jueves, 16 de febrero de 2012

Mercredi: Burocracia, su lechuguita.

El miércoles descubrí al zapatero del barrio. ¡Nada más y nada menos que un abuelo italiano que habla medio en francés medio en italiano! Qué graaan hombre. Insistió mucho en que no perdiera el recibo para recoger los zapatos, pero demasiado, tipo abuela. El pobre, estará acostumbrado a que la gente los pierda. Vio mis zapatos y soltó "¡¡Hoy en día no saben hacer bien los zapatos!!". En fin, lo dejé refunfuñando y me fui hacia la embajada española para solicitar el voto para las elecciones andaluzas. 
Tras una larga cola y que dieran papeles a rellenar y pedirme cosas para volver otro día, me volví para casa, comí y me fui a la universidad. 
Tenía Francés Medieval. Estuvimos dando algunas características del francés (hay que estudiarlo como si fuera una nueva lengua...) y al salir me fui hacia Les Petits Riens de Ixelles para ver si encontraba algún manual y me ahorraba bastante dinero. No hubo suerte, pero estuve paseando por las calles de por allí, ¡me encanta esa zona! 
Además, no me acordaba de que por allí estaba la Casa Horta y cuando pasé se me vino a la cabeza como una película cuando unos años atrás fui para allá en uno de los viajes que hice a Bruselas. Seguramente hice el mismo recorrido con el tranvía, pero cómo han cambiado las cosas hasta ahora, ¿eh?


En la Mezquita Azul.
Encontré tiendas muy chulas y algunas con montones de postales bonitas. (¡Mi colección de postales aumenta!). Me gustó mucho el paseo, y volví a casa para ponerme a hacer cosas y a organizarme el horario (¡ya está bien moldeado!).
Cené con Sara y a dormir tras verme unos capítulos de Parenthood. Tomamos unos espárragos que tenía navarros... ¡madre mía qué cosa más rica!

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