sábado, 21 de enero de 2012

Vendredi. Vous aimez le Jazz par hasard?

Viernes por la mañana. Martu se despierta y se va corriendo al banco para cambiar dinero a la lira turca y, al vivir en el barrio turco, se imagina que lo hará en el momento.
Martu llega al banco y se encuentra con un "Désolé". ¡Que no cambian a la moneda turca! ¿Pero qué vergüenza de barrio turco es este? "Pero no pasa nada, puedes cambiarlo directamente allí o pagar con euros, los aceptan".
Martu no se rinde y se acuerda de que Irene está en la ULB así que le pide que pregunte en el banco de allí y efectivamente, le dicen que sí se puede en la oficina del Cimetière d'Ixelles. ¡Así que allí irá Martu el lunes a primera hora de la mañana!


Resto de mañana y principio de tarde: en casa. Viendo un reportaje sobre Estambul, mirando el tiempo porque no dejaba de llover... poco más.


Mitad de tarde: dirección Château du Karreveld con Ire para ir a un concierto de Jazz de un festival llamado "The Blue Flamingo Festival Jazz". Estaba un poco-bastante lejos así que quedamos antes porque contábamos con que nos íbamos a perder un poco. 
Y cuando estamos cerca, un poco perdidas, Irene me dice "¡Gírate!". Por nada del mundo os imagináis el cartel que tenía delante: el barrio en el que estábamos, Koekelberg está hermanado con... ¡Sanlúcar! Sí señor:

Y al poco... llegamos al castillo. Quién diría que en mitad de un barrio que parecía residencial y de casitas caras, te ibas a encontrar un castillo que parecía un trocito de Brugges. (La foto del castillo está buscada por internet porque cuando llegamos era de noche y no pudimos sacar una foto bonita).
El concierto estuvo muy bien, con la magia del jazz que te transporta a otro mundo y te abre la mente... Nunca habíamos estado en un concierto entero de jazz y la verdad es que estábamos un poco en trance, menos por el hecho de que teníamos hambre y la gente comía. De hecho, el concierto era en una sala donde se celebran bodas normalmente y te podías pedir cosas para cenar, y cenabas tranquilamente en una mesa pero claro... caro. Así que nos aguantamos pero no dejábamos de ver a la gente pasar con platos de comida. Y había un aroma a sopa de pescado o algo así por una zona, que lo que hacía más bien es que entrara gula.
El concierto fue largo y el grupo estuvo muy bien, además eran muy simpáticos.
Tuvimos a un admirador que daba bastante asquito porque era como el hermano friki y retrasado de Sheldon de The Big Bang Theory, para que os hagais una idea.
Pero bueno, nos han entrado ganas de ir con más regularidad a conciertos de jazz así que investigaremos en el Café Belga y en el Kafka.


Tras el concierto, nos fuimos a cenar y acabamos en casa de Paula con Jorge y Virginia, echamos un ratito con ellos y nos fuimos cada uno para casa.

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