jueves, 1 de diciembre de 2011

Mardi: journée dure avec une bonne fin.

El martes, tras las dos primeras horas de alemán (creo que ya lo he comentado pero de las cuatro horas, sólo tenemos descanso a las dos para cambiar de edificio) iba yo con Ivo en plan PAVOS riéndonos por el cacao mental del alemán y cuando levanto la vista, casi me choco con Marco. Tras otro ataque de risa y pavo, quedamos en que nos veríamos un rato cuando yo acabara las clases.
A todo esto, parecerá que os estoy hablando de una hora normal pero no, os hablo de las 10h, hora que para nosotros ya es como mitad de la mañana ya que nos despertamos a las séis y pico o siete para la clase de las ocho. Siento repetir tanto lo de madrugar pero para mi es... duro.

En fin, tras las dos siguientes horas con nuestra profe alemana que es muy graciosa pero que va atodahostia, nos fuimos a nuestra "querida" clase de Instituciones Europeas.
Decidí que iba a hacer un libro llamado "Las mañanas con Ivo" porque nos pasamos todas las mañanas de los martes juntos y pasamos de la evolución de estar dormidos, a despiertos, a con la cara descompuesta por la clase de alemán, a tener sueño en Instituciones Europeas, a comprar algo para comer rápido para los descansos...
Y en clase de alemán me volvió a pasar algo que me ocurrió hace poco y es que un chaval sabía quién era yo, pero yo no sabía quién era él... porque... no lo sé, una chica de clase de alemán le había hablado de mi y al sentarse al lado de mi me soltó "Tú eres Marta, ¿no?".
Pero lo peor fue con la chica italiana del Carrefour que me dijo que me conocía por la gente pero yo a ella... no. En fin, Bruselas parece a veces Sevilla.

Y tras la clase de Grammaire Comparée con nuestro gran profesor que nos cambia los esquemas de todo y estamos dando unos análisis sintácticos RAROS RAROS... me fui dando un paseo hasta casa de Marco para que me diera el aire fresco ( y taaaaan fresco) en la cara.
Íbamos a ir al Mercado de Navidad con Max o Irene pero al final... pereza y nos quedamos en su kot como siempre: en la cocina y de vez en cuando vienen sus colocs a hacernos visitas. Comimos Mousse de chocolat que había hecho el día anterior con Rus, ñaaaaaaaaam ñaaaaaaaaaaaaaaaaaam. Y también hicieron galletas con crema de cacahuete... raras pero ricas.


Estuvimos también un buen rato con Marie, una belga que vive con él que es supergraciosa porque da la impresión de que está siempre en las nubes, en su mundo. Estudia arte y se especializa en la pintura: me enseñó algunas cosas hechas por ellas y (según mi punto de vista de intentar hacer un pájaro y que la gente se piense de todo menos un pájaro) ¡son muy buenos! Es de origen asiático y en su cuarto tiene un biombo muy chulo! No sé si es casualidad que lo tenga o es simplemente porque le gusta... Algún día le preguntaré.
Estuvimos también con el gran ¡Patrick!


¡Hacía tiempo que no lo veía! La verdad es que en su casa es muy divertido porque de vez en cuando aparecen los compañeros de piso, y son todos muy muy simpáticos. Aunque creo que a veces debe de ser un rollo... no sé, es vivir en un sitio totalmente diferente al mío. Lo bueno es que se lleven todos tan bien y al ser de distintos países (aunque la mayoría españoles...) organizan de vez en cuando cenas todos juntos y hacen platos típicos de cada país y eso.

En fin, un martes muy completito.

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