pero bueno, llegamos que es la cuestión. Cayó en un momento una tormenta enorme con rayos y todo, aunque después se calmó la cosa. Fuimos al Delirium pero no había nadie así que nos pasamos allí toda la noche hasta que llegaron Federica, Elena y Emil, tres italianos muy simpáticos. Nos pasamos un rato con ellos hasta que fuimos a coger el Noctis, autobús nocturno.
Pasamos un día muy divertido, con planes improvisados todo el rato, pero estuvo muy bien. Es el típico día en el que coges más cariño a la gente porque te das cuenta de que tienes cosas en común o porque los vas conociendo cada vez más. Lo malo: ¡no vi en todo el día ni a Maddi ni a Aaanna! Lo bueno: cómo vas sintiendo poco a poco de que realmente tienes amigos aquí, y te das cuenta de que les has cogido cariño a todos.

Vendredi: Mercadillo!

El viernes por la mañana quedamos Maddi, Anna y yo para volver a Marolles à la Place de Jeu de Balle donde todos los días por la mañana hay un mercadillo de cosas antiguas y de segunda mano. Para recordar: Marolles era el barrio obrero de aquí, muuuy típico.

Así pues, nos dirijimos contentas y olvidando la noche anterior a Marolles, nos dimos prisa porque después teníamos que ir a la facultad a por las tarjetas Sim (por diez euros tenemos 400sms gratis y si recargamos 15, son 4000= locura erasmusil vía sms).
Bueno, más bien... nos "intentamos" dar prisa porque se ve que a ninguna de las tres nos gusta un mercadillo (para NAAAAAAAADA...). Nos pasamos mucho tiempo viendo cosas y haciendo un poco el tonto... había cosas muy curiosas. Maddi se pilló una mini costurero tipo carterita muy guay.
Por cierto, ¡qué bueno eso de ir con italianas! Regateaban tan tranquilamente y consiguiendo que les bajaran el precio, no como yo que me dicen "20" y asiento.
En fin, después llegamos a la facultad ¡a por nuestras SIMs! Tras una cola y el olor a goffres del camión de la entrada de la facultad... decidimos... sí, ir a por uno (lo siento Pau, te iba a esperar pero no sabes cómo olía eso). Quedamos con Irene y Stella en unos bancos y nos fuimos las tres al camión de los goffres (aunque el hombre me transmitía desconfianza porque es como el "camión de los helados")

Terminando de comer nuestro delicioso goffre, llegó Marco, medio dormido como siempre (pensamos que ese es su estado natural) a por su tarjeta SIM. Se sentó con nosotras, Irene y Stella se fueron... y acabamos acompañando a Marco a por la tarjeta y yendo los cuatro a la Porte de Namur porque Anna y Maddi tenían que cambiar unas cosas en el HYM.
Tras ponernos sombreros, probarnos zapatos... etc que nos iba pasando Marco, terminamos Maddi y yo sentadas en la entrada de la tienda, pero dentro de ella, sin pensarlo... ¡muy cansadas! Eso sí, sin aburrirnos porque no parábamos de contarnos cosas mientras que Anna terminaba (Marco ya había huído porque tenía que mudarse, ¡por fin encontró piso!)
Terminamos, y nos fuimos para casa porque esa noche era la Welcome Dinner, aunque parecía que iba a ser un rollo porque ellas no habían pagado así que no tenían plaza, ni Marco, ni otros.
En fin, quedé con Irene y Stella para llegar y... ¡sorpresa! No había nadie en el punto de encuentro: sólo una suiza (¿o sueca?) a la que le había pasado lo mismo. Así que nos pusimos en marcha llamando a la gente y nos dijeron que fuéramos al Campus de la Pleine, de la universidad. ¿En un campus? ¿Pero la cena no iba a ser en un bar o algo? Pues no amigos, después de no sé cuánto tiempo para llegar al campus de la Pleine, y dentro de él, encontrar la cantine donde se iba a cenar, nos dimos cuenta de que mejor no haber pagado la cena. Aparte de la vergüenza de llegar tarde, de tener que levantarnos tipo cole a por las bandejas (trauma infantil, Irene haha) y comer patatas del McDonalds de hace dos días y unas albóndigas muy grandes y ... de sabor extraño... hubo una lotería en la que regalaban botellas de Vodka. Antonio se pasó la noche "a mí nunca me tocan estas cosas, blablaba... pues ea! le tocó una! Menos mal que a nosotras no, eso de levantarte, que te aplaudan y tener que hacerte una foto, no motiva nada.

Al menos, se pasó una buena cena con la gente, hablando y riéndonos, la verdad. Aunque no fuera tanto y que podían haber metido a más gente porque SÍ que había plazas, se pasó una buena noche. Después de la cena, nos fuimos un GRAAN grupo (lleno de españoles, menos mal que Max, Sandra, Andreia, Stella y dos canadienses más resistieron) a un bar por Ixelles. Un bar curioso pero guay.
En fin, para la vuelta quedé con Irene en que seguramente me acogería por eso de los autobuses y volverme sola y tal pero Antonio y Patricia, los dos granadinos sin casa, estaban cansados y se querían volver ya así que pensé... ¿y si se vienen a casa esta noche? Se lo comenté y aceptaron, así que ¡guay! Fuimos rumbo a casa: Patri y yo dormimos en la cama y a Antonio le hicimos una camita con jerseys, pañuelos y sábanas sobre la alfombra. Al menos esta noche iban a dormir más calentitos... Fue un poco un show porque claro, al vivir en casa de una familia no se puede meter a gente porque sí y tampoco se puede hacer ruido por las noches... etc. Así que nos véis a los tres subiendo de puntillas y haciendo el mínimo ruido posible...

¡tatatacháan!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Jeudi 15. Schaerbeek est joli.

El miércoles a la noche Maddi, Anna y yo decidimos investigar al día siguiente por la mañana un poco el barrio, y eso fue lo que hicimos.
Quedamos "au cul de l'Église" Saint-Servais, nuestro lugar de encuentro, y dimos un paseo.


Descubrimos una tienda-restaurante de productos BIO, una librería... y un parque muuy bonito al lado de casa. Es muy grande, con mucho verde, muchos patos... ¡hasta hay burros!
Estuvimos casi todo el tiempo por el parque paseando y haciéndonos fotos.


En fin, terminamos la mañana diciendo que nos sentíamos belgas schaerbecuanas, porque nuestro barrio es besho como un camesho:


Subo las fotos para que admiréis mis botas nuevas y bonitas. En fin, la tarde me la pasé entera vagueando viendo si salíamos a dar una vuelta... pero estábamos cansadas así que decidimos vaguear cada una por nuestra cuenta.
Quedamos a las nueve para ir al Delirium y al Floris Bar con algunos de estos, antes de ir al Salsa Bar, donde era la fiesta Erasmus. Pues bien, a las ocho y media me suena el móvil... DENIZ! Venía a ponerme el internet en el ordenador. "Oh, mais c'est pas possible!" Al estar arreglándome tenía todo por medio así que empecé a recoger, hasta que me llama a los diez minutos preguntándome si estaba en casa, le digo que sí... ¡y oigo las escaleras! "Merde!" Estaba abajo ya! A continuación protagonicé la típica escena de la película en la que la chica guarda todo en el armario, en cajones... corriendo antes de que llegue y a continuación abre la puerta como si no pasara nada. Pues sí, esa era yo y el otro Deniz, mi salvador. Cual fue mi sorpresa al abrir la puerta y encontrarme a un hombre enchaquetado ("¿Pero realmente eres tú?"). Estuvimos hablando mientras que me ponía internet en el ordenador, muy amable y sacando conversación. Además, se ofreció a intentar arreglar el otro ordenador a lo que acepté sin pensarlo porque total, no pierdo nada porque me lo formatee.
En fin, después recogí y salí corriendo porque había quedado con mis dos italianas para ir al centro. Llegamos al Delirium (no sé cómo no me perdí) y allí nos encontramos con Marco, Patrick, una canadiense nueva, una portuguesa y otro chaval. Poco a poco llegaron unos cuantos hasta que llegó Irene con Stella y con uno de los organizadores del ULB Express, Alan. Ah, y con una chica de Lituania muy simpática. Se ve que Irene se encontró a Alan en la Grand Place y le pidió por favor que las llevara hasta el Delirium porque no sabían. De allí, fuimos al Salsa Bar: sitio pequeño para tanta gente y lleno de españoles. Y... ahí fue cuando la cagamos. Entré dentro para buscar a la gente, pero unos cuantos decidieron que podíamos volver al Delirium así que después de dos horas medio decidiendo sin ambientarnos porque nos íbamos y sin aclararnos, nos fuimos. ¿Para qué? Aún no lo sabemos... digamos que no estábamos con la compañía perfecta (excepto por nuestro querido Max) y en fin, nos aburrimos... MUCHO. Nos volvimos a casa "cabreadas" por la "soirée de merde" hahaha pero no pasa nada, esta mañana hemos estado perfeccccctamente :)

Luego contaré cómo va el día de hoy que tenemos ahora un Welcome Dinner!

jueves, 15 de septiembre de 2011

Miércoles 14. Día tranquilo.

El miércoles quedé para comer con Youness, Abdala y se vinieron también Alejandra y Sylvain, el compañero de piso del año pasado de Youness. Quedamos en la Bourse (donde quedan todos los belgas como nosotros, sí señor) y nos fuimos a comer a un chino allí mismo que costaba el plato del día 3 con algo... ¡barato! La comida estuvo entretenida con Youness contando sus “batallitas” de erasmus con su casera la Folle (loca).
Después, tomamos café (yo té, of course) y Alejandra, Abdala y yo nos fuimos a Porte de Namur, donde hay muchas tiendas, en busca de botas. ¡Las conseguimos! De hecho, nos las compramos igual, muy bonitas, claro está. Y de allí, para casa porque Deniz, supuestamente tenía que venir a ponerme internet en el ordenador que me ha traído Youness desde Sevilla... pero no apareció. Así que estuve aquí con Sara charlando, porque el día anterior no la había visto ya que sólo comí y salí corriendo.
Me preparé unas berenjenas “a la abuela” para hoy, ya que me quedaba una berenjena y terminé cenando los Noodles del pack de bienvenida. Sólo puedo decir iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiugh y que no me los pude terminar. Eran los típicos a lso que se les añade agua hirviendo y la salsa son “polvitos” que con el agua se vuelven “consistentes” pero estaba realmente asqueroso.
Me pasé un buen rato hablando con Berta y me acosté muerta de sueño...

Subo una foto del barrio:


La Grand Place por la noche:


Y la más importante. Las tres mosqueteras de Schaerbeek con Max! Un québecois que es igual que el cantante de Take That! Nos reímos de los acentos de los canadienses porque nos es difícil entenderlos, pero es bonito!

Mardi 13, ¿dónde está la mala suerte?

Perdón por tanto retraso y dejar el otro artículo por la mitad, pero problemas informáticos (ordenador muerto + espera de que me llegara otro de casa + conectarlo a internet = desesperación) me han impedido seguir relatando esta aventura.
Comenzaré por el principio pues, lo dejé en el martes:

El martes por la mañana tenía el rendez-vous con el coordinador Luis Gómez García (sí sí, se llama así). Llegué a la universidad en el tranvía y me puse en la situación de los belgas mirándome y pensando “esta chica con esta cara tiene q ser Erasmus por lo mensos”. En fin, encontré a una señora muy amable que me condujo hasta el edificio donde tenía la “reunión”. El coordinador es amable, seco, pero sonrió un par de veces así que se le vio un poco su lado humano. A resaltar la sonrisa q le dirigí cuando le dije q era española (sí, pretendía q me hablara español a ver sua cento, lo admiito). En fin, nos dio más papeles q tendremos  qir rellenando y en fin, parte rollo de la erasmus: la burocracia.
Al salir, me esperaba Irene que estaba hablando con dos chicas portuguesas. Resultaron ser dos chavalas simpatiquísimas de Lisboa, Sandra y Andreia que estudian lo mismo que yo así q tendremos asignaturas en común!
Irene y yo fuimos en busca de su compañera de piso, Stella, griega, y en el camino nos volvimos a encontrar a las dos portuguesas así que fuimos juntas a hacernos miembras del Express ULB Erasmus, una especie de “grupo” de algunos estudiantes de la universidad que organizan planes para los Erasmus. De hecho, todos los eventos de esta semana están organizados por ellos, para q nos vayamos conociendo.
Ah! Antes de hacerme miembro, Ire me acompañó al fotomatón a hacerme fotos de carnet (sólo cinco euros, Yuuuuuuuuuuuuuhu!!). Os resumo las “instrucciones” para hacerse una foto que te tienes que tragar: Póngase dentro del círculo de la pantalla (bien), manténgase recto (bien), intente que se le vea bien la cara, es decir, apártese el pelo de la cara (bien), quítese sombrero si lleva, quítese las gafas, quítese pañuelo, no sonría (EEINGG???), cierre la boca (Rocío, lo siento por ti), manténgase recto como el modelo de la foto (tendríais q ver a la pobre modelo con la cara de amargada). En fin, ante eso y al ser los belgas tan “modennos” pensé... ¿tendrá un detector de la sonrisa? Así que como siempre salgo sonriendo... y no sabía si me iba a dar error... en el último momento hice una sonrisa con la boca medio abierta... Vamos, que la foto es terrible porque salgo con media sonrisa falsa de neurótica pero bueno, por cinco euros (y no 18!) está bien.
Vuelvo a lo del Express ULB Erasmus: en la cola conocimos a otra chica canadiense de Québec creo a la que tmp entendíamos nada. Nos dieron nuestro carnet con la foto (merde!) y, atención, un pack de bienvenida de Erasmus. Éste consistía en: una agenda escolar, una guía urbana para estudiantes, dos latas de bebida, unos noodles, gel de baño y desodorante de hombre, un sobre de nescafé, unas pastas de chocolate, una barrita de cereales energética y descuentos en tienda. Yo lo he bautizado como el pack de supervivencia.
En fin, después de esa laaaaaarga cola, me fui a hacer ootra vez cola al banco para hacerme una cuenta. Eso fue más rápido y fácil. Sólo tuve que dar mi dni, direcciones y poco más (¡y yo que pensaba que me iba a empezar a pedir cosas extrañas!). Eso sí, el señor que me atendía me daba un poco de miedo: es la persona que más fuerte golpea el teclado y el ratón del mundo. Cada vez que tecleaba o escribía se oía un estruendo en la habitación..
Impresiones de la facultad: película americana con tanto campus, edificios y personas. Hay un comedor para estudiantes bastante grande, una papelería que vende de todo... fotomatón... ¡muy distinta a la mía de Sevilla!
Puis, cogí el tram hasta casita otra vez para comer y corriendo quedé con Maddi y Anna porque ese día teníamos un Tour por cuatro bares! El rendez-vous era en la universidad, y el camino se unió a nosotras Irene. De allí nos fuimos al centro en autobús... Invadimos dos autobuses, pero de verdad, INVADIMOS. Tenemos una foto que lo demuestra, no nos podíamos mover, y la barra de cerrar la puerta del autobús nos hacía estar tan pegados como en una lata de sardinas.

En fin, primer bar: el Delirium, famoso por tener no sé cuántos miles de tipos de cerveza. Yo me pedí una blonde (poco original) y poco a pocos nos fuimos encontrando a erasmus conocidos, y a desconocidos pero ya conocidos J.
De pronto, vemos Irene y yo a nuestras dos portuguesas que llegan y nos buscan diciendo “ohh ¡¡estábamos buscando a nuestras amigas!!” hahah. Por cierto, Sandra es bilingüe con el español, increíble, ¡no tiene nada de acento! Les he pedido que me enseñen portugais pour parler avec toi, Lulu, en portugais! (J’te l’avais dit !).
Del Delirium fuimos a otro del que no me acuerdo del nombre...

(Foto (de arriba izq hacia abajo: Martina, Maddi, Marco, Yo, Sandra, Andreia, Stéphanie, Alan, Irene)

Y de ese a otro genial que se llama La Porte Noire. Parece cutre en la entrada pero, tras bajar unas escaleras tipo sótano, llegamos a un bar muy guay! Era muy típico e incluso había una banda de música celta tocando música, parece ser, a capella!
Tras estos bares (en el centro), nos fuimos cerca del Cimetière d’Ixelles donde estuvimos un ratito corto porque teníamos que coger el último tranvía ya que no podemos pagar taxi todos los días!
Fue una noche muy divertida en la que conocimos a más gente como... Alan, otro de los organizadores del Express ULB Erasmus, a Stéphanie, otra suiza de la parte alemana... en fin, y volviendo con nuestros ya amigos J

lunes, 12 de septiembre de 2011

Nunca pensé que un lunes fuera tan bonito :)

Domingo noche. Conversación:
"- Irene... puede q mñn vaya a la Grand Place que está el mercado de las flores y así hago un poco de turismo, si te apuntas me avisas, ok?"
"- Venga vale yo te digo si voy."

Lunes por la mñn. A Martu le entra la pereza y, tras tirarse medio yogur sobre el pijama (merde!), hacer la automatrícula y remolonear... le suena el móvil:
"- Marta soy Irene! Venga que me apunto, ¿nos vemos en la Grand Place?"
"- Ummm... vale! dame una hora!"

A continuación, Martu CORRE! Se ducha, prepara y sale al centro. Llegada a la Grand Place: "- Mais c'est où le marché?". No había mercado. Resultado: Día de turisteo perfecto :)
Más o menos os pongo el recorrido: Grand Place, Gare centrale, Cathédrale, Bourse (y alrededores), Place Sainte-Cathérine, Mont , Palais Royal, Place du Sablon, Notre-Dame du Sablon, Palais de la Justice... y en fin, el caso es que acabamos en Marolles, el antiguo barrio obrero belga. ¡Es precioooso, tenemos que volver! Es lo más típico que hemos encontrado, ¡todo superbonito!
Comimos en un italiano (¡para llenarnos!) y nada, de paseo y turisteo por nuestra nueva ciudad que cada vez nos gusta más... Tiene tantos rincones y sitios bonitos... (¡y postales bonitas!) Lo mejor de todo es que salió improvisado, andando y perdiéndonos un poco por la ciudad.

El caso es que cuando nos dimos cuenta, era muy tarde! Y teníamos que volver a casa, hacer cosas ¡¡y prepararnos para la primera salida Erasmus Oficial!! Y, con mi tranquilidad, al volver a casa me reposé un poco hasta darme cuenta de que había quedado en media hora con Maddi y Anna y que tenía q cenar, vestirme... ¡¡aaaahh!! (Debo de admitir q al final no me cambié, salí con la misma ropa que por la mñn...).
Con Maddi y Anna, nos pusimos a buscar la parada de tram que nos llevaría a nuestro destino, tuvimos que preguntar en un bar (turco, por supuesto) y fueron muy amables ya que salieron incluso a la calle a indicarnos.
Llegando dijimos "oh... il y a beaucoup de gens!" No se cabía en el pub, la gente estaba por la calle... buah! Hemos conocido a gente nueva, pero lo bueno de haber quedado el sábado es que hemos afianzado más la amistad con Antonio, Marc, Patricia... y como la otra vez hablando en francés o inglés aleatoriamente. Conocimos también a un belga, de los organizadores de los eventos Erasmus pero que tiene nuestra edad, muy simpático con el que estuvimos hablando bastante tiempo; y nos reímos mucho con Marc (es un personaje en toda regla) y Max, otro canadiense de Montréal (¡a veces no les entiendo con su acento!).
Ahora, hay que comentar momento CHIARA! Chiara es la italiana con la que estuve buscando piso  para vivir juntas, con ella y con Valérie, la canadiense. Me dijo que irían esta noche pero con tanta gente, la verdad es que ni pensé encontrármelos. Bueno pues, dentro, yendo a pedir con esta gente, veo de pronto a una chica, nos volvemos a girar y grita "MARTU!!!!!" y yo "CHIARAAAAA!!!" aaaaaah!! (Berta entendería este momento de euforia) y salimos fuera corriendo para ver también a Emil y Fabio, canadiense e italiano a los que habíamos conocido también por el tema piso pero que yo no había visto en persona. Cuando salimos fuera, empezaron todos "Ohh the famous MARTU SANCHEZ!". Nos hartamos de reír todos, la verdad, y no me han defraudado nada en persona, al contrario.
En fin, nos hemos hartado de reír todos, ha sido muy muy muy guay... ¡y mañana más! Así no tenemos más remedio que volver a vernos y coger confianza al final (que ya estamos empezando a coger).

¡¡Me encanta la vida Erasmus!!

Dimanche... le jour des frittes!

Bonjour!

Ayer tuve un momento de pánico ya que mi ordenador no arrancaba pero esta mañana, milagrosamente, ha decidido funcionar.

Ayer domingo hice un día de domingo, es decir... me levanté a la hora a la que quise y vagueé un poco... Sara me avisó para ir a la lavandería pero estaba dormida así que nada, iremos esta semana juntas.
Entre que me desperté tarde, vaguear y skypear, me di cuenta de que tenía que hacerme de comer así que manos a la obra. El resultado fue un arroz hecho como si fuera una paella pero con cebolla, pimiento verde, calabacín, zanahoria y para terminar, un chorreoncito de soja. Me ayudó Sara, claro está, ¡sobretodo cuando entré en su cuarto sin poder ver de lo que me lloraban los ojos de la cebolla!
Después limpié el cuarto, me duché y a la Église Saint-Servais donde había quedado con Maddalena y Anna para ir al centro y juntarnos allí con Irene y unas amigas suyas.
Nuestro objetivo del centro: buscar el Manneken Pis vestido con el traje típico de Catalunya por eso de ser la Diada y comer las primeras frittes.
Bueno, llegamos al Manneken Pis pero ¡NOOOOOOOO! le habían cambiado la ropa un ratito antes de llegar nosotras... mala suerte! En ese momento estaba haciendo un homenaje a los bomberos del 11S así que iba vestido como ellos. Bueno, pas grave, ¡iremos a por las frittes! Y como es el clima de Bruselas, empezó a llover: nos armamos todas con nuestros paraguas y buscamos un sitio. Al final acabamos en uno al lado de la Bourse. Maddalena, Ana y yo nos tomamos unas frittes con salsa cocktel. Bueno, "nos tomamos" eso era inacabable! No pudimos con ellas pero estaba ricas. Irene tuvo la suerte de que le pusieron un poco de la Andalouse y de la Américaine.
En fin, después dimos un paseo, y pensamos en quedarnos al espectáculo de la Grand Place por la noche pero entre que refrescaba y que no sabíamos bien la hora ni cuándo iba a terminar, nos fuimos para casa. Cogimos el autobús y aquí llegué, ¡enfadada porque mi ordenado seguía sin funcionar!

Hoy es la primera salida Erasmus "oficial" así que supongo que conoceremos a más gente, y me he enterado de que empiezo las clases el 19, ¡bien!

À bientôt!

Foto: Maddalena y yo teníamos ganas de goffre, mais on va pas tarder à manger le premier! hehe!

sábado, 10 de septiembre de 2011

Samedi, premier rendez-vous Erasmus.

Hoy, bueno... ayer, nos levantamos Sara y yo para ir a hacerme el abono anual para el transporte público (por ser estudiante y tener menos de 25 años blablabla... sale a 102 euros al año... mucho más rentable q al mes porque no hay q pagar nada más). En fin, fuimos a una estación de metro donde había una oficina (estaban todas abiertas a pesar de ser sábado porque es el inicio de curso... ¡qué belgas más eficientes!). Y bueno, aunque me dijeron que iba a esperar mucha cola, fue rápida, conseguí no pagar 18euros por 8fotos de carnet (SISI CARÍSIMO) ya que valía la de mi dni pero en el último momento me faltaba un papel que tengo q conseguir en la universidad blablabla... vamos, que tengo que volver la semana que viene.
Así que dimos una vuelta por el centro... la Bourse, la Grand Place... Sara se compró unas frittes porque tenía hambre (acostumbrada al horario belga) y poco más, la verdad es que estábamos muy cansadas así que nos volvimos dando un paseo a casa.

Una vez aquí, comimos y yo quedé con dos italianas (Maddalena y Anna) para tomar un café, ya que vivimos en el mismo barrio (por cierto... mi barrio es Schaerbeek) y para ver si salíamos por la noche o no porque teníamos que quedar en volvernos juntas. Total, ha sido una tarde simpática con ellas y quedamos para por la noche...
Hora del evento: 21h30 à la Bourse (donde quedan toodos los belgas). Llegamos las tres emocionadas y vemos a un grupo de gente con un folio a modo de cartel que ponía "Erasmus", así que llegamos y siguiendo a Maddalena, nos fuimos presentando. Nos dirigimos a la Grand Place porque había fuegos artificiales, una banda... (aún no sabemos porqué) y nos sentamos, cuando acabó todo, allí en medio. Compramos unas cervezas y nos las tomamos allí (2.50€ la lata de medio litro... yo no digo ná y lo digo tó). Y después de varios intentos, acabamos en un bar todos sentados.
Os comento la gente que he conocido y cosas curiosas: italianas, dos granadinos simpatiquísimos, un madrileño, un canadiense de Montréal, un turcoquenoparecíaturco, un suizo muy gracioso que me recordaba a Chano, un sueco, una polaca, dos alemanas, una chica de Eslovaquia... en fin, ¡un popurrí de gente!
Cosas a resaltar: Antonio, el granadino, es una mezcla entre Iñaki y Basi!!!! Me he pasado toda la noche mirándole y diciéndoselo (martu en modo pesado ON) pero es que me hacía sentir como que ya lo conocía desde hace tiempo, muy gracioso. Además, ¡estudia arquitectura!
El turco, que también estudia arquitectura, fue a una conferencia, ATENCIÓN, sobre LAS SETAS de Sevilla porque el arquitecto era de no sé dónde e hizo un artículo y tal.
A los guiris cuando les dices que eres de Sevilla dicen "Ohhhh c'est joli!".
La polaca se tomó dos cervezas y estaba como una cuba diciendo que sólo había italianos y españoles.
El canadiense era un personaje de los grandes, y en un momento dado cogió copas y se puso a hacer sonido con ellas, sabéis?
Ha sido una mezcla de francés, inglés y español bastante curiosa. Había momentos en los que no distinguía si me hablaban en inglés o francés ¡y contestaba sin saber en qué idioma estaba hablando!
La chica de Eslovaquia era bastante rara... pero se ve que estudia lo mismo que yo.

Ha sido una noche curiosa y sobretodo, ¡multicultural! Nos volvimos andando hasta un punto y de allí nos cogimos un taxi Maddalena, Anna y yo porque vivimos un poco lejos del resto de la gente... ¡pero bueno!

Ahora me voy a dormirr... Sueeeño,

Bonne nuit à tous!

PD: Photo: Er barrio, porque esta noche he cogido la cámara pero no he hecho fotos... Meeerde!

Comienza la aventura.

Por fin en Bruselas!

Pensaba empezar a escribir el blog desde el primer día, pero entre que no tenía internet y que me ha costado abrirme un blog (torpeza innata) comienzo hoy. Sábado... llegué el jueves... ¡tampoco ha pasado mucho!

Hago un resumen de estos días atrás para refrescar memoria:
Jueves - 13h... aeropuerto de Sevilla. Nivel de cague: 100%. Se redujo gracias a que me encontré a Youness y Abdala, quién viajó conmigo en el vuelo.
En fin, el viaje muy tranquilo, casi me quedo con una niña negrita que estaba sentada a mi lado, pero me resistí. Llegué a Bruselas y allí estaba Gemma (Santa Gemma) esperándome en el coche para traerme aquí, al 125 de la Rue Royale Sainte-Marie. 
Llegamos. Llamo al timbre. Una mujer habla... y nos recibió la misma mujer (delacualnomeséaúnelnombre-lalala-llamémoslaMadame). Yo no es por nada, pero mi sorpresa fue el ver a ¡una señora turca en toda regla con su pañuelo en la cabeza y todo! Nos descalzamos (regla número uno de la casa) y subimos hasta arriba... quinta planta. Sísí, ¡a patas! Pero no se hace duro (MENTIRA! La primera vez con las maletas sí, menos mal que estaba Santa Gemma conmigo).
Subimos y nos recibe Sara, mi compañera de "planta". Es una chica navarra muuuuuy amable y simpática. 
En fin, la primera impresión de la habitación fue "me ha tocado la lotería". La verdad es que después de estar tres meses buscando, viendo las cutreces de los belgas... mi habitación es genial: más grande que la de Sevilla, muebles nuevos (Ikea's power) y luminosa. El resto de "planta" se compone de un minibaño que nos va bien para dos personas, y una cocina medianita, bastante "apañá".
Así que después de dejar las maletas, Sara se ofreció para dar una vuelta por el barrio para enseñarme dónde estaban los supermercados y eso, así también nos fuimos conociendo. Volvimos a casa y estaba taaan cansada, que me tomé un trozo de un bocata que me traje y a dormir!

El viernes, me desperté tempranito para ir al mercado, al banco... En fin, ¡a empezar una nueva vida! Desayuné lo que me había comprado Sara (podríamos llamarla Santa Sara también). 
Ahora os comento: me hablaron del mercado en mi calle pero pensé que tendría que andar un poco hasta llegar a él. Sara se reía y me decía "Tú tranquila, que sabrás dónde está...". ¿Qué si sabré dónde está? Salí de casa y casi me caigo en un tenderete! El mercado tenía de todo y... lleno de turcos!! Yo era la única mujer sin velo en el pelo, vamos. La verdad es que era muy curioso porque no parecía Bruselas, sino algún sitio lejano en Oriente.
En fin, hice la compra... no calculé el peso así que llegué a casa un poco muerta; volví a salir a ver el horario del banco; llegué a casa; me hice unas berenjenas "a la abuela" con pechuga de pollo picaíta; y fui al banco. ¿Sabéis que para abrir una cuenta necesitáis "cita"? Pues sí. Os lo confirmo. ¡Tengo cita el viernes que viene para abrirme una cuenta!
Por la tarde estuve deshaciendo la maleta, llegó Sara... estuvimos hablando un rato hasta que quedé con Gemma and family para cenar por el barrio. 
Ah! y no pude conocer a Deniz, mi salvador, porque vino a ponerme internet pero cuando yo había salido. Deniz, ese gran desconocido al que sólo conozco vía teléfono e email pero que me soluciona cosas.
En fin, tuvimos una cena muy rica en un restaurante franco-turco (¡cómo no!) y, tras darme consejos, mapas, e interesantes charlas, nos volvimos a casa. Y, por supuesto, ¡cuando llegué tenía internet gracias a mi salvador!

Continuaré contando el día de hoy cuando vuelva por la noche... ¡Hoy es la primera salida Erasmus!

¡Un besillo!

PD: adjunto una foto de mi habitación, ¡porque del barrio aún tengo pocas!