miércoles, 23 de mayo de 2012

La última semana de clase en la ULB.

El lunes (07/05) por la mañana quedé con Abdala para ir a la biblioteca, así empezaba la última semana de clase en Bruselas (da miedo decirlo así). Llegué a las nueve de la mañana y el campus parecía una batalla campal por ver quién llegaba antes a la biblioteca a coger sitio. Menos mal que Abdala me tenía cogido uno a mi, porque para intensos, él!
Después de darle duro a gramática, quedé con los de mi grupo del trabajo de sociolingüística (el famoso trabajo que tendríamos que haber presentado hace casi un mes pero se nos colaron unas belguitas, sí, ¡ese!). Tras ensayar la presentación, modificar unas cosas y reírnos un rato, me fui para las clases de ese día. La verdad es que me dio pena terminar las clases de inglés porque el profesor es muy gracioso. Típico british que se parece a Barney Stinson pero en feo. ¡Me lo llevaría a Sevilla!
Antes de llegar a casa, me pasé por la tienda que hay debajo de casa de alimentación. Son esas tiendas típicas de aquí que tiene un poco de todo y mucha fruta y verdura fresca, están abiertas hasta los domingos y cierran un poco tarde, para ser Bélgica (o al menos eso me parece a mi... A lo mejor cambian el horario dependiendo del día). ¿El problema? Que te la suelen clavar y te sientes un poco en Marruecos/Turquía (dependiendo de tu barrio). Pero bueno, a veces me gusta comprar allí porque, aparte de que está justo debajo de casa, lo que compras suele estar fresco y rico (dentro de lo que cabe al estar en Bélgica).
Me subi para casa y me puse a estudiar y a prepararme la presentación para el día siguiente. Y me acosté pronto porque al día siguiente teníamos la presentación y la clase empezaba a las 8h. (Eso se supone salir de casa sobre 7h15 así que despertarme a 6h45...)


Cartel en La fleur en papier doré.

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