miércoles, 16 de noviembre de 2011

Voyage à Paris :)

El viaje a París comenzó el viernes a 6h como el mercadillo de mi barrio. Fui para la Gare du Nord y esperé allí a Maddi en la parte de la compañía del bus.
Y... ¡¡por fin!! Nos subimos en el bus con destino... ¡¡París!!
Y allí, en la Gare Gallieni esperamos a mi querida Berta. Vimos como la chica de los baños (que era simpática pero borde a la vez, sobretodo si no le pagabas) tenía una alfombra entonces los musulmanes, a la hora de rezar, se la iban pidiendo, la sacaban, la dirigían a la Meca, y se ponían a rezar ahí, en la estación. Fue bastante curioso. El reencuentro con Berta fue como todos los que nos conocéis os lo imagináis: grititos y saltos. Sobretodo porque me llama y me dice "Ya estoy aquí" y allí... no estaba. Resulta que estaba en otra salida del metro por lo que nos entró un ataque de risa tipo "No me puedo creer que ya nos hayamos perdido...".
Nos fuimos a su casa para dejar las cosas y dirigirnos a ... ¡¡Montmatre!! El piso de Berta está genial y las paredes son muy típicas con papel pegado de flores tipo Amélie.
Cogimos el metro, una línea que es como el de Sevilla medio externo medio interno, miramos hacia nuestra derecha y ¡nos topamos de frente con la Tour Eiffel! De nuevo esas cosquillas en la barriga como la primera vez hace séis años.
Llegamos a la parte de Montmatre y el Sacré Coeur y estuvimos paseando como pudimos por allí entre tanto gentío. Vimos el Carrusel de Amélie, el Lapin Agile donde fuimos con el cale, la place des peintres, pasamos por los negros de las pulseras satisfactoriamente y comimos... ¡Adivinad! Crêpes! Un crêpe salado de jamón de york y queso máás rico...


Nos perdimos bastante por Montmatre y acabamos no sabemos por dónde desde donde cogimos un autobús para ir a Pigalle a ver el Moulin Rouge y el Café de Amélie. Después de pasear y perdernos un poco de nuevo, fuimos hacia Notre-Dame y el Quartier Latin, que ha sido la parte que más me ha gustado de todas. Por esa zona, y el boulevard Saint-Germain, ¡hay un montón de librerías y cosas de segunda mano! Un amigo de Maddi que venía con nosotras, nos llevó a una minilibrería que se llamaba "La librairie Canadienne" entera lleeeeena de libros: pero unas pilas de libros por el suelo enoormes, me quedé medioencajada en una parte por la mochila, ¡genial! Y entre una pila de libros, tenían una tetera para servirte té por si querías.  
 Por el Quartier Latin nos pedimos... otra crêpe, pero esta vez sucré: de nutella. Madre mía, qué cosa más rica.

De allí nos fuimos hacia casa de un amigo de Berta con sus compañeras de piso. Estuvimos un rato por allí riéndonos un montón (hay una compañera de Berta en especial con la que te partes) y nos volvimos a casa temprano porque estábamos reventadas del día, el viaje... 

El sábado por la mañana nos despertamos para ir al Marché aux Puces. Es ENORME y de hecho, llegas y parece un simple mercadillo hippie como los de la Plaza del Duque. Tienes que buscar la parte de la Brocante, de las antigüedades y cosas de segunda mano lo que pasa es que... parecía más bien un centro comercial: todo era carísimo, había puestos en los que no podías hacer fotos o tocar... todo demasiado... falso, o al menos eso me pareció a mi. Me gusta más el ambiente del de Bruselas, la verdad. Nos lo recorrimos de arriba a abajo, comimos una crêpe de pie por allí paseando y cuando nos alejamos un poco y nos perdimos un poco por esa zona desconocida de París, decidimos ir al Louvre.


Había muchísima gente, ¡el Louvre parecía un centro comercial de la de gente que había! Pero bueno, más o menos pudimos ver lo que íbamos buscando: las esculturas clásicas y una zona de pintura. Pasamos también por la parte de Arte Africano y nos sentamos en unos sofás que había con unas aplicaciones electrónicas para niños o algo... estuvimos allí unos diez minutos recuperando fuerzas y seguimos.
Del Louvre nos fuimos a Notre-Dame para entrar y pasear por el Quartier Latin de nuevo y por les Quais de la Seine. Se unieron a nosotras sus compañeras de piso y otro amigo, Emre, que es genial. Nos compramos un café (yo, por supuesto, chocolat chaud) y nos fuimos aux Quais a tomárnoslo, con Notre-Dame enfrente, caasi nada. Después de poder sentarnos durante más de diez minutos y descansar después de toodo el día (Maddi, Berta y yo íbamos como zombies) nos fuimos a cenar por el barrio latino. Acabamos en un restaurante italiano donde nos salío 9euros el menú que estaba bastante bien. A todo esto... Berta y yo con un pavo de los grandes, supongo que consecuencia de no vernos en tanto tiempo.
De allí fuimos a casa de un amigo de Emre y de Berta llena de franceses. Lo malo es que estábamos reventadas... así que en un momento en el que una amiga de Berta dijo que se volvía a casa, Maddi y yo nos volvimos también. Eso sí, psamos un buen rato riéndonos un montón.

El domingo lo hicimos más tranquilo... dejamos dormir a Berta un poco porque la pobre estaba muy cansada, compramos Spaghettis con salsa pesto para comer en casa, y nos fuimos a visitar el Panteón, que nos gustó mucho. Vimos dentro las tumbas de Diderot, Rousseau, Voltaire, Victor Hugo, Dumas, Los Curie, Braille... Bastante impresionante. Además el panteón por dentro es precioso.
Nos volvimos a casa, comimos, estuvimos en casa descansando y salimos hacia la Tour Eiffel, Champ de Mars, Trocarédo y el École Militaire.


Pero hacía un fríiiio... Parece que había llegado sin avisar. Después de estar por allí paseando, nos fuimos para casa a ver qué preparábamos de cena porque se venían algunos amigos de Berta a cenar, y nos queríamos acostar temprano porque al día siguiente teníamos que salir de casa a 6h y después en Bruselas hacer un montón de cosas. La cena estuvo bien y nos hartamos de reír con Emre.
Nos acostamos todas al final un poco tarde y nada, a la mañana siguiente Berta se despertó con nosotras para despedirnos. Dormimos juntas en la habitación doble en la cama de matrimonio, como cuando estvumos con la clase, haha como dos enamoradas.
Maddi y yo nos cogimos los metros atravesando todo París hasta llegar de nuevo a la Gare Gallieni para coger el autobús de vuelta que tardó un poco más porque se paró en Lille (¡llegaba hasta Estocolmo creo!). Momento de risa para mi y asqueroso para Maddi cuando quiso entrar en el baño del autobús, porque no hicimos paradas excepto la de Lille y para que subiera más gente. Se ve que estaba asqueroooso, y que alguien vomitó... y encima estábamos sentadas al lado así que en un momento en el que nos despertamos (o al menos yo... me desperté un poco) iba viendo cómo cambiaba la cara de la gente al querer entrar en el baño y encontrarse el pastel, qué ajjjjjjco.

En fin, ¡un fin de semana muy bonito en París!

2 comentarios:

  1. Qué bonito es por la noche!

    Nunca he ido al Marché aux Puces pero nunca me ha dado mucha gana la verdad, es que me imaginaba que iba a ser asi, muy turistico... la proxima vez iré a la parte de las librerias de segunda mano entonces :D

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  2. sí... la verdad es que a mi me defraudó!
    martu.

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