Esa semana comencé de nuevo las clases así que el lunes me fui para la facultad, y cuando llegué a casa esperé a que ¡Berta llegara! En cuanto vino dejamos las cosas y nos fuimos al Carrefour a hacer la compra para las comidas de esos días juntas. Nota mental: no ir de compras teniendo hambre y si tu amiga también es adicta al queso.
Volvimos a casa, hicimos una crema de calabacines (acompañada de queso) y estuvimos de cháchara.
El martes yo tenía clase así que Berta se quedó en casa estudiando y comiendo mientras que yo estaba en la universidad. Cuando llegué, nos fuimos a dar una vuelta por el centro. Hicimos Mont des Arts, Grand Place, Manneken Pis, zona del Sablon y mirador de Poelaert desde donde se ve toda Bruselas. Para recompensarnos por el paseo hecho, nos compramos unas frites a medio camino (ñam).
Al día siguiente por la mañana nos fuimos a la zona del Atomium, ya que no lo había visto la otra vez, y aprovechamos para ir también al Jardín Japonés que se hizo por la exposición universal de Bruselas. Nos gustó mucho, yo no había estado aún, y la verdad es que los edificios eran muy muy bonitos.
Como el tiempo estaba cada vez peor (frío y lluvia) nos fuimos a casa a preparar la comida (Berta se inventó un plato de pasta con queso muy rico) y nos pasamos tooda la tarde en casa haciendo un poco el tonto con fotos y gran parte de ella metidas en la cama. Como os podéis dar cuenta, fueron más bien unos días de estar juntas y no de hacer mucho turismo, pero fueron geniales.
Para terminar, esa noche nos pusimos otra película. Yo a la mañana siguiente me fui a clase, llegué a casa a recoger a Berta, fuimos al centro a comprar chocolates para llevar (por supuesto, como Berta se iba hacía sol y muy buen tiempo) y nos despedimos ya hasta verano seguramente...
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