domingo, 6 de noviembre de 2011

Jeudi: 4h de clase nunca fueron buenas.

El jueves cuando me sonó el despertador me pensé que era una broma, por error... pero no. Llegué a la facultad, que estaba vacía, y a comenzar con las cuatro horas de clase de gramática. Menos mal que es algo que me gusta y que estaba con Lucía en clase que nos reímos en los pequeños descansos que hicimos pero vamos... a la tercera hora ya estaba un poco desesperada.
Después de clase quedé con Maddi para comer por allí. Probé los famosos tarros de pasta de la facultad por fin. Son unos tarros de cuatro euros de pasta recién hecha a la que decides qué salsa ponerles y la verdad es que hay mucha para el precio y está bien para de vez en cuando como el otro día.
Terminando de comer nos encontramos con Mina, que es una italiana muy peculiar. Es muy graciosa, da la sensación de que está un poco pirada por las pintas, el pelo tan largo y tan "desastroso" y la cara tan graciosa que tiene. Además, es la típica italiana que dice "Maaamma mía!", cosa que me hace bastante gracia. Nos estuvo contando que se fue a darle una sorpresa a una amiga suya que está de Erasmus en España pero que cuando llegó resultaba que su amiga se iba a Madrid y prácticamente no se pudieron ver. Vamos, que la sorpresa se le fue lo que viene siendo por ahí. Pero ella aprovechó y se hizo un recorrido por España sola, OLE AHÍ.

Antes de volver a casa me pasé por el Carrefour para comprar un poco de bouffe y nada, al volver me duché y nada más salir de la ducha me avisó Pau para que fuera a la Place de Luxembourg a tomar algo con él y sus amigos del stage.
Estuvimos con una manada de catalanes, porque los catalanes vienen por manadas, muy simpáticos. Pasamos un buen rato. De ahí fuimos a casa de Ire que está justo al lado para cenar y salir luego al centro que se supone que había fiesta Erasmus.


Al final la cosa no salió muy bien porque realmente no había fiesta Erasmus y acabamos Ivo y yo con un grupo de españoles que conocía más o menos de vista o de haber hablado con alguno algún día.
Problema: a no sé qué hora de la noche, Ivo busca sus llaves y no las encuentra. Bien Ivo, te dejaste un poco de tu sabiduría en casa de Ire.
Así que como no se iba a quedar en la calle y yo necesitaba un guardaespaldas para volver a casa ya que la mayoría vivían por Ixelles, se quedó en casa.
Llegué a casa cual zombie ya que me pesaban las cuatro horas de clase y el no parar, algo muy típico aquí. Encima, a la mañana siguiente había quedado con Maddi.

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