jueves, 26 de enero de 2012

Mercredi et Jeudi.

El miércoles me desperté... tarde (de nuevo). Iba a ir por la mañana a la Gare Centrale para enterarme bien de lo del billete de tren pero al final fui después de comer. Por la mañana: vagueo.
Por la tarde fui a la Gare centrale, me reembolsaron el billete; me paseé buscando botas (las mias están muriendo) y me fui para casa a comprarme el billete de bus para París. Después salí y fui un rato al kot de Marco a ver a la gente de allí y a despedirme de Patrick, que se va en estos días. Me iba a ir con ellos a cenar por Flagey, pero al final entre que no llevaba mucho dinero encima ni nada... acabé en casa de Ire cenando con Ivo y Paula una fondue de queso. Se fueron pronto porque tenían examen e iban a ponerse a estudiar por la noche (cosa que nunca entenderé).
Y... por no coger el último tranvía... acabé quedándome a dormir en casa de Ire. Me dejó el que es mi pijama con los pantalones de "I (L) NY" y de charla metidas en la cama.


Maddi y yo en Marolles. Foto hecha por Lulu.


El jueves por la mañana nos despertamos, miramos el reloj "uy qué pronto, las diez y media". Y hasta las doce y media por ahí no nos despertamos... Levantarnos ya un poco más tarde. Comimos cuscús del Delhaize (rico rico), pasamos un ratito vagueando y ya luego me vine para casa. La verdad es que pasamos un muy buen día/noche/lo que sea juntas. Y al volver a quedarnos solas, nos echamos de menos.
Luego, tarde de vagueo y a empezar a hacer la maleta. Poco más.
El tiempo estos días está siendo muy gris, lloviendo siempre y entre eso y que la mayoría de la gente está aún de exámenes, estamos recuperando fuerzas y vagueando. Son como unas mini-vacaciones... ¡Esperando la llegada de nuevos Erasmus!

martes, 24 de enero de 2012

Mardi: La laverie, le plus grand cauchemar!

Hoy me he pasado gran parte de la mañana concienciándome para ir a la lavandería, hasta que al final lo conseguí. Cogí las cosas y salí.
Preparé todo y vi que la máquina estaba estropeada y sólo aceptaba billetes, ¡menos mal que tenía uno de cinco euros! Aun así, tuve que salir y buscar cambio en la tienda de alimentación de al lado para poder usar la secadora. En la lavandería no estaba sola, había una abuela rumana con tres nietos que me estaban poniendo MUY NERVIOSA. La niña tendría... ¿15 años? No sé calcular pero vamos, tenía pinta de ser la "más chunga de su clase" y los niños unos 8 años, no paraban de correr por la lavandería, de darle a todos los botones, cada vez que alguien pagaba a la máquina, se hartaban de darle a los botones a ver si salían más monedas... Y cuando volví de cambiar el billete de 5 euros me los encuentro enfrente de mi lavadora mirándola y parecía que acababan de tocar algo. Les miré con taaaaal cara de "Niñatos, os metería a cada uno en una lavadora ahora mismo" que se apartaron pero vaya tela. En serio, yo los hubiera metido a cada uno dentro de la bolsa de la ropa interior y a su vez dentro de la lavadora. En fin, al final hasta tuve que ayudar a la abuela, que por cierto no hablaba francés, porque no se había enterado de que no se podía pagar con monedas. Creo que así les demostré que soy una persona respetable (Síii claro...).
Al acabar de la lavandería, que hoy se me hizo un poco eterno, fui para casa, comí y salí para el centro donde quedé con Ire ya que ella tenía que hacer unas compras y yo también. ¡Acabé con una camiseta muy chula del HYM! Viva el HYM, la verdad es que es el único sitio aquí donde se encuentran cosas. (Quitando Esprit, Mexx... y tiendas bastante más caras). En fin, estuvimos dando un paseo y para casa.



lunes, 23 de enero de 2012

Lundi: le début d'une longue semaine.

Lunes. Despertador. ¡Oh no! Bueno... lo retrasé... media hora (pero ya contaba con que iba a hacerlo el día anterior así que me puse el despertador antes de lo previsto).
Desayuno con gofres pero al levantarme con hambre no me tomo uno... sino dos. Pero eran pequeños, ¿eh?¡No os vayáis a pensar que me estoy convirtiendo en una aspiradora de gofres! En fin... continuo mi relato: ducha y a la calle. Fui para el banco a ver si esta vez podía cambiar a la moneda turca y... ¡sí! El miércoles tengo que ir a recoger el dinero.
Puis, me fui andando hacia la universidad ya que teníamos que entregar el trabajo de "Institutions Européennes". Iba a imprimirlo en una copistería en Général Jacques (al lado de la uni) pero como fui dando el paseo, pasé por delante de una que parecía inofensiva al haber estudiantes dentro y cometí el error de entrar. El hombre era muy simpático, sí... Y le pedí que me lo imprimiera a color ya que había algún título con fondo de color y la portada también. Lo que pasó a continuación casi me cuesta no llegar a entregar el trabajo: me cobraron DIEZ EUROS por imprimir DIEZ PÁGINAS. Pagué y salí a la calle con dolor hasta en las orejas de haber tenido que dar mi preciado billete de diez euros con el que calculaba imprimir, comer e incluso algo más durante el día.
Y bueno, sigue la aventura. Llegué a la universidad e inicié la gymkana de encontrar el bureau de la profesora: para empezar, no estaba en lo que digamos es el complejo "oficial y bonito" universitario, sino que el edifico está en la otra parte de la avenida que da a la parte de detrás. Una vez que conseguí encontrarlo, vi unas escaleras nada más entrar y subí ya que era en la planta cuarta. Bien, parecía que no había problema, y eso que Mirka me había dicho que ella no encontró las escaleras. Raro que con mi pasimonia interna y poca orientación lo encontrara a la primera, ¿no? Pues efectivamente, me equivoqué porque cuando llegué a lo que se supone que era su despacho, no había ni caja en la puerta para entregar el trabajo ni su nombre en la puerta. Mais c'est pas possible! Tras unos cinco minutos dando vueltas en una mini-planta, pregunté en un despacho que estaba abierto y me mandaron bajar las escaleras, atravesar dos halls y subir otras escaleras. Bien, para allá que va Martu y sube las escaleras, pero sube hasta el nivel 3. ¿¿Dónde putain está el resto de las escaleras?? Pues... tras otro buen rato dando vueltas, abre una pequeña puerta de "salida de emergencia" y ALLÍ estaba el resto de escaleras, con un cartel en el que habían señalado con fosforito el resto de despachos que había. ULB, je t'aime! Dejé el trabajo en la caja de cartón de la puerta y me sentí un poco como en Pekín express cuando llegan a la meta: mirando alrededor, orgullosa de mí misma, sin saber qué hacer... pensando que había terminado una gymkana.
Al salir del edificio, me llamó Ire que estaba con Paula e Ivo e iban a entregar el trabajo. Fui con ellos para evitar que cayeran en la locura buscando el despacho, aunque Ivo ya se había paseado antes para investigar dónde encontrarlo.
Atardecer desde mi cuarto el otro día.
Tras la gymkana ULBiana y ayudar a algún guiri para que llegaran al despacho, nos fuimos Ire y yo al Matongé a dar una vuelta y a comer. Comimos en el mismo sitio que la otra vez: un restaurante muy barato decorado con muchos colores y pinturas, con las mesas de fuera también pintadas con el mapa de África... muy guay. La diferencia con la otra vez es que esta vez acertamos al pedir: Ire pollo con salsa de cacahuete y yo pollo con salsa de palmito, todo acompañado con arroz muy rico. ¡Qué bieen comimos! Y todo por la friolera del 5.50.
Nos estuvimos imaginando la vida del jefe del restaurante: se fue a África después de dejarlo con su mujer ya que era su sueño de siempre y allí se enamoró de otra. Pero la cosa no funcionó, así que se volvió a Bélgica, no se sabe muy bien porqué. Sus hijos con su mujer europea no le hablan ya que piensan que está loco y él sigue enamorado del país. Pues bien, hasta tal punto llegó nuestra curiosidad que el hombre se nos acercó para preguntarnos cómo iba la cosa y le empezamos a invadir a preguntas. Sólo conseguimos saber que es turco, que lleva aquí desde siempre y que le gusta mucho África por los colores y porque allí saben vivir (sabemos que la historia que nos inventamos es cierta, pero aún no tenemos la suficiente confianza para contárnosla). 
Nos pidió si le podíamos hacer una lista con grupos españoles, ya que van muchos españoles por allí y para ponerlas en el hilo musical. Así que... A partir de hoy, en el Matongé de Bruselas sonará ¡Pereza, los Delinqüentes o la Kinky Beat!
Después de dar una vuelta por el Matongé y ver las tiendas con las telas para hacerse vestidos africanos (si supiera coser... compraría alguna tela para hacer una falda o una camisa bonita), me despedí de Ire hasta la noche y me fui a la Gare Centrale para preguntar qué pasaba con mis billetes a París del día 30 (Ese día hay huelga general y temía por mi viaje). Y allí un chaval muy simpático me confirmó que ese día no había trenes así que tengo dos opciones: o que me reembolsen el dinero o viajar un día más tarde. Aunque aún no tienen las consignas de la huelga y me tengo que volver a pasar el miércoles o el jueves... P.E.R.F.E.C.T.O.
Volví a casa un poco asqueada aunque he encontrado billetes de autobús para el día anterior a la huelga por 28euros, así que a lo mejor los compro.
Y tras yo obligar a Edu a estudiar y él a mi a ir a hacer la compra, salí de nuevo a hacer la compra para algunas cosas que me faltaban. Ahora cortocircuito mental: mi calle suele tener mucho tráfico y movimiento porque digamos que es una calle principal del barrio. Pues bien, estaba cortado por todos lados. ¡Cosa rara! Fui a hacer la compra y al volver me topé con un cámara de televisión y mi calle que seguía cortada y llena de policías como antes... ¿qué habrá pasado? Pues parece ser que nada: sólo vi dos furgonetas limpiando la calle con detergente y todo. ¿Será que es un acto importante?
Volví a casa, recogí y llegó al ratito Sara. Cenamos y estuvimos practicando su francés para su examen oral de mañana y me fui para el centro donde había quedado con Anna, Ire, Alican, Emil y más gente para tomar algo y despedir de paso a Emil. 
El centro estaba lleno de policías también y por lo que pude presenciar, ha tenido que haber un partido entre Marruecos y Turquía y ha ganado Turquía, porque había una gran celebración. 
Pero bueno, nosotros a nuestra bola nos fuimos al Delirium y allí estuvimos un rato. Nos lo pasamos muy bien, nos reímos mucho aunque al final me dio pena despedir a Emil... ¡y eso que tampoco éramos muy íntimos! Pero bueno, eso de decir adiós a las primeras personas que conociste aquí es como entrar en una nueva etapa.

domingo, 22 de enero de 2012

Dimanche. Santa Bata.

Hoy me desperté muuy tarde (la verdad es que estos días de dormir tanto me están gustando, aunque a veces me siento un poco "nini". Pero bueno, ya se acaba porque la semana que viene tengo que hacer cosas).
Ha sido un día de vagueo, de seguir preparando cosas para el viaje, de escuchar música, de... un domingo con todas sus letras y acepciones.


La Comune de Schaerbeek con el árbol de Navidad.

Samedi. KVS.

El sábado amanecí muy tarde... Pero no fui la única porque Sara se acababa de despertar también cuando salí.
Al despertarme tan tarde, me quedé sin mañana así que comí un poco tarde y me puse a hacer cosillas:
Miré el horario de las clases, que me pisan algunas pero a ver si hay solución; me hice la lista de cosas para llevarme a Estambul; me hice un planing de la semana con las cosas que tengo que hacer antes de Estambul... y poco más.
Paula, Ire, Jorge, Virginia y yo.
Me duché y me fui para casa de Irene ya que íbamos a cenar allí. Ya hacemos comidas comunitarias como cuando viene mi abuela a comer a casa: cada uno va aportando cosas y acabamos comiendo de todo. Hicimos típica cena de casa con pan amb tomàquet con fuet, queso, una ensalada... vamos, nos pusimos bien. Después de cenar quedamos con Paula para ir a casa de Jorge y Virginia. Viven en la Place des Martyrs que es, como yo la llamo, la plaza francesa de Bruselas. Los edificios neoclásicos, una plaza muy tranquila con unos banquitos y todo. Hicimos la "fiesta youtube" y después tiramos hacia el KVS, una especie de teatro en el que había una fiesta de flamencos. Era como una especie de festival porque habían muchas salas con distintos ambientes. Estuvo muy bien y nos lo pasamos todos muy bien, nos hartamos de reír.
Debo recordar ese momento en el que Jorge imitó a Marisol cantando la tómbola y lo hacía... ¡igual! Y los subidones al ver el video de "Lonely Boy".
Y nada, en un momento dado nos fuimos a un kebap al lado de la Grand Place y todos a De broukère a coger el primer autobús de la mañana.

sábado, 21 de enero de 2012

Vendredi. Vous aimez le Jazz par hasard?

Viernes por la mañana. Martu se despierta y se va corriendo al banco para cambiar dinero a la lira turca y, al vivir en el barrio turco, se imagina que lo hará en el momento.
Martu llega al banco y se encuentra con un "Désolé". ¡Que no cambian a la moneda turca! ¿Pero qué vergüenza de barrio turco es este? "Pero no pasa nada, puedes cambiarlo directamente allí o pagar con euros, los aceptan".
Martu no se rinde y se acuerda de que Irene está en la ULB así que le pide que pregunte en el banco de allí y efectivamente, le dicen que sí se puede en la oficina del Cimetière d'Ixelles. ¡Así que allí irá Martu el lunes a primera hora de la mañana!


Resto de mañana y principio de tarde: en casa. Viendo un reportaje sobre Estambul, mirando el tiempo porque no dejaba de llover... poco más.


Mitad de tarde: dirección Château du Karreveld con Ire para ir a un concierto de Jazz de un festival llamado "The Blue Flamingo Festival Jazz". Estaba un poco-bastante lejos así que quedamos antes porque contábamos con que nos íbamos a perder un poco. 
Y cuando estamos cerca, un poco perdidas, Irene me dice "¡Gírate!". Por nada del mundo os imagináis el cartel que tenía delante: el barrio en el que estábamos, Koekelberg está hermanado con... ¡Sanlúcar! Sí señor:

Y al poco... llegamos al castillo. Quién diría que en mitad de un barrio que parecía residencial y de casitas caras, te ibas a encontrar un castillo que parecía un trocito de Brugges. (La foto del castillo está buscada por internet porque cuando llegamos era de noche y no pudimos sacar una foto bonita).
El concierto estuvo muy bien, con la magia del jazz que te transporta a otro mundo y te abre la mente... Nunca habíamos estado en un concierto entero de jazz y la verdad es que estábamos un poco en trance, menos por el hecho de que teníamos hambre y la gente comía. De hecho, el concierto era en una sala donde se celebran bodas normalmente y te podías pedir cosas para cenar, y cenabas tranquilamente en una mesa pero claro... caro. Así que nos aguantamos pero no dejábamos de ver a la gente pasar con platos de comida. Y había un aroma a sopa de pescado o algo así por una zona, que lo que hacía más bien es que entrara gula.
El concierto fue largo y el grupo estuvo muy bien, además eran muy simpáticos.
Tuvimos a un admirador que daba bastante asquito porque era como el hermano friki y retrasado de Sheldon de The Big Bang Theory, para que os hagais una idea.
Pero bueno, nos han entrado ganas de ir con más regularidad a conciertos de jazz así que investigaremos en el Café Belga y en el Kafka.


Tras el concierto, nos fuimos a cenar y acabamos en casa de Paula con Jorge y Virginia, echamos un ratito con ellos y nos fuimos cada uno para casa.

jueves, 19 de enero de 2012

La Semaine du Travail.

Esta semana no he estado actualizando porque tampoco ha habido mucho que contar. El lunes lo pasé entero en casa haciendo el trabajo.
El martes iba a ser igual pero hablé con Ire y me fui a comer a su casa, y de allí a la biblioteca. La primera vez que iba a una biblioteca aquí y sin el estrés de "tengo muchos exámenes" sino con la tranquilidad de "tengo el trabajo que va bien". Y cambia mucho la cosa. Estuvimos Ire, Ivo y yo (¡cuantas íes!) y... nos encontramos... a... MAAX. El salía de la biblioteca y nosotros entrábamos después de un descanso y bueno, Ire y yo saltamos sobre él, LITERALMENTE. Saltamos a abrazarlo, nos llamó la atención el bibliotecario porque estábamos hablando alto... Un numerito. Quedamos en que el lunes nos veríamos después de nuestro trabajo y sus exámenes.
El miércoles fue trabajo con Ire en casa, tarde casera en Schaerbeek muy buena y nada... Hoy me he despertado con la lluvia con la que me acosté ayer y tras pasarme la mañana vagueando, me arreglé y me fui por la tarde a despedirme de Maddi que se vuelve mañana por la mañana temprano temprano a Italia... Lo bueno es que volverá en marzo para recoger sus libros de la universidad, que los tengo yo todos ahora en casa. Y bueno, yo iré a Italia también, y ella vendrá a Sevilla cuando yo vuelva.

Dejo un video del propietario de Anna, del loft en el que viven. Es un actor belga, si es que nos juntamos con gente de la élite...
Así veis la casa de la que me he enamorado para vivir en ella y a Patrick, ¡¡que es genial!! El video es de un programa en el que le hicieron una entrevista y presentó su casa. Pero hay muchos más por Youtube, y se ve que también sale en la Wikipedia. Es Patrick Ridremont.


domingo, 15 de enero de 2012

Dimanche: Erasmus 2.0

El domingo me puse el despertador ya que habíamos quedado para ir al Marché de Midi.
Al final acabamos yendo al mercado Ire, Jorge, Ivo, María y yo. Y fuimos cerca de la hora punta en la que ponen las cajas llenas de fruta y verduras a un euro. Nos hartamos de reír, sobretodo con Jorge, que adora los pimientos rojos y luchaba por conseguir una caja llena de pimientos rojos. Acabé con un kilo de lubinas o algo así, que compré a medias con Ivo (2k 5eu), con zanahorias para dar y regalar ya que Ire y yo nos pillamos una caja, con champiñones, plátanos, una cajita de fresas... las empanadillas que siempre me llevo del mercado... ¡y hasta una piña! La compramos Ire y yo a medias para tomarla de postre.
La verdad es que ir con tanta gente al mercado es mejor, sobretodo por el hecho de compartir cajas de lo que sea y eso. Ire tuvo mucha gracia porque decía que le hacía mucha ilusión de hablar de dónde podemos comprar tal producto más barato, o sobre cómo podemos hacer tal plato... cosas de las que no hablamos normalmente con nuestros amigos en nuestras ciudades porque vivimos con nuestros padres. Parecíamos cinco marujas de un lado para otro.

Acabamos con mucha compra pero muy contentos.

Ire se vino a casa y nos hicimos de comer con "productos frescos": una pasta con zanahorias, champiñones, cebolla y le rallamos un poco de queso por encima. Pasamos una tarde muy buena en casa, viendo cómo haríamos el trabajo de Instituciones Europeas (lo acabamos haciendo a sorteo) y hablannndo larrrgo y tendido.
Llegó el momento de despedirnos pero no la dejé huir tan fácilmente... no. Ella se llevaría una de las cuatro lubinas que tenía pero claro, conociéndonos... íbamos a acabar tirándolas porque nos daba pereza/asco limpiarlas así que... nos pusimos manos a la obra. Por dios, qué risa, no podíamos parar de reír con las pintas que teníamos luchando contra ellas. Yo las abría y les sacaba... todo lo que tenían dentro e Ire iba cortándoles las cabezas, enjuagándolas y tal... Hasta que empecé a abrirles la boca y ver cómo se les cambiaba la cara y se les abrían las branquias. ese momento en el nos entró un ataque de risa de "¡Pero qué ascoooo...!" Y nosotras dos que nos queremos ir a África, anda que vamos aviás. Vamos... un numerito las dos partiéndonos de risa. Momento a recordar para el resto de la Erasmus, desde luego.
Y, después de acompañar a Ire a la parada del tram y de tirar los desperdicios del pescado en una papelera de la calle (una cosa es limpiar el pescado y que se te quede el olor en las manos, pero otra cosa es quedarte con la basura en casa hasta el día que nos toca bajar la basura), subí a casa para seguir cosiendo. Me estoy transformando en una señora poco.

Samedi: Invasion!

El sábado NO me puse el despertador. Obviamente, eso quiere decir que amanecí sobre la una de la tarde. Estuve terminando de deshacer un poco la maleta y me fui a hacer la compra, ya que la semana anterior me había estado alimentando de latas de El litoral que traía, de cosas en la uni, de couscous que traje y gracias a la fruta y yogures que me compró Sara.

Me fui a hacer la compra, pero esta vez no al Carrefour sino al Colruyt, una cadena de supermercados flamenca que hay aquí muy barata. Entrar allí y conseguir hacer casi toda la compra fue un poco una odisea.
Primero: estaba lleno de gente a pesar de haber ido a la hora de comer.
Segundo: al ser tipo al por mayor todo está colocado como en un almacén y no encontraba nada. De hecho, la parte de la nevera, es como una gran nevera en la que entras para ir a por los yogures, el queso, la fruta... Pero, a pesar de todo, ¡lo conseguí! Salí con mi compra hecha más contenta que ná.
Llegué a casa y me preparé una hamburguesa que tenía congelada y una ensalada de espinacas (recién compradas).

Después de comer, seguí con mi vena de estas que me dan de sacar todo y hacer limpieza y recoger. Estuve un rato, hasta que tuve que adentrarme en el mundo de las agujas y los hilos vía skype: aprendí a coser con mi madre al otro lado del skype ya que mi nuevo chaquetón tiene unos botones un poco, digamos, inestables. Y ya se me había caído dos y perdido uno de ellos, menos mal que estaba el de repuesto.
Me duché y me fui corriendo ya que había quedado con Ire porque teníamos entradas para una obra en el  Théâtre de Poche. Es una sala de teatro muy bonita, en medio del parque Bois de la Cambre, en plan... a mi me recordó a una cabaña en medio del bosque, porque además llegamos y ya era de noche (llegamos gracias a la ayuda de un gafapasta al que preguntamos y efectivamente iba también para allá y nos guió pero claro, tuvimos que atravesar parte del parque por la noche sin ver nada).  Llegamos y había una antorcha en la puerta para la gente que quisiera fumar supongo, para tener algo de calor. Por dentro era muy bonito, el bar daba la sensación de ser muy familiar y había bastante gente para ver el teatro.
La obra "Invasion!" estuvo G-E-N-I-A-L. Eran cuatro actores que hacían el papel de unos quince personajes distintos (sí, lo he buscado). Todo iba en torno a un nombre "Abulkasem" que empieza con los personajes como si hubieran del S XVIII y Abulkasem es un corsario árabe a ser un nombre que se usaba para todo como sustantivo, vb, adj, como expresión... hasta un chaval que usa el nombre para ligar... hasta como el nombre de un revolucionario terrorista al que todo occidente teme. Denunciaban el mal trato a los inmigrantes, la mala integración, los prejuicios que se tienen... sobretodo a partir del 11S. La verdad es que estuvo genial y creo que para ser una obra modeNna, más o menos se veía bien el mensaje (para los gafapastas supongo que sería obvio pero yo no soy tan inteligente como ellos).
Aparte de la obra que nos gustó un montón, tuvo de todo: momentos de partirnos de risa, pero... partirnos de risa literalmente. De hecho, hubo un momento que yo no podía parar de reír porque había una señora a la que le estaba dando un chungo de la risa. Hubo momentos en los que bailaban, cantaban... pero también momentos serios. La verdad es que chapeau, debo de decir. El mensaje que también dejaban es que "todos somos el Abulkasem de alguien". Salimos del teatro maravilladas y nos dimos cuenta de que las mesas de la entrada del teatro, los árboles de alrededor y la puerta estaba llena de pintadas "On va Abulkasemer" "J'abulkasem" "Abulkasem président""Il faut chercher notre Abulkasem" ... Genial, genial.
Llegué a casa, cené un poco y me puse a leer.

Première Semaine à Bruxelles.

Menuda sensación rara esa de coger el autobús desde el aeropuerto de Bruselas, cambiar al tranvía que coges para ir a la ULB o a visitar a Ire, a Val, a Marco... y sentirte como si no te hubieras ido. Era como volver "a tu otra cosa".
En fin, una odisea de día en el aeropuerto de Bcn (donde llegué a 8h20 y no salió mi avión hasta en teoría 17h30, porque tuvo un poco de retraso). Pero tampoco me importó mucho: estuve estudiando, durmiendo, paseándome... y observando mucho a la gente que iba por allí, cosa que me encanta, sobretodo por la diversidad de un aeropuerto.
Y fue impactante dormirme cuando aún era de día en el avión y despertarme y nada más abrir los ojos toparme con la luna justo enfrente y la oscuridad de la noche.

Llegué a casa y me encontré con la familia, que acababa de dejar al hijo que se iba con el cole a esquiar a Francia. Y meenos mal que me los encontré, porque sin la ayuda de Abdula no sé cómo habría podido subir la maleta que traía.
Reencuentro con Sara, me dio un regalo que dejaron los Reyes Magos en su casa (un reloj muy bonito y una tableta de turrón de chocolate y nueces hecho en su pueblo), cenamos algo y a la cama, porque ella estaba con un resfriado/gripe sin dormir y yo estaba zombie de todo el día.

Al día siguiente, que fue martes, salí de casa para comprar pan e ir al banco. Me pasé el día estudiando, ya que el miércoles empezaba los exámenes. Por la tarde, me pasé por la residencia de María, una granadina que tenía el mismo examen que yo y vive aquí al lado. Estuvimos resolviendo algunas dudas de última hora y poco más.
El martes fue el primer examen "a lo belga". Era con nuestro profe el gracioso. Aquí algunos profesores llevan a unos becarios que son, para que me entendáis, "sus esclavos". Van paseándose por el aula para que la gente no copie y, si quieres preguntarle algo al profesor y éste está en su mesa en ese momento, el becario se te acerca, le dices lo que quieras y hace de mensajero hasta el profesor. Es como tan... pijo.
Lo bueno fue que en mitad del examen, el profesor repartió bombones de chocolate. C-H-O-C-O-L-A-T-E. Imaginaos mi reacción cuando levanto la mirada y me encuentro al profesor dándome un bombón de chocolate. La mayor prueba de amor que me podría hacer.

El resto de semana hasta el viernes pasó igual: estudiando y haciendo exámenes. Viendo a la gente con la que tenía exámenes y ya está. Por suerte, ya terminó lo gordo.

Dejo esta tira cómica que me hizo bastante gracia:


El viernes tras los exámenes, me tomé algo con Ivo por la facultad. 
Hice una visita a Anna y a Maddi, que se han pasado esta semana enclaustradas en casa de Anna. La nueva casa de Anna es chulísima. Me encanta. Vive con un artista, con un actor/director de cine que de hecho cuando estuve, le estaba poniendo música a una película que había hecho/estaba haciendo. Comparte casa también con una húngara muy simpática, y la casa es genial. Muy bohemia, con la entrada empapelada de cómics, la cocina con un pequeño salón delimitado por unas estanterías llenas de libros y pelis; una parte con una mesa donde se puede comer/estudiar; y ya el gran salón digamos con un piano al lado y muchos carteles de películas por allí. Esa zona era como un escenario de película. ¡Muy grande! Y en la parte de arriba, que en medio de sala gran sala hay unas escaleras que llevan arriba, están las habitaciones. Ah, y las puertas de los baños están camuflados en la entrada con la pared empapelada de cómics.
Tras estar un rato con ellas y reencontrarnos después de las Navidades, me fui dirección Flagey donde había quedado con Ire en el Café Belga para tomar un té. Estuvimos de charla hasta tarde, acabamos comprándonos unas frites en el puesto de Flagey y yendo a su casa para cenarlas con unos filetes de salmón que tenía en su casa. De allí, acabamos con Paula e Ivo tomándonos algo por Flagey y pronto a casa porque estábamos todos muy cansados de toda la semana y de lo que aún quedaba.