lunes, 31 de octubre de 2011

Lundi: pas grand chose.

El lunes me desperté porque me puse el despertador (todo hay que decirlo), desayuné y me puse a limpiar la cocina, el baño y lo que pude del cuarto.
Me duché y me acordé de que tenía congelado un filete de... no lo recuerdo ahora. ¡Bien! Comí arrocito con el filete y me fui dando un paseo al centro donde había quedado con Mirka (la chica eslovaca) para tomar un café. La Rue Neuve parecía la calle Sierpes en Semana Santa... ¡máaaaaaaas gente!

Mirka y yo pasamos un buen rato, conociéndonos un poco más. Además, quiere mejorar su español y habla el inglés perfecto así que hemos quedado en hacer intercambios de idioma algún día por libre, es decir, quedar y hablar sólo en español o sólo en inglés para mejorar ambas.


Después me fui a casa de Marco a llevarle una cosa que encontré el otro día y estuvimos allí con sus compañeros de piso españoles con la música puesta y charlando.
Y poco más de lunes... me entró un graan cansancio así que me cogí el tranvía para venir para casa y descansar.

domingo, 30 de octubre de 2011

Dimanche: L'adieu à Lulu.

El domingo nos despertamos, nos preparamos y fuimos dirección Marché de la Gare du Midi para comer un poco de fruta gratis (no es que no suela comer fruta, mamá pero al menos así como variedades que nunca me compraría tipo mango, caqui o piña).
Malheureusement, había mucha gente pero conseguimos comer y aparte comprar para comer y yo encontrarme unas medias negras y unos leggins azul oscuro ya que mis medias están ya para medio jubilar y los leggins me van a venir muy bien para dentro de unas semanas cuando haga más fresquito.
¡Ah! Y compramos más queso. Porque el día anterior compramos un poco de gouda para cenar todos pero teníamos tanta ansia de queso que nos lo acabamos prácticamente así que en un puesto de queso, tras probar uno con aceitunas y tomate, nos decidimos por el Fromage de la Maison: muy rico.
Esperamos a Pau, que nos rejoindró (no me sale la palabra en español, en serio... llevo un rato pensándola) y dimos una vuelta con él y lo dejamos en su búsqueda de fresas.
Nosotras nos vinimos para casa: comimos tranquilamente y nos pasamos un rato de charla antes de volver a la Gare du Midi para que cogiera el tren de vuelta a casa. (efectos especiales: "¡¡ohhhh...!!").

Así que nada, nos fuimos a la Gare. La ciudad se puso triste al despedirse de Lulu ya que comenzó a llover pero bueno; yo me volví y me pasé la tarde leyendo y vagueando... Tanto que se me quitaron las ganas de salir porque me entró cansancio...


En definitiva, ¡¡¡un muy buen fin de semana con Lulu!!! Nos vemos pronto, ¡y vuelve!

Samedi: Ceci n'est pas Bruxelles.

Teníamos muchos planes al aire libre pero... zut! Abrimos la ventana y llovía. Al menos era la lluvia esta de aquí de chirimiri extraña que sólo molesta un poco.
Así que salimos primero para dar un paseo por el bonito barrio de Schaerbeek, fuimos al parque con los burros para que Lulu los viera y cogimos el tranvía para acercarnos al centro.
Decidimos entrar en el museo de Bellas Artes y en el Museo Magritte hasta que el tiempo se aclarara un poco. ¡Bieeeeeeen! Tenía muchas ganas de ir a esos museos.
Aunque todo hay que decirlo: nos pasamos todo el museo Magritte buscando el cuadro de Ceci n'est pas une pipe y el del hombre con una manzana delante de la cabeza y NO están en el museo de Bruselas. Uno de ellos está en los Ángeles y el otro no lo hemos buscado aún... Aun así, está muy bien el museo Magritte. Parecía que íbamos a una cámara del banco ya que nos hicieron dejar los bolsos, pasábamos uno a uno dando la entrada, después en un ascensor con securatas también... Madre mía. Con una entrada así ¡claro que una se piensa que va a ver esos cuadros!
El museo de Bellas Artes está también muy muy bien. Aunque hay una parte que está cerrada ya que están renovando las salas creo... Pero hay muchas obras muy buenas. Hay muchos de Van dyck, Navez, una sala dedicada a Rubens, otra a Bruegel... y muchos más autores innombrables, la verdad.

Bruegel.
Tras la mañana de museos, salimos y sorprendentemente, ¡también salió el sol! Bajamos por el Mont des Arts hasta el centro parándonos en las librerías. Ya en la Place Agora comimos algo, llevé a Lulu a tomar un gofre como las abuelas y entramos en otras dos librerías.
Luego nos fuimos dando un paseo hasta la Église du Sablon (que se llama así porque estaba sobre una montaña de arena, du sable) y buscamos lo que yo creía que era una gran papelería pero no... me equivoqué y era simplemente una casa de carteles antiguos.
Pero pero pero encontramos... una tienda TASCHEN. Sí sí, la editorial de los libros de fotografías bonitos. SÍ: ¡LA TIENDA!
Dimos un paseo hasta Louise donde cogimos el metro para ir al parque del Cinquantenaire y allí estuvimos sentadas en el césped escribiendo postales y haciendo fotos otoñales, ya que todos los parques están muy otoñales y bonitos, y esperando a Pau a que llegara.


Dimos otro paseíto por el parque con Pau, pasamos por el Carrefour express para comprar un poco de la bouffe y nos vinimos los tres para casa para preparar máaaaaaaaaaaaas crema de calabacines y comer.

(Lulu, merci de m'avoir écrit sur le cahier!! :) je l'ai lu quand je suis arrivée de la gare et ça m'a fait rire!! En plus, ça m'a aidé à bien me souvenir de ce qu'on avait fait! plein de trucs pour juste trois jours!)

Vendredi: Bruxelles avec Lulu.

El viernes nos despertamos, nos preparamos y nos fuimos directas a Marolles ¡al marché aux puces de Jeu de Balle!
Nos pasamos casi toda la mañana por allí mirando cosas, Lulu haciendo fotos... ¡y encontré un anillo! Muy guay de plata, sólo por cinco euros. Puede decirse que ya tengo un recuerdo de nuestro querido barrio y marché.


Como veis en la foto, en la brocante venden de todo: hasta diapositivas de gente. Era como ver la historia de una familia desconocida a través de las fotos. Tanto esas más modernas como antiguas que daban un poco de miedo.

Tras la Place Jeu de Balle y un paseo por el barrio, Lulu y yo cogimos el tranvía para ir hasta la Place Flagey a comer las frites más ricas de Bruselas (o eso me parece a mi). Nota mental: hacía MUCHO calor. Hicimos cola y nos sentamos en uno de los bancos de la plaza, tras haber huído de nuestro sitio al sol, y allí estuvimos "la mar" de agusto. Tras dejar que las patatas bajaran un poco y Lulu rendirse ante su enoorme paquete, nos fuimos dando un paseo hasta el Parlamento Europeo y la Place de Luxembourg.

De allí nos dirigimos al centro a un té para que Lulu se despertara y yo a por un chocolat chaud. Antes de llegar al café, nos paramos en varias tiendas descubriendo otra librería de segunda mano muy muy guay. ¡Apuntada queda para más adelante!
El café se llama Les gens que j'aime y está genial. Decorado tipo años 60 con una segunda planta muy acogedora, buena música y perfecta situación. Me encanta descubrir sitios así por aquí... Tanto librerías como las que hemos visto como cafés tan originales y agradables.

Una vez las pilas cargadas, nos adentramos al mundo del turisteo y buscamos al Manneken Pis con la reacción de Lulu "Ah bon???". Sí, realmente es así de pequeño. Todas las reproducciones de las tiendas de souvenirs de alrededor son más grandes, sí... De hecho, la foto que hizo Lulu del niño que mea es de una tienda de souvenir que tienen en la puerta una reproducción grande tipo fuente. Total, para lo que es en realidad...
Seguimos el recorrido entrando en más librerías hasta llegar a la Place Agora donde nos sentamos un rato esperando a que Pau llegara al centro.


(A todo esto, Lulu seguía llevando el paquete de frites en la mano, pensamos que no iba a poder cerrar la mano al final del día, que se le iba a quedar en "modo garra").
Fuimos a la Bourse a por Pau, entramos en el Delhaize para comprar un poco de la bouffe y dimos un paseo para ver la Grand Place de noche.

Nos cogimos el autobús y para casa donde hicimos ¡crema de calabacines!
Tras nuestro rato de charla y cotilleos en la cama, nos acostamos para continuar al día siguiente de turisteo.

Jeudi: Lulu arrive!!

¡¡La clase de 10h fue interesantísima!! Estuvimos hablando de cómo la ortografía francesa no ha evolucionado prácticamente, lo cerrados que son al pensar que la ortografía es parte de la lengua, de la historia de la lengua, y cómo no lo es. Debería ser algo que cambia como en otros idiomas pero en francés es distinto...
En fin, tras clase me fui corriendo para casa ya que quería ir a la lavandería antes de comer. Llegué a casa y me crucé con la señora de la casa (el día que me aprenda el nombre lo pongo pero ¡es que no lo sé!). Tan amable como siempre me estuvo preguntando qué tal iba y me comentó que ese día llegaba un sobrino de Turquía que iba a vivir justo debajo de Sara y de mi (no sé por cuánto tiempo ni nada) y mientras que me lo decía yo pensaba "¿Pues sabes quién llega también hoy? ¡LULU!". En fin, de pronto me dijo "Attends, je vais te donner une chose", se metió en la cocina y ¡¡apareció con un plato con especialidades turcas recién hechas!! Una cosa eran unos rollitos envueltos en acelga parecía, con carne en su interior, ¡¡¡riquísimo!!! Y lo otro era un dulce hecho como con un hojaldre muy fino y con no sé qué que estaba riquísimo. ¡Así una sí que va contenta a hacer la lavandería! Encima, han vuelto a abrir la que tenemos justo debajo de casa: ¡¡bien!!
Después de comer, estuve recogiendo y haciendo cosas por casa hasta salir hacia casa de Irene para pasar un rato con ella.

El Parlamento Europeo.
 De allí nos fuimos a la Place de Luxembourg a estar un rato con Pau y conocer a sus compañeros de por allí ya que acababan de salir de trabajar. Era una especie de Salvador como en Sevilla pero a lo grande, a lo europeo, y todo lleno de gente enchaquetada que venían del Parlamento. Pasamos un buen rato, la verdad es que el ambiente era muy muy guay: volveremos.

Y a 20h: ¡rápido! A la Gare du Midi a buscar a Lulu! Llegué y allí estaba, esperando delante de una cafetería: ¡bieeen! Nos fuimos hacia el metro para ir a cenar algo al centro y ver a Maddi en Goupil le Fol.
En el metro nos encontramos a Anna que estaba con su novio, cosa que no sabía hasta ahora. Pensé que era su hermano, se lo pregunté y me dijo que sí. Pero claro... yo estaba a un lado con Lulu hablando y miro y veo que se está dando un beso con el chaval. Me quedó sin saber cómo reaccionar y digo "Lulu... creo... creo... que no es su hermano... se están... besando". Nos entró un ataque de risa porque no sabíamos muy bien de qué iba la cosa hasta que Maddi nos confirmó que era su novio que le había dado una sorpresa pero claro... ¡Vaya lío!

Cenamos un kebab rápido y nos fuimos a Goupil le Fol a tomarnos un cóctel de frutas. Por fin conseguimos una tarjeta del sitio: la tarjeta lo peta MUCHO. Está como plastificada con fotos y tal, de categoría vamos. A Lulu le gustó el sitio así que bien.

Nos volvimos para casa para empezar el día siguiente nuestro tour y tachar cosas de la lista de lugares a los que ir en Bruselas.

sábado, 29 de octubre de 2011

Mercredi: cumple de Pauuuuu.

El miércoles por la mañana quedé con Maddi para ir a ver algunas tiendas por la Porte de Namur (calle de tiendas).
Nos dimos cuenta de que teníamos cada una un problema: ella con todo lo que sea cremas corporales y yo con los básicos del HyM. Oh my godd... Me compré una especie de vestido negro básico sencillo tipo... camiseta larga y un jersey de cuello vuelto pero caído negro que me sirve también como vestido en un momento dado... ¡Ah! Y una lima para la uñas. ¡¡La necesitaba!!
Pero tuve otra de mis cagadas: no me traje pintauñas por no ocupar espacio y aquí no me compré por el gasto de pintauñas + quitaesmalte. Pues bien, en una tienda de cosméticos no se me ocurre otra cosa que probarme dos pintauñas en mi uña del dedo gordo. Res
ultado: tengo el dedo gordo medio pintado de dos colores distintos y no me lo puedo quitar porque claro está... no tengo quitaesmalte.
Episodio guetto: al lado de esa zona comienza el Matongé, el barrio del Congo. Pues bien, entramos en una especie de galerías que, ya dentro, nos dimos cuenta de que parecía un guetto de negratas donde de hecho éramos las únicas personas con la piel de color cerdo.
Era todo para ellos: hasta había una tienda de cosméticos donde vendían crema para... ¡aclarar la piel! ¡Y nosotros comprándonos crema para oscurecer! Vaya tela...

Bueno, tras esa bonita mañana, ella se fue para la facultad a estudiar y yo a casa a hacerme de comer y a pasar apuntes.
Obviamente, no hay mucho que comentar sobre la tarde en casa estudiando. Lo único, que como era el cumple de Pau (¡¡¡¡compañerouuuu!!!!)... me pasé todo el día mandándole sms de felicitación, ¡vivan los sms gratis! Aunque no creo que él piense lo mismo después de recibir no sé cuántos sms de "¡felicidades!".


Por la tarde noche me fui para casa de Pau a cenar con él por su cumple y de paso a conocer su pisito donde aún no había estado.
La verdad es que el piso está muy muy bien y es genial eso de que tenga dentro de la habitación la ducha y una pequeña cocina para hacerse el desayuno. Genial para gente vaga como nosotros, quiero decir. Estuvimos hablando por skype y soplando velas vía internet.
Pasamos un buen rato de "hermanos" y me volví a casa antes de que se acabaran los autobuses, no vaya a ser que me pasara lo de siempre (bueno... lo del otro día).

Llegué a casa y me acosté pronto ya que al día siguiente tenía clase a 8h...

Mardi: journée de retrouvailles.

Como el lunes se nos hizo tan tarde, me quedé en casa de Marco a dormir ya que tenía las carpetas y todo para ir a clase al día siguiente. Él se fue a clase de 8h y yo me desperté y me puse a mirarme apuntes, pasar cosas... esperando a que él llegara y a mi hora para ir a clase. Llegó en modo agobiado porque tenía un montón de cosas que hacer para la universidad, seguimos cada uno con nuestros apuntes e hicimos una pausa para hacer un poco el tonto y yo irme a clase (vive a diez minutos andando de la facultad).

En clase de Instituciones Europeas, Valérie y yo nos desesperamos un poco porque la profesora últimamente decide mezclar el inglés con el francés en las clases y el inglés... digamos que no es su fuerte así que al cambiar de lengua de pasar del francés con su bonito acento a su inglés con acento chapurrero, el oído hace algo como "ayayayy no me hagas esto". Pero bueno, estuvo bien. Vi también a Irene y a las portuguesas... en fin, a todo el mundo que está en esa clase.
Fue bastante curioso porque ese día toodos los españoles llegaron tarde y Val me dijo que en Canadá si llegas tarde ya no puedes entrar en clase así que la gente llega al menos con un cuarto de hora de antelación. Nos estuvimos riendo en plan "En España como ves no es así...".

Después, la clase con mi profe prefe fue muy bien porque además estuve con Andreia, la portuguesa, y con Lucía, una valenciana que es GENIAL. Nos hartamos de reír juntas y nos entendemos muy bien. Además, con ese profesor en clase es un lujo.


Faculté de Philosophie et Lettres.

Salí de clase y tenía hambre así que quedé con Maddi que estaba por la facultad para comprar un bocata y vernos.
Ya en casa hablé por skype con Gonchiiiii. Desde que estoy aquí no había hablado con él por skype así que fue el típico momento de "¡¡¡aaaaayyyy!!!".
Me pasé el resto de la tarde pasando apuntes y hablé también con Berta por skype.

Por la noche iba a ir a un concierto de jazz gratis por el centro y para despedir también a Dani que se vuelve a España por la semana tampon (la semana de vacaciones se llama así) pero mi SuperTitoPepe me estuvo ayudando para hacer que este bichito (el ordenador) fuera más rápido metiéndose en mi ordenador desde Sevilla... cosas de extraterrestres. Se me hizo un poco tarde y me entró el gran cansancio, así que me quedé en casa con Sara para el día siguiente aprovechar bien el día ya que había quedado con Madou por la mañana.

Domingo por la tarde y Lunes: la rentrée à Bruxelles.

El domingo mientras iba en el autobús de Charleroi a Bruselas y en el metro estaba pensando "¿Qué me haré de comer hoy...?" pero... Santa Sara sieeeeeeempre está ahí. Subo las escaleras muerta de calor ya que iba vestida de invierno y aquí es otoño y oigo ruidos. Me encuentro a Sara y la cocina llena de tuppers. Resulta que se había hecho comida para toda la semana y me había dejado un poco de lentejas y de arroz con brócoli. ¿¿A que es adorable??
En fin, nos estuvimos contando el fin de semana mientras que comíamos y yo deshacía la maleta y tras recoger un poco, hablar con mis padres y la abue por skype, me duché. SÍ. Una ducha limpita, bieeeeeennnn y me fui para la Place de Londres donde había quedado con Pau e Irene para dar una vuelta. Estuvimos por el Matongé, el barrio del Congo y era genial. Irene y yo somos las locas de África así que íbamos "uaaala... miraa" todo lleno de negratas (parecía un guetto) con tiendas y todos los bares que te transportaban al África negra. Nos tomamos algo en un bar que hemos fichado como futuro sitio para comer algún día.

Después, me fui para el centro donde había quedado con Maddi y Anna para cenar. Bieeeeeeeeeeen. Estuvimos un ratito juntas contando Maddi su weekend en Amsterdam, Anna las cosas con sus amigas y yo el mío en Riga. Por cierto, tengo que decirlo, me encanta ir con ellas y pasar por una italiana más. La gente se dirige a nosotras en italiano.

Nos fuimos prontito para casa porque al día siguiente tocaba empezar de nuevo la semana.

Las clases del lunes fueron muy bien pero ahora os cuento mi primera cagada de la semana y nada más empezar: llego y veo a Mirka, la chica lituana (o al menos eso pensaba yo) con el chaval polaco que se llamaba... Max o algo así.
Le digo "- Ohhh ¡¡Mirka!! ¡He estado pensando en ti todo el fin de semana porque he estado muy cerca de tu país!".
Ella reacciona con sorpresa y alegría "- ¿Oh sí? ¡Qué bien! ¿Dónde has estado?".
"- En Letonie.
- Letonie?
- Sí.
El chico polaco: - Umm... eso pilla un poco lejos de su casa, ¿no?
- No... están los tres países juntos: Estonie, Letonie et Lituanie!
(A todo esto... Mirka fuera de juego)"

Tras una conversación que se me hizo ETERNA de besugos, me entero de que Mirka es de Eslovaquia. Minipunto para Martu. Al menos nos estuvimos riendo un buen rato de mi bloqueo mental.
Las clases fueron bien, en sociolingüística cuando Abdala entró por la puerta nos entró un ataque de risa tipo "¿Hasta aquí te tengo que ver?".



En fin, volví para casa, comí y salí porque había quedado con Mirka para hacer unos ejercicios para la clase y aclarar unas dudas. Tras eso, Marco me llamó ¡ya que hacía lo menos dos semanas que no nos veíamos! Pasamos un muy buen rato contándonos las dos semanas con nuestras aventuras y hablando hablando... ¡cuando nos dimos cuenta se nos hizo tardísimo!

jueves, 27 de octubre de 2011

Voyage à Riga du 20 au 23 octobre.

Llegamos a Riga y lo primero que hicimos fue un sitio donde cambiar el dinero a letones y sus "sentimus" (parece canis diciendo "sentimus"). Bus para el centro de la ciudad y pasamos por el barrio más soviético que hay en Riga, o eso pensamos: todos los edificios rectangulares, con las ventanas, sin nada... grises... las calles anchas y edificio tras edificio. Típico momento en el que piensas "¿pero a dónde c** he venido?".
Al llegar al albergue atravesamos parte del casco histórico: mmmuy bonito. Pero no hacía más que preguntarme "¿Dónde está la gente aqui?". Hay pocas personas por la calle, y de las pocas, la mayoría son señores mayores que piden en la calle o trabajan. Había una señora muy bien vestida que veíamos todos los días pidiendo; u otra que vimos el primer día bailando por la calle con un casette. En fin, la "recepcionista" del hostal (entre comillas porque descubrimos que vivía allí también en una habitación) era muy letona/rusa/del este. Nos hablaba medio en letón medio en inglés y tras media hora, conseguimos enterarnos más o menos de lo que nos quería decir. Dejamos las maletas en la recepción y fuimos a dar una vuelta hasta poder entrar en la habitación.
Al volver, nos metimos en la habitación de 12 que APESTABA. Qué asco. Pero bueno, intentamos concienciarnos, descansamos un poco y salimos otra vez a la calle. Lo mejor fue al volver para cenar. Nos encontramos a nuestros compañeros de hostal y de habitación: todos parecían sacados de una novela. Puretas que parecían de la mafia rusa. Estaba el señor de la bata de flores que bebía mucha cerveza y veía programa de gente desaparecida en la tele; el señor enchaquetado con un Nokia en blanco y negro de los primeros que salía y al que le faltaba media dentadura; el señor canoso con bigote y su bolsa de plástico; la "rata" que era uno que estaba metido en la habitación con el ordenador con cara de enfermo; y más siniestros... Al ver el panorama, decidimos pasarnos a la habitación doble para estar más tranquilos y meenos mal porque vaya tela. Encima yo era la única chica, aparte de nuestra querida recepcionista que, no sé cómo lo hacía pero el albergue estaba muy guarro y ella parecía que se pasaba el día limpiando.
En fin, aparte de ese incidente, de que las duchas apestaran y de que saliera polvo de nuestra cama: todo muy bien.
El primer día hicimos un recorrido por parte del centro pasando por el castillo, la catedral (nuestro albergue estaba en la plaza de la catedral), el monumento a la libertad, la torre de pólvora, los gremios... y acabamos tomando un chocolat chaud y un café en una cafetería muy bonita enfrente del monumento a la libertad.


Y esa noche descubrimos el gran LIDO, gracias al cual comimos todos los días. Se trata de una cadena de restaurantes tipo buffet muy baratos y con comida típica de allí. Nos lo aconsejó Youness y la verdad es que comimos tooodos los días por allí. ¡Qué cosa más rica! Lo que más me gustó fue un lomo de pescado (ni idea de cual... algo parecido a la merluza) que por encima tenía como una especie de bechamel hecha de zanahorias riquísima. Y un arroz con pollo y zanahorias que me daba sabor también a canela o algo así... QUÉ RICO.

La mañana del día siguiente la dedicamos a todo lo que es Art Nouveau. Fuimos por la calle Alberta y alrededores donde hay muchos edificios y entramos en el Museo de Art Nouveau. Toda esa parte me encantó también, la verdad es que iba por la casa museo y no paraba de pensar en las ganas que tenía de ver una película o leer una novela ambientada en aquella época.

Pasamos por un montón de parques, porque allí hay muchos. Además, son digamos... parques abiertos, que no se cierran con una verja sino que son abiertos. Y con el otoño... ¡estaba todo tan bonito y otoñal!


Comimos en nuestro querido Lido y después fuimos a la enoorme Iglesia Ortodoxa que hay allí. Es muy muuy bonita y me resultó muy curioso entrar ya que nunca había estado en ninguna: en vez de un gran altar como normalmente, estaba el "grande" pero además muchos pequeñitos por la Iglesia y las personas iban haciendo una especie de tour con muchas reverencias y gesticulación. La verdad es que son tela de religiosos por allí.

Paseando, acabamos en la facultad de allí de Bellas Artes donde había una exposición de proyectos que habían hecho los alumnos. El edificio es precioso, dentro tiene unas pedazos de vidrieras. Claro que no tenemos nada que envidiarle, teniendo nosotros nuestra Fábrica de Tabacos, pero era precioso igualmente. Y ¿cómo supimos lo de la exposición? Pues porque nos cruzamos con una chica que acababa de estar y nos dijo que entráramos. Supongo que necesitaría publicidad o algo, pero estuvo muy bien.
Después entramos en el Museo de Bellas Artes de allí que está muy bien y donde descubrí a dos autores que me gustaron mucho. Y resultó que eran los creadores del arte letón. Os pongo alguna obra:

Rozentals.


Valters.

 

Luego dimos una vuelta por el centro buscando edificios que nos faltaban: la casa del gato, los tres hermanos...
Pasamos por el albergue para descansar y Abdala hizo una tentativa de conocer a letones ya que llegaron dos chavales de nuestra edad al albergue. Yo me quedé en el cuarto pero cuando salimos para cenar me dijo que habíamos quedado con ellos para tomar algo luego. Cenamos y al volver al albergue para quedar con ellos vi el plantel: el chaval era siniestro al máximo, le faltaba además media dentadura y la chavala era linda, poco rara. No fuimos con ellos porque se quedaron en el albergue así que salimos a la búsqueda de un bar del que habíamos oído hablar que tenía mucho ambiente y blablabla... Efectivamente, no lo encontramos así que terminamos en otra cafetería con otro chocolat chaud. Yo me quedaba dormida por las esquinas porque entre el cansancio y que me había resfriado no estaba al 100% así que nos subimos al hostal. Ese día nos lo pasamos cada vez que estábamos en un sitio con wifi conectados buscando información ya que coincidió la muerte de Gadafi con lo de ETA, ayayayy ¡y nosotros en la otra punta de Europa!

Al día siguiente nos levantamos y fuimos directamente a buscar la Iglesia de San Pedro, la Casa de las Cabezas Negras y a entrar en el Museo de la ocupación. La verdad es que el museo estuvo realmente bien: contaba la historia de Letonia del siglo XX y había muchas fotos, documentos originales, reproduciones, y objetos originales (desde un traje pasando por pañuelo bordado con espinas de pescado, como una trenza, un libro con cosas escondidas en la contraportada, dibujos de niños... todo donaciones).
El museo era gratis pero podías hacer una donación. Cuando nos ibamos estaban preparando como un documental para ver allí todos juntos. La verdad es que daba la sensación de asociación o algo así y al salir y ver a todos los señores que sabes que han vivido todo lo que acabas de leer... da respeto.
En fin, después de comer dimos una vuelta por otra zona del centro con edificios bonitos e intentamos entrar en el museo de la fotografía pero cuando llegamos allí nos dimos cuenta de que nos habíamos quedado sin letones: bieeeeeeeeeen, marcha atrás.
Acabamos entrando en el Museo de la Guerra, que está dentro de la Torre de Pólvora. Estaba bien lo que pasa es que me aburrió un poco ya que el tema de ver armas y tal no me motiva mucho. Aún así, en la últimas partes había reproducciones de lugares como el despacho de Stalin, algo más "divertido" e interesante para mi.
Dimos una vuelta por el centro pasando por las zonas que más nos gustaron, volvimos a la cafetería del primer día, cenamos y nos fuimos al albergue para preparar la maleta para el día siguiente y ver Informe Semanal para enterarnos bien de lo que estaba pasando, a pesar de leer los periódicos online. ¡En esos momentos te sientes que estás realmente fuera de casa!


Comentarios a hacer en cuanto a Riga: ciudad muy bonita y distinta a todo lo que tenemos por aquí. Gente fría y sosa. Mucho anciano trabajando y por la calle (desde una abuela barrendera, pasando por la que bailaba para pedir dinero a los que trabajan en los museos o tiendas). Comida: RICA. Un buen sitio para ir a pasar un fin de semana. Un viaje muy muy cultural.


martes, 25 de octubre de 2011

Mercredi: Avant le Départ.

El miércoles por la mañana me desperté con muchas cosas en la cabeza por hacer pero claro está que no hice casi ninguna. Fue una pena porque tuvo lugar la Journée de l'Europe y había montado un tinglado en la universidad por países y tal, pero bueno.
Me quedé en casa viendo qué me llevaba a Riga (máxima de 8grados), tenía que ir a imprimir el billete, a sacar dinero... En fin: los preparativos. Encima me puse a ver para ir al aeropuerto y me equivoqué con los horarios por lo que el último autobús para el aeropuerto salía a 20h30 y no a 23h30. Sino... a coger el primero a 4h.
Entretanto, Abdala sin saldo y en clase escribiéndome por el Facebook... En fin. Decidimos coger el último autobús y pasar la noche en el aeropuerto.
A todo esto, el día era de los feos feos porque de vez en cuando caía una tormenta, sino chispeaba... El día perfecto para meterse dentro de la cama y ver una peli con un colacao calentito... ¡ummmm! Y tengo que contar mi momento de pardez/paletismo al no conocer la nieve/ansia de nieve: de pronto oigo "plop plop plop" y pienso "vaya lluvia rara...". Miro por mi ventana y como es buhardilla... veo que es como un granizo pequeño. Me acerco y pienso "¿pero esto es nieve?". Parecía copitos de nieve pequeños, porque además resvalaban poco a poco por la ventana. No podía serlo porque no hacía tanto frío pero... lo parecía.
En fin, me tenéis que ver media hora mirando eso, oyendo el "plop plop" sin saber qué hacer. Cogí el ordenador y hablé por el Facebook con Max: efectivamente, era granizo. Y, perdonadme por la expresión, pero un granizo maricón. Vamos a ver... ¡¡En Sevilla cuando graniza tiemblan hasta las piedras!! Pero no ese granizo que ni hacía daño, ¿dónde está entonces la gracia del granizo?
A pesar de saber que era granizo, me llevé un buen rato mirándolo, incluso le hice una foto:


Otro momento importante del día fue que hice mi primera crema de calabacines. No me salió tan buena como la de mi madre, obbbvvvviamente, pero oye... tampoco estaba muy mala. A mi de hecho me gustó pero claro, nos suele gustar lo que cocinamos. A todo esto, terminando de hacerla, Abdala y yo decidimos pasar la noche en Charleroi así que me sobró como casi toda, que se la dejé a Sara para que cenara algo calentito aquella noche.
Salí a imprimir el billete al ciber más guarro del mundo pero no me tocó en el ordenador del teclado negro. Bueno, sí, era negro pero porque de fábrica tenía ese color, no porque estaba teñido. De allí al banco y al Carrefour a comprar cosillas que me faltaban. En ese paseíto vi como 3 cibercafés más por aquí, tendré q investigarlos (nota mental).
En el Carrefour me llevé no sé cuánto tiempo, para salir con tres cosas y galletas. Tenía un antojo de galletas de chocolate bastante grande.
Llegué a casa, terminé la maleta y me fui corriendo a la Gare du midi donde había quedado con Abdala.
La noche en Charleroi se pasó bien: a partir de 1h, el aeropuerto se convirtió en un pequeño salón/albergue donde había gente que iba preparadísima para dormir en el suelo. Conocimos a un español muy pesado que vivía en Lyon y se iba a pasar unos días a Portugal... blablablablaaa...
Yo dormí poquísimo... donde realmente dormí fue una vez pasado el control, en los asientos de las puertas de embarques porque son mucho más cómodos.
Ya en la puerta de embarque al observar a la gente que se montaba en el avión me empecé a dar cuenta de que íbamos a un sitio muuy lejos donde la gente era totalmente distinta a lo que estamos acostumbrados a conocer, pero eso era un problema de la Martu del futuro. La Martu de ese momento sólo pensaba en dormir en el avión...

martes, 18 de octubre de 2011

Mardi: la pluie est arrivée à Bruxelles.

Hoy nos despertamos Maddi y yo, miramos por la ventana y... ¡mierda! Lluvia.
Desayunamos tranquilamente y nos dirigimos al Marolles, no sin antes habernos equivocado de dirección de tranvía y dar así una vuelta turística por Schaerbeek, que nunca viene mal.
Ha sido un día feo ya que hacía frío, llovía, hacía viento... Y nos empeñamos en ir al mercado aunque lloviera que, había cosas. Lo que pasa es que claro, llegamos y nos fuimos porque yo tenía clase y ella cosas que hacer.
Llegué a clase con frío, un poco mojada y bueno, cansada (qué raro, ¿no?). Terminamos la clase de Instituciones europeas, que hoy me ha aburrido un poco, la verdad. Y estuve un rato con Ire acompañándola a comprarse un poco de la bouffe antes de ir al banco. Fui para ver si podía cambiar euros a la moneda de Letonia, ya que me enteré ayer que no tenían euro (bien martu, bien). Y, efectivamente, me dijeron que no podía pero que allí aceptan euros. Así que nada, cambiaré un poco en el aeropuerto aunque me claven, y pagaré lo que pueda con tarjeta de crédito o con euros que me acepten.
Salí de la universidad con frío y volví para casa. Aquí comí, y me puse a buscar cosas de Letonia. Tras un anhelo de quedar con Marco pero sin saber dónde ya que llovía y yo no tenía muchas ganas... decidí meterme en la cama. Sí, me veis a las siete de la tarde metida en la cama, ¡más agusto que nadie seguro! Me he pasado toda la tarde vagueando, POR FIN. Bueno, buscando cosas de Riga y eso... pero sin mucho en que pensar, con la música (ME ENCANTA Angus & Julia Stone y Kings of Convenience!), hablando por el skype, por facebook... y dormitando. QUÉ BIEN. Y no vale decir "aalaaa qué vagaaa" porque seguro que todos lo deseáis también. De hecho, os invito a hacerlo. ¡Hasta he merendado! Me puse los cereales de chocolate del Carrefour discount (salvador de vidas) con leche calentita y la leche se tiñó así que al final era como tomarme un ColaCao calentito...
Estaba metida en mi bola hasta que de pronto, oigo ruido en la cocina, ¡Sara había llegado! Tras nuestro momento de cháchara particular y cenar un poco, nos fuimos cada una para nuestro cuarto y ahora estoy aquí pensando si dormir o ponerme una película que veré sólo la primera media hora porque no creo que aguante mucho... mañana será un largo día.

Lundi: Bonjour Bruxelles!!

Lundi por la mañana: ducha, desayuno, conversaciones con Sara de "estoy dormida... es lunes... grrr".
Llegada a clase. Dar clases, darse cuenta de que en tres días te vas a Riga. Aaah.
En clase de grammaire comparée, en la que estoy con Mirka, la lituana, conocí a otro erasmus polaco que se llamaba Max o algo así creo. Hacemos una mezcla muy rara aunque bueno, para ellos, la rara soy yo, la española. Nunca he comentado nada sobre Mirka pero es muy simpática, además, se interesa mucho por el español y nuestras costumbres. Sabe un poco español porque estudia idiomas y el otro día por ejemplo, me preguntó si tengo "el típico acento de los del sur de España". Había oído hablar de nuestro acento en clase o algo así. Además, al saludarnos, ni nos damos dos besos, ni la mano. Es bastante raro el saludo lituano: acercas las mejillas como para dar un beso pero te quedas a medio camino. Ea... y yo siempre me quedo ahí sin saber cómo reaccionar.
Salí de clase, me compré dos libros que iba a necesitar para dos asignaturas y corriendo para casa a prepararme la comida porque esa tarde había quedado con Valérie para hacer la primera quedada tandem.
Nos vimos en la Grand Place, aunque llegamos las dos tarde. Menos mal que tenemos los sms gratis y nos íbamos escribiendo "en attendant le bus!", "je suis dans le bus!", "quelle merde de trajet!" y, al menos, hicimos cada una el camino entretenidas. Nos fuimos a la cafetería donde los abuelos comen los gofres, porque Val vio la foto del gofre y me pidió que le dijera dónde estaba. Lo malo es que al quedar y hablar de comida... queremos hacer todos nuestros encuentros con algún tema culinario.
Pasamos un muy bueen rato hablando y sacando vocabulario del español, ya que la pobre no tiene ni papa. Haremos también intercambio de cine canadiense (del Québec) por el español, ¡la verdad es que nos los estamos planteando muy bien!


Mientras nos tomábamos el gofres, oímos los gritos de unas niñas pero... gritos tipo Beatles otra vez. Estábamos muertas de curiosidad y cuando salimos y pasamos por todo el jaleo, resulta que había uno de los Jonas Brothers haciendo no sé qué. Desde luego... pero vaya gritos de gatas en celo que estaban pegando las niñas, de verdad.
Nos dimos un paseo por el centro y quedamos en hacer bastantes cosas, porque Valérie entre una cosa y otra, aún no había hecho turismo.
De allí me cogí el tram para ir dirección chez Maddiiii donde nos esperaba una noche de música, pelis y charlas. Anna se ha ido a Amsterdam con sus amigas italianas, así que como se quedaba sola y yo al día siguiente entraba a midi a clase, quedamos en hacer una soirée entre nosotras.
Al final fue sobretodo pasarnos, escuchar música y hablar. Lo de la película lo dejamos para otra noche... Conocí a dos amigos suyos por skype ya que le llamaron e hicimos un popurrí de conversación en inglés, francés, español e italiano; y lo dicho, ¡¡nos pasamos mucha música!! Ojalá tuviera mi ordenador para poder meterme todo en el iTunes... Hasta entonces, pegada al ordenador para escuchar los nuevos grupos.
Gran descubrimiento el de Kings of Convenience, Angus & Julia Stone y Negrita. Aunque aún tengo varios por investigar... A ella le pasé algran Glen Hansard, Playing for Change, Sufjan Stevens, Josh Ritter, Vetusta Morla, Pereza...
Y... ¡alegría! ¡También conoce a Simon&Garfunkel como un clásico desde que es pequeña!
Para cenar comimos una caprese con mozzarela del Lidl y lechuga, y un pan con aceite y perejil que puso en el horno. De postre preparó una especie de risotto al chocolate y café y una especie de tarta con manzana, confiture, zumo de manzana, pan de pita... ¡Todo muy original!


Nos acostamos porque estábamos reventadas (vale, sobretodo yo) y nos pasamos un rato hablando hasta que las voces se fueron apagando del sueño...

Dimanche: The Kooks!

¿Sabéis cuando por la mañana os despertáis, miráis la hora y seguís durmiendo? Pues eso me pasó a mi el domingo, con la pequeña diferencia de que miré la hora y eran las dos de la tarde. Aaaaaaaaaah ¡había dormido unas trece horas sin inmutarme! Me levanté, entré en la habitación de Sara tambaleándome y le digo "Sara... ¡que me acabo de despertar!". A lo que ella se rió y dijo "Ya, ya... si no he puesto el aspirador porque estaba esperando a que te despertaras! Anda, ¡la que se iba a ir a la exposición!".
En fin, llamé a Pau porque se iba a venir a casa a comer, y mientras que Sara se cocinaba, yo me puse a recoger el cuarto, pasar la aspiradora, ducharme... Ahora, Pau llegó tarde y yo no tenía nada preparado. Menos mal que nuestra Saanta Sara se hizo mucha comida y nos dejó un poco (¡el arroz con espinacas, pollo y champiñones!). Así que picamos un poco, nos hicimos una tortilla de quesito del caserío y perfecto.
Hablamos por el skype, antes de comer, con toooda la familia ya que era el cumple de la abuela el lunes y se reunieron todos. Fue bastante gracioso verlos a todos, ya que habían puesto el ordenador en una punta de la mesa y parecía que estábamos allí sentados con ellos.
Y, como siempre, acabamos corriendo recogiendo porque yo había quedado con Dani para ir al concierto de The Kooks!
Momento llegada al concierto: Era en el Forest National, donde hacen casi todos los conciertos aquí. Suena a algo enorme tipo el auditorio de Sevilla o algo así, ¿no? Pues bueno, por fuera pasa desapercibido, parece un centro comercial. Después caí en que, claro, aquí llueve casi siempre así que tiene que ser algo cubierto... Llegamos sobre las seis y media y abrían las puertas a las siete, pero no había mucha gente. Sorpresa: estaba todo lleno de niñatillas belgas.
En fin, entramos y estábamos en segunda/tercera fila, rodeados de quinceañeras belgas que lo único que hacían eran gritar como si se tratara de los Beatles. Teníamos a dos chicas delantes que en la pausa entre el grupo telonero y de The kooks (media hora) no pararon de hacerse fotos. Y va en serio, no estoy sacando la famosa exageración sevillana, nono... MEDIA HORA haciéndose fotos sin parar. Impresionante, Dani y yo estábamos atónitos ante eso y ante el momento en el que parece que todas se pusieron de acuerdo y comenzaron a pintarse THE KOOKS con corazoncitos en la cara, brazos o pechos.
Aparte de esas escenas cómicas, el concierto pasó genial. Tocaron los temas que todos esperábamos: Sofa Song, Shine on, See the sun (las dos versiones, muy guay), Do you wanna (la que hicieron más cañera), Always where I need to be, Ooh la, She moves in her own way, Naive (con la que cerraron),You don't love me y bueno, Junk of the heart (nuevo single) y algunas del nuevo album que no nos sabíamos. Pero... SORPRESA. En un momento dado del concierto se vino justo enfrente de nosotros y tocó Seaside y Tick of time, dos de mis canciones prefes de The Kooks. Aaaaaaaaaaaaaah, no me lo podía creer. Lo tenía ¡¡justo enfrente!! ¡Sólo él con la guitarra!


Durante todo el concierto me estuve acordando de Eneas y Clarita, sobretodo con YOu dont love y Naive, acordándome de cuando Enéfilo y yo nos ponemos a cantarla de broma, y de Tick of time con Clarence, ¡cuando te ríes porque me sé hasta cuando tosen en la versión que tenemos!
Bueno, terminó el concierto, salimos y hacía una rasca bastante curiosa...
Nos fuimos para casita y a comer algo y dormir porque al día siguiente comenzaba de nuevo la semana...

lunes, 17 de octubre de 2011

Samedi: Brugges et un nouveau petit coin :)

El sábado me desperté con energía ya que nos esperaba excursión ¡a Brujas!
Me duché, desayuné, me preparé, metí las cosas de Pedro en su maleta y me bajé, ya que me esperaban los dos aventureros en la puerta de casa. Cogimos el bus y nos fuimos a la Gare Centrale para ellos irse a Lille y yo a Brujas con Maddi, Dani y Edurne.
Y sin darme cuenta: bieen, estábamos en el tren. Me encanta viajar en tren: ver el paisaje, ir escuchando música o leyendo...
Llegamos a Brugges y hacía bastante fresquito, aunque se pasó andando. Estuvimos paseando por la bonita Brujas, donde te sientes en el escenario de un cuento de hadas. Parece que en cualquier momento iban a salir los personajes, aunque entre tanto turista, a veces era complicado.


 Y... entré en un sitio en el que no había entrado antes al estar allí. Fuimos a la galería de arte más importante de allí, el Groeningemuseum y a una casa regia del siglo XVIII con pinturas de Frank Brangwyn, artista al que ninguno conocíamos pero nos gustó.
En el museo también descubrimos cuadros y autores que nos gustaron mucho, como Emile Claus:


Después de dar un paseo por las calles y llegar hasta la Brocante de Brugges, comimos un poco y nos fuimos a la Grand Place. Había un coro acompañado de un piano allí. Nos pasamos un buen rato sentados en el suelo escuchándolos, la verdad es que se estaba muy bien. Además, cuando acabaron una canción, empezó otro grupo típico con las trompetas y los bombos, y cuando acabaron el tema, los del coro corriendo empezaron a cantar otra vez para que no les volvieran a cortar, todo de forma muy cómica. Hizo muy buen día, y allí sentados con el solito pero sin calor, la verdad es que era un lujo! De allí, dimos otra vuelta y nos cogimos el tren de vuelta a casa, a Bruselas :)


Por cierto, no lo he comentado pero fue el 15-O el día de las manifestaciones mundiales y en Bruselas hubo una enorme, ¡la Spanish Revolution al poder! Nos ibamos informando gracias al twitter de Dani, y vimos imágenes, una pasada la de gente que fue. Pero todo lo bueno tiene algo malo: con tanta gente, había "chusma" que no sabía de qué iba la cosa así que al volver a Bruselas vi un banco de al lado de casa con las puertas rotas y pintadas... pero bueno, no se ha oído hablar de eso por aquí porque en general fue como tuvo que ir: pacífica y ordenada.

Al volver a Bruselas, Maddi y yo nos quedamos por el centro ya que nos íbamos a pasar un rato por nuestro rincón, Gaston le Fou, lo que pasa es que allí sólo sirven vinos y cócteles y nos apetecía un chocolat chaud, un té o algo así...
Anduvimos hasta encontrar un sitio que no tenía mala pinta. Se llama La Maison des Crêpes, y mientras que los belguitas llegaban para empezar a cenar, nosotras nos tomamos nuestro chocolat chaud y café (no hay que especificar quién fue la del café, ¿no?). Por cierto, el chocolat chaud no lo hacen como en Francia tipo Colacao ni como en España que es o un colacao calentito o un chocolate tan espeso con el que puedes hacer figuras de plastilina. Lo que hacen aquí es coger pepitas de chocolate, las meten en la leche y se van deshaciendo ¡aaaaaaaaaaaaaaaay qué rico!
En fin, lo que iba a ser un momentito acabó alargándose bastante. Pasamos una soirée con principio de nuit muy muy buena, hablando sin parar. Es muy bueno darse cuenta de que en realidad, aunque lo pensáramos, somos más parecidas aún de los que creíamos. NO SE PUEDE IR EN ENERO, arrrggggggggg... En días como ese te das cuenta del cariño que nos tenemos ya.

Bueno, nos volvimos a casa las dos cuales zombies, porque la verdad es que estábamos reventadas y en casa vi por fin a Sara, después de varios días en los que no coincidíamos. Nos pusimos un poco al día y nos fuimos a dormir, quedando en que puede que fuéramos al día siguiente a la exposición de Tutankamón. Pero, investigando con Maddi luego vía skype, nos dimos cuenta de que costaba 14 euros por ser fin de semana así que me acosté pensando en que había quedado con Pau al día siguiente para comer, me acosté sin poner el despertador, cerré los ojos y a soñar...

Vendredi: Antojo de Piiizzzaaaaaaaa

El viernes nos despertamos cerca de las dos de la tarde, ¡sí señor! Teníamos bastante sueño los dos.
Ya era la típica hora en la que no puedes desayunar, pero tampoco te apetece hacer de comer porque estás medio dormido... pero tienes hambre. Y encima, me desperté con antojo de pizza.
Nos pusimos antes a buscar albergues, ya que esa noche llegaba Julio y con la gran vivacidad de amigos que tengo un poco estrechos intelectualmente y mentalmente para organizar cosas antes de irse de viaje... no tenían nada.
No encontramos, nos duchamos y nos fuimos a comer pizzaaaaaa. Nos fuimos al Pizza Hut, donde nos pedimos la más grande con más cosas. Obviamente, no nos la pudimos terminar, pero acabamos muy contentos y llenos.
Momento bastante gracioso cuando fui al baño, abrí la puerata y me veo a una señora sentada en una mesa, que parecía que estaba castigada o comiendo allí sola. Resulta que era la típica a la que había que dejarle dinero para ir al baño, pero daba MUCHO miedo. Además, con la voz tan aguda y bajita que tenía, parecía que se iba a morir de un momento a otro.
En fin, una vez llenos y contentos, quedamos con Maddi, Anna y unas amigas de Anna para ir al Parc del Cinquentenaire. Llegamos y al ratito empezó a atardecer (a las siete y algo ya atardece), y empezó a hacer bastante "fresquibiri".
Entretanto, seguíamos pensando qué hacer cuando Julio llegara esa noche, sin poder irse directamente a Lille y sin albergue... mandando sms con nuestro ya gran amigo Frederik, Santa Sara y etc.
De allí, Pedro se fue a la Gare Centrale ya que tuvo una sorpresa de última hora, y yo me fui con las italani a la friterie de al lado de la Bourse donde, obviamente no cené ya que unas horas antes me había zampado una pizza enorme y no tenía nada de hambre.
Y justo después, me llevaron a lo que se ha convertido en nuestro petit coin en Bruselas. Es un bar bohème especialista en vinos. Entras y es un local muy pequeño, estrecho, con la luz tenue y muy recargado de decoración. La decoración son libros antiguos que hay hasta en el techo, LPs, muebles antiguos... todo muy cochambroso. Las mesas están alrededor de sofás con unas pintas que parece que se van a deshacer. Pasas de una zona a otra por medio de una escalera muy estrecha y pasillos. Todo lleno de cuadros... y como música de fondo: Édith Piaf, Charles Aznavour, Jacques Brel...
Y... ¡adivinad! En los vasos en los que te sirven (nos pedimos un vin à la noisette, demasiado dulce para mi) pone el nombre del local (del que nunca me acuerdo y siempre le llamo Gaston le fou) y por detrás pone "Ne me quitte pas..." Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah ¡Un día me llevaré un vaso de allí!


Era como entrar en el bar de la nostagia, pero genial. Es perfecto para pasar una noche tranquila o una tarde de invierno... ¡qué agustito!

Todo iba bien hasta el momento de despedirme de ellas, e irnos Pedro y yo a buscar a Julio a la estación, que perdió el autobús porque había mucha gente y se tuvo que venir a Bruselas en taxi con un grupo de italianos. Nos fuimos andando hasta la Grand Place, ya que era lo único que Julio quería al volver a Bruselas, y nos fuimos a un albergue del que me había hablado nuestro gran salvador Frederik. Cuando llegamos la recepción estaba cerrada pero nos mandaron a uno al lado, justo al lado de mi casa los dos, y allí pasaron la noche.
Oh, volviendo del centro en autobús fue la primera vez que vi a los revisores belgas. Pero... ¡¡no me revisaron!! Eran unos cinco y se repartían: unos en la puerta para que nadie escapara, y otros dentro pidiendo los pases a las personas. Pero es que... ¡se lo pidieron a todo el mundo menos a mi! Me dio un coraje impresionante, en realidad un coraje falso, pero después de todo lo que había oído de los revisores... uhhh miedo... Van y pasan de mi. También puede ser porque me vieron con toda la cara de ansia, que parecía un perro de las películas americanas que llevan el periódico a sus dueños, pero yo en vez de periódico tenía el pase en la boca, lleno de baba...
En fin, volví a casa cansadíisima, me metí en la cama y, esta vez sí, me puse el despertador para ir al día siguiente a Brujas.

sábado, 15 de octubre de 2011

Jeudi: de todo un poco.

El jueves me desperté y me fui para clase a las ocho de la mañana, dejando a Pedro durmiendo pero con el pensamiento de despertarlo del coraje que me daba verlo dormido y que yo tenía que irme a clase...
Fueron bien: tuve grammaire descriptive y littérature belge. La verdad es que muy bien.
Cuando salí me fui corriendo a casa para ducharme y salir de turisteo con el invitado: hicimos el clásico tour (parezco una profesional, ¿verdad?) por Palais Royal, Mont des Arts, tiendecillas típicas, Bourse, La Grand Place, Manneken Pis... y acabamos en Marolles comiendo un kebab en la Place Jeu de Balle porque cuando nos dimos cuenta eran casi las cinco de la tarde.
Pedro se compró un LP de Dylan en una tienda que hay por el centro por diez euros, y yo encontré una librería de segunda mano donde me compré dos libros que me tengo que leer por diez euros. Como véis, es el número mágico.

Foto momento kebab.
De Marolles subimos hasta Sablon et la Place du Petite Sablon. Pasamos un buen día, la verdad, y antes de salir por la noche paramos un rato en casa para descansar porque la verdad es que esto de hacer turismo cansa bastante!
Por la noche fuimos a casa de Irene que celebraba su cumpleaños. Suerte para Pedro que casi todos eran españoles y pudo hablar con ellos, pero conocimos a un gran hombre, al gran Frederik. Es un belga de la parte flamenca (de Antwerpen) pero que está aquí estudiando y ... vive en Schaerbeek!! Según él, en el edificio más grande de toda Bruselas en la planta 21. El bueno de Frederik llegará a ser presidente del mundo y sino, tiempo al tiempo.
Llegamos a casa y no nos pusimos el despertador para el día siguiente porque estábamos realmente cansados...

Mercredi: Pedrito llega.

El miércoles me puse el despertador para ducharme, ir a hacer la compra, y recoger a Pedro. Quedamos en que me daría un toque cuando llegara... Pasan las once, las doce... y no sé nada de él. Le mando un sms "Bien arrivé?" y me contesta "Martu, llego por la noche." Mieeeeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrddda! ¿Sabéis cuando tenéis dos días más o menos bien organizados y de pronto tienes que cambiarlo todo?
Pues así estaba yo. Salí a hacer la compra y me pasé el resto del día preparando cosas. Me pasó lo típico de ir a hacer la compra con hambre. Resultado: Martu cargada hasta arriba con muucha comida y un filete de salmón para comer, ñam ñam!!
Compré hasta una especie de mortadela de pavo y queso Camembert, ¡todo un lujo!
En fin, como me pasé la vida en el Carrefour, llegué a casa bastante tarde así que me puse una película (La Ola, madre mía...) mientras comía, guardaba, fregaba y todas las consecuencias de cocinar e ir de compras.
Quedé con Pedro en ir a buscarle a Midi y con Ire y sus amigas que llegaban así que fuimos un rato al Delirium, y después a por Pedro.
Menos mal que no llegó en el último autobús y pudimos coger el metro para llegar a casita, venía en modo polizón para no molestar a la familia. Le recibió la lluvia, pero sólo asustó ya que el resto de días ha estado haciendo un solazo, eso sí, con cada vez más fresquito.

martes, 11 de octubre de 2011

Mardi: soy una guiri, ¿y qué?

Me despierto esta mañana más cansada que los días anteriores y me voy a la universidad, salí corriendo habiéndome tomado un mísero zumo de mandarinas que, por cierto, tengo que comprar porque se me ha terminado.
Llego a la universidad preparada para oír a una profesora hablándome en alemán durante dos o cuatro horas pero... sorpresa. No había clase. Después de dar vueltas por un bâtiment, irme a otro porque busqué por internet y salía que era otro... No había nadie en ningún lado. Momento de "oagnsuidbmnsdjmughnsñdgunGâG*pppmadre!" Pero que se pasó rápido porque pensé "bueno, así aprovechas y desayunas".
Me fui a la maravillosa cafetería de mi facultad que es enorme, desayuné por tres euros un chocolat chaud, un bollo de pan con philadelphia, un pain au chocolat y un yogur. Sí, cogí muchas cosas porque tenía que aguantar hasta midi sin clase. Pagué, me puse en una mesa pegando a la ventana y me pasé allí la mañana escribiendo, con la música, desayunando... hasta que llegó Irene, mi salvadora.
La clase de hoy de Instituciones Europeas ha estado interesante porque se hablaba del multinlinguisme, cosa que no relacionaban mucho con la UE pero bueno, a mi me interesó. Aunque la profesora era de estas de decirles un poco "basta".
Momento gracioso en el que Valérie me manda un sms "tu ne viens pas au cours?" y yo estaba sentada justo detrás de ella pero no me había visto.
Después de esa clase, tuve la del profesor que me gusta tanto, aunque hoy no me ha motivado mucho, será que el tema tratado hoy era más feo.
Salí de clase y me fui a buscar el tram para llegar a casa, ir a la lavandería y al carrefour pero mis planes se trastocaron cuando tardé una hora en llegar a casa. Había mucho tráfico o yo qué sé, e ibamos lentísimos... Punto positivo: me dormí en el tranvía una siesta.
En la lavandería también tardé más de la cuenta, y al final llegué y estaban cerrando el carrefour. Bad luck, ya iré mañana por la mañana antes de que llegue Pedro. Sip, ¡Pedrito se viene a Bruselas! Va al concierto de Dylan el domingo a Lille pero le salía más barato viajar mañana, así que nada, se viene a conocer la bonita ciudad.
Llegué a casa... me puse a hablar por skype, a doblar la ropa... y cené con Sara.
Y ahora... ¡sólo pienso en dormir!

Las famosas Coles de Bruselas.

Lundi: la pluie à Bruxelles.

El lunes me desperté muy dispuesta a ir a clase pero no hubo literatura belga a primera hora (menos mal que me quedé dormida) y el resto de las clases fueron bien, aunque tenía un sueño que no podía. La vuelta a clase después de un viaje nunca es buena...
Terminé las clases y me fui directa al centro donde había quedado con Dani, granadino, para sacar las entradas para el concierto de... The Kooks!! Lo decidimos el domingo por la noche en plan "¿Te gustan?" "Sí" "A mi también" "¿Vamos?" "Vale".
Así que nada, quedamos en la Bourse, fuimos a comer algo ya que teníamos mucha hambre, sobretodo después de salir del autobús cual sardina enlatada, y acabamos en el Media Markt de la Rue Neuve para comprar las entradas. Un lío el Media Markt ese porque tienes que entrar a la Billeterie para pedir la entrada, volver a salirte fuera para pagarla, y volver a meterte dentro para recogerla. Parece que los belgas tienen obsesión por todo lo que es hacer cola y que la burocracia sea lo más pesado del mundo.
En fin, me volví dando un paseíto a casa y llegué, solté la carpeta de la universidad, cogí una caja de trufas que compré cuando estuvo aquí Marina y me fui corriendo a casa de Irene, porque tocaba tarde de chocolate/gofres y vino con ella y Marco.
Pasamos una tarde muy buena hablando, contándonos cosas de estos últimos días, escuchando música, pensando en nuevos viajes, con el chocolate... todo muy guay y entre amigos.


Estando en casa de Ire, llegó Pau con quién cenamos una vez que Marco se hubo ido a... no sé dónde.
Por fin vi a Pau, después del viaje a Dublín y me estuvo contando sus primeras aventuras por el Parlamento Europeo.
Me volví a casa prontito porque hoy tocaba día largo de clase...

Viaje a Dublín con Maddi y Marco!

Llegamos al aeropuerto que no estaba para nada vacío: todos los vuelos de ryanair salían a la misma hora. De todas formas, no había mucha cola. Al ir con Marco, tuvimos que esperar a la cola de facturación para que le firmaran el billete y comprobaran su pasaporte. La verdad es que era bastante gracioso, porque al llegar a Dublín tuvo que pasar por el control especial de "non UE" y tardaban un montón. Parecía un terrorista o algo así, el pobre.
En fin, del vuelo, obviamente no me acuerdo de nada, sólo de de pronto abrir los ojos y ver cómo estaba amaneciendo y llegábamos a la isla.
Llegamos al albergue justo para desayunar el buffet libre, p e r f e c t o, era un buffet de señores: fruta, cereales, tostadas, yogur, zumo, leche, té ñam ñam!! Obviamente, nos hartamos de comer todas las mañanas (¡había que sacar provecho a los diez euros la noche!). Momento muy grande cuando veo a Maddi y a Marco muertos de risa y éste me llama. Me dice al oído "Maddi ne sait pas utiliser le toaster, elle n'a jamais fait une toast!!" Ataque de risa que nos entró a los tres cuando sí, efectivamente Maddi no tenía tostador en su casa, así que no sabía cómo funcionaba. Además, metió la tostada... y salió NEGRA. hahhahahaha Bueno, siempre hay una primera vez.
El resto de la mañana nos la pasamos durmiendo, sí señor, durmiendo en la recepción del hostal esperando a que nos dieran la habitación. Cuando la tuvimos subimos, dejamos las cosas... volvimos a dormir un poco y salimos después de comer a pasear por la bonita Dublín.
Ni hay que decir que me pasé todo el viaje cantando "In Dublin's fair city where the girls are so preetty, I first set my eyes at sweet Molly Maloooone". Estuvimos por O'connell Street paseando, cruzamos al Temple Bar, nos dimos una vuelta... y a casa.
Al día siguiente nos hartamos de comer (bienbienbien) para desayunar (Maddi hizo mejor las tostadas), y cargamos pilas para irnos a patearnos todo el centro de Dublín. Pasamos un bonito día, porque además hacía sola (bueno... a veces, ya se sabe cómo es Irlanda con el tiempo).


La verdad es que creamos una atmósfera muy buena los tres, nos llevamos muy bien y era muy divertido cada vez que conocíamos a alguien explicar de dónde éramos cada uno y qué hacíamos juntos en Dublín.
Rara la sensación de que la gente que te rodee hable en inglés y tú te pases el día pensando en francés, pero teniendo que interactúar en inglés... olvidándote un poco de tu verdadero idioma. Es decir... ¡CACAO MENTAL! Pero divertido.
Divertido es ver a Maddi diciendo "¡coño!" o a Marco imitándome haciendo el acento cubano "vamos compañerouuu". Divertido es vernos a Marco y a mi diciendo cosas en italiano con ataque de risa de Maddi, y divertido es vernos a Maddi y a mi imitando el acento canadiense de una forma muuy forzada.
Raro es también encontrarse a un zorro en la acera por la noche, poobre...
Ese mismo día, volvimos a la zona del Temple Bar a entrar en los bares con música en directo... qué guay es todo aquello, ¡en serio! Un ambientazo genial, mucha música y Guinness. Al salir del Temple, vimos a un chaval tocando en la calle canciones tipo Pink Floyd, Oasis, Mumford&Sons... y nos quedamos como su público... Genial. Era un Glen Hansard pero con canciones no tan moñas, ¡genial!
En fin, llegamos también cuales zombies al albergue y nos acostamos para el día siguiente.
Fuimos a la fábrica de la Guinness por la mañana. Estuvo muy bien, sobretodo el bar de arriba, cuando terminas la visita y tienes una vista panorámica de Dublín.


En fin, conocimos a unos abueletes allí en el bar y no se sabe cómo acabamos con ellos en su coche dando una vuelta por el Phoenix Park. ¡Si es que los irlandeses son geniales...! Bueno, el señor era escocés pero su prima de Irlanda.
Después del agradable paseo en el coche, nos dejaron en O'connell Street y fuimos a comer al Burguer King, porque en Irlanda hay que ir a comer allí ya que las hamburguesas las hacen con carne de allí. Dimos luego una vuelta, y llegamos al albergue. Esa noche cocinó Marco. Pasta. Sí, un yanki haciendo pasta, pero... nos sorprendió gratamente ya que estaba bastante rica.
Pensamos en salir a dar la última vuelta por el Temple Bar pero al final nos quedamos en el albergue vagueando. Mientras que Madou y yo teníamos confesiones en lo alto de la litera, le gros bébé dormía "sólo por una hora". Menos mal que no salimos al final porque no teníamos ganas de volver a empalmar la noche. Aún así, prácticamente no dormimos porque nos tocó despertarnos sobre 4h para coger el bus (que no había, así que cogimos un taxi que nos salió incluso más barato) e ir al aeropuerto.
Ahora, triste es volverse de un viaje. Después de pasarnos tantas horas juntos y ver la buena atmósfera, es triste. Sobretodo cuando me paro a pensar que en dos meses se van...
¡Y rara es la sensación de pensar "voy a volver a casa" y sentirte en casa cuando llegas a Bruselas!
Llegamos a nuestra Gare du Midi querida con nuestro mercado de comida querido y nuestros puestos de frutas con platos para probar. ñaam.
Nos fuimos hasta el metro y allí nos despedimos los tres, con un graaan abrazo...

Jo... en fin, ¡ha sido un viaje genial con mejor compañía aún!


Esperando organizar otro viaje con las otras dos Emes :)

lunes, 10 de octubre de 2011

Miércoles: a non stop day.

A pesar de que los miércoles no tenga clase, ¡me los paso enteros haciendo cosas!
Bueno, eso de que no tenga clase se decidió la tarde antes al no coger finalmente portugués porque "me sobraban créditos".
En fin, me levanté el miércoles como a las ocho de la mañana, desayuné, me duché y salí al banco a sacar dinero para el alquiler, volví a casa para pagar, y me fui corriendo a la facultad para ir a firmar, POR FIN, el contrato de estudios.
Salí del despacho en una nube y me encontré a nuestro querido Maaaaax (chillido) que iba a apuntarse a la asignatura Tandem a hacer, atención... POLACO. ¡Pero es que él no tiene ni idea! Conversación:
- Mais Max, avec quelle langue?
- Le polonais!
- Comment???
- Ouiiii je sais pas!! hahahah

Personaje, esa es la palabra exacta. En fin, me despedí de él ya que no lo vería hasta esta semana y me fui a bâtiment H, creo... donde había quedado con Emil para hacer unas fichas para una clase. Nos pasamos un rato hablando, porque él se sacó los billetes para ir a Dublín justo la semana más tarde, y coorriendo para casa.
Antes de llegar a casa, me pasé por un cibercafé para imprimir los billetes, un mapa de Dublín por si acaso... etc. Momento cibercafé para comentar: creo que estuve en el ciber más sucio de toda Bruselas. El teclado del ordenador estaba... NEGRO ROÍDO. Me tenéis que ver escribiendo con la punta de los dedos, tirando a las uñas, lo más rápido posible pero equivocándome cada dos por tres porque claro, era teclado belga. En fin, ¡quéeeeeee asco! Al menos me salió barato barato...
Salí de ayer y fui corriendo a casa para lavarme las manos, lo primero, y ver el trayecto del aeropuerto al albergue; apuntarme cosas de Dublín; comprobar el contrato de estudios; y claro, hacer la maleta.
Momento hacer la maleta de indecisión innata ya que no sabía qué frío era 12grados... ¡menos mal que me cogí el abrigo gordo al final! Toda la tarde con Maddi en el Skype decidiendo qué llevarnos, repartiéndonos cosas tipo "tú el secador" "yo el champú" y decidiendo cómo quedar por la noche.
Llegó Sara y estuve con ella un rato hablando, decidiendo cómo vestirla para los eventos de los días siguientes y cenando con ella antes de irme.
En fin, terminé de hacer la maleta y como nuestro vuelo salía a las séis y pico de la mañana y teníamos que coger el autobús hasta el aeropuerto a 4h... decidimos quedar los tres viajeros en la Grand Place sobre minuit para ver qué hacíamos...
Quedé con Madou en Montgomery, una parada de tranvía cuya estación es tipo metro, y estuvimos allí un rato esperando pensando que Marco iba a llegar tarde... pero no.
Y así comenzó nuestro viaje... ¡En el Delirium! A las tres de la mañana, fuimos rumbo a la Gare du Midi ya qu estaba cerca y esperamos al bus, tras buscar un rato la parada (menos mal que seguimos al típico grupo de gente con maleta). Y autobús... dormir...

Mardi: Érase una vez una niña a un iPod pegada...

El martes fue un día de estrés, enfado y mi gran salvador: el Ipod.
Me pasé tooooooodo el día pegada al iPod, mandándome emails con la coordinadora, todo para enterarme que en realidad dejan otra semana para firmar el Contrato de asignaturas... pero bueno, al menos ya lo tengo hecho.
No fui a clase de Alemán porque me fui al despacho a buscar a la coordinadora. No estaba... pero al menos conocí a una italiana muy muy simpática con la que he coincidido otros días.
Momento importante del día: ¡¡por fin conocí a Valérie!! ¡La canadiense con la que estuve buscando piso para vivir juntas! Vamos a hacer juntas una asignatura que se llama Tandem y consiste en quedar entre nosotras y hacer una hora de conversación en español, y otra hora en francés, hacer trabajos juntas, ayudarnos e ir mejorando ella su español y yo mi francés.
Tuvimos una reunión con la coordinadora que nos explicó cómo teníamos que hacer los rendez-vous, cuántos... etc y la verdad es que muy bien. Fue bastante raro verla en persona por fin, pero muy guay.
Después, la acompañé al despacho del coordinador de los Erasmus, ya que tenía que resolver un problema con su carte d'étudiante et puis, nos fuimos juntas a clase de Instituciones Europeas. Me apunté a esa asignatura un poco... por hacer el papel de "Estoy en Bruselas, voy a apuntarme a esta asignatura especial para los Erasmus blablabla..." pero no me imaginé ¡que me pudiera parecer tan interesante! Fue un introducción y un poco de historia mais bon, me gustó mucho. Además, eso de que seamos sólo Erasmus, hace que la clase sea más vista a nosotros y no tan general como las otras.
En fin, de esa clase me fui a la siguiente con nuestro profesor que tanto nos gusta con Sandra y Andreia, las dos portuguesas que también se apuntaron.
De allí corriendo a casa, para seguir escribiéndome con la coordinadora del acuerdo de estudios (lo he obviado pero me pasé todas las clases con el iPod pegado enviándome emails con ella: que si tengo pocos créditos, que si tengo muchos... que si no sé qué... que si esa asignatura no se corresponde con la otra, que si ella tiene la misma información que yo ( y luego me averigua cosas que yo no sabía) En fin... me di cuenta de que a veces hay que ser MUY pesada para conseguir lo que se quiere.
Salí de clase, como he dicho antes, corriendo para ir a casa y terminar con el contrato de estudios y organizar un poco lo que iba a hacer el miércoles.
Iba a quedarme en casa con Sara pero Irene me recordó que era la Palestinian Night: una noche en la que un bar haría temática de Palestina con comida, música, etc... así que nos apuntamos unos cuantos para ir. El problema fue que con la tardanza española e italiana, llegamos un poco tarde y sólo pudimos comer pan de pita (gracias a Madou que lo consiguió); y el té que había era... Hornimans, no muy típico que digamos; pero bueno, bailaron la danza típica de allí y estuvo curioso. Hicieron hasta una especie de "trivial" en el que regalaron palestinos, banderitas... etc. Por supuesto, nos encaprichamos de un palestino, pero nos daba vergüenza subir al escenario.
Pasamos un ratillo allí y Madou, Anna y yo nos volvimos pronto para coger el tranvía, ya que al día siguiente nos esperaba a Maddi y a mi un laaaargo día.

lunes, 3 de octubre de 2011

Lundi: commencer la semaine, c'est dur!

Bueno, lo primero de todo, tengo que comentar que ¡ayer dormí con la ventana abierta del calor que tenía! Y la exclamación no es de alegría, sino de hartura, o incluso, diría "jartura".
Me desperté con "loh zojoh como doh bolah" de los llorosos que los tenía, pero se me fue pasando durante el día.
Fui para clase pero el tranvía se retrasó un montón, encima paró antes de lo normal, tuve que cambiarme de tranvía a otro... me perdí... en fin... que llegué bastante tarde a clase. Hoy he tenido una clase nueva, sí, empezaba la tercera semana (sin sentido) y me ha parecido interesante. Era Sociolinguistique et Analyse du discours, al menos la profesora era bastante amena y nos hemos estado riendo. Es la típica que te explica las cosas con expresiones tipo "bouffer, chier...", cosa que al principio choca y hace que te rías más.
Después fui a por mi carte d'étudiant, ¡YA SOY ALGUIEN EN LA UNIVERSIDAD! Y no sólo eso, sino que al recibirla, teníamos el bono para el transporte público así que sin pensarlo, me fui a sacarme el bono anual. Me habían dicho que iba a esperar una cola de por lo menos dos horas, así que aproveché que era "la hora de comer" y me fui a hacer cola a la estación de Rogier, al lado de casa.
Llegué y me dieron número. Bien, era el 104, miro por dónde van... No puede ser, ¡¡el 28!! Así que como la estación está bajo un centro comercial, subí a darme una cuenta pero no me distraje mucho. Menos mal que la cosa fue muy rápida. Llegué allí sobre las tres y tuve que esperar una hora... o menos. Creo que la mayoría al ver sus números se asustarían y huirían, cosa que nos vino a los que nos quedamos bastante bien.
Te hacen la tarjeta al momento, lo que es bastante útil, no como en Sevilla que tienes que volver no sé cuántos días más tarde para recogerla... Eso sí, aunque Rogier esté al lado de casa, cogí el tranvía para estrenar la tarjeta, ¡pienso sacarle el máximo partido después de lo que ha costado conseguirla!
Subí al centro comercial de nuevo, y le busqué un regalito a Anna, ya que hoy es su cumple y teníamos cena en su casa. Acabé eligiendo una taza muy graciosa para que tuviera algo suyo en lo que poder desayunar estos días y tal. La verdad es que para nosotros, es un buen regalo ahora, o eso pienso yo... Total, era un detallito por su cumple.
Pasé por Six y acabé comprándome un gorro que llevaba varios días viendo. Ahora, momento Six: no sabía cuál elegir y ya me iba a ir (yo y mi innata indecisión) pero decidí acercarme a una de las dependientas para preguntarle. Le dije "Perdona, me voy a llevar uno, pero no sé cuál... ¿me podrías ayudar? ¿me los pruebo y me dices cuál te gusta más?". Se rió un poco pero fue muy amable. Al final acabé con el de color rojotirandoparaburdeos. El otro era verde clarito.


Ya en casa empezó la desesperación: en principio iba a llegar, a mirar si me habían contestado los del Acuerdo de estudios, irme a la lavandería y a hacer la compra. Pues bien, el resultado fue pasarme toda la tarde en casa con problemas con el acuerdo y con el banco. ¡ARGGGGGGGGG! Espero que mañana se solucione todo ya de una vez, ¡qué "jartura"!
En fin, me fui camino a casa de Anna y Maddi, que me perdí un poco, a pesar de que vivan al lado de aquí. Menos mal que pregunté a un camarero de un restaurante que fue muy muy amable, buscó el mismo en un mapa, estuvo reflexionando unos minutos y me dio las indicaciones perfectas.
Pasamos una soirée de pizza, Pink Floyd, vin blanc et tarte de pommes un poco quemada (hubo un asesinato) pero muy rica. No puedo cuando las italianas empiezan a hablar de las pizzas que hacen sus madres, ayayayy... Para ellas, es como si hablo de las paellas que hacemos en casa pero... es distinto. Es que hacen la masa de las pizzas... todo.


En la foto se observan mis "pintas" de lunes, resfriada, y con muchas cosas qué hacer.
En fin, algo bueno del día también ha sido que ya me he apuntado en la asignatura Tandem y la voy a hacer con Valérie, una amiga canadiense con la que estuve buscando piso para vivir juntas y ¡a la que aún no he conocido! Hemos estado a punto de quedar varias veces pero nada, ahora sí que sí. Además, ya estamos planeando cosas porque como la asignatura va de mejorar su español y mi francés, haremos soirées temáticas con pelis, comida, música... Muy guay, tenemos varias ideas. Mañana tenemos reunión con los organizadores del Tandem, que nos contarán un poco cómo tenemos que organizarnos.

¡¡Con ganas de que sea ya miércoles por la tarde!! Dublín nos espera.