Por cierto, al llegar a la facultad, tuve uno de esos momentos en los que si hubiera salido realmente bien, hubiera sido escena de película americana: me bajé del tranvía y en la parada faltaba un cristal que se habría roto, no levanté del todo el pié y me comí parte de la base. Así que ahí iba Martu evitando un gran jardazo con varios pasos que iban progresivamente más al suelo... No sé cómo no me caí al final, de verdad. Mi reacción fue mi famoso "Uhhh!" y me puse a reírme ya que había gente medio riéndose también. Porque no me podía tropezar en otro sitio si no es en la puerta del campus de la universidad con todo el mundo delante.
Luego a casa a hacer cosas de la universidad muy descansada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario