jueves, 1 de diciembre de 2011

Lundi: une nouvelle semaine.

El lunes empezó como una mala semana: salgo para coger el tranvía y me veo a tres tranvías parados en las vías y mucho tráfico "uh... esto pinta mal". Me hice amiga de una negrita tipo Mamadou del barrio que hablaba mucho, grande y que se movía mucho y fuimos a investigar qué pasaba: un autobús averiado que impedía pasar a los tranvías por lo que se estaba montando el atasco. P E R F E C T O. Así que mi nueva amiga, que también iba a la facultad, y yo nos fuimos en busca de otro tranvía que también para en la facultad. El problema es que dicho tranvía casi siempre te deja en mitad de camino y tienes que esperar al siguiente y fue efectivamente lo que pasaba con casi todos los tranvías de por la mañana. Pensamos en ir hasta el metro y hacer transbordo después en autobús... O en última instancia, cogernos dos autobuses.
En fin, entre paseo y paseo viendo qué hacíamos, volvimos a la parada y sorprendentemente, ¡los tranvías habían desaparecido! Eso significaba que estaría todo arreglado. El problema fue que el siguiente tranvía llegó... bastante tiempo después. El caso es que llegué a clase en vez de a las diez, a las once menos cuarto. Bueno... no está mal, ¿no? Al menos las clases son de dos horas.

Menos mal que en esa clase está Mirka y me dejó los apuntes de la primera hora.
La clase de Sociolingüística me pareció bastante curiosa porque pasamos de llevar varias semanas de teoría y tal... a empezar a ver cosas más curiosas. La clase del lunes estuvo dedicada a los insultos: los insultos que se dicen las mujeres entre ellas, los que dice un hombre a una mujer, quién puede insultar, si está bien visto que una mujer insulte en público...
Muy curioso, sí señor.

Después de clase fui con Maddi a apuntarnos para la excursión a Lille con el Express ULB Erasmus, comimos y luego nos tomamos un café con Mirka, que era su cumple y me dijo de quedar para tomar algo. Pasamos un buen rato juntas, la verdad es que Mirka no es la típica eslovaca que nos imaginamos sino que tiene un carácter muy nuestro, digamos. De hecho, la gente piensa que es española o italiana por la forma de ser tan abierta y calurosa.
Tras un café "entre chicas" Mirka se fue a clase y Maddi normalmente tenía también peeeeeeeeeeeero... acabamos yendo al centro a una tienda de Livres d'occasion: ¡toma! sto male! La cosa es que llevaba varios días con mono de leer algo que no fuera lectura obligatoria de teatro para la universidad y claro, aquí no es como Sevilla que bajo a la biblioteca o lo que sea... Así que acabé con tres libros a un módico precio de 11euros en total. ¡Bieeen!

Una vez con las pilas lectoras cargadas y habiendo pasado MUCHO tiempo en la librería (escena: bolso en el suelo y subiéndonos en el taburete para llegar más alto, sacando libros de todos lados...) nos fuimos para casa ya que yo me tenía que duchar y lavar el pelo antes dee... ¡¡soirée d'Arancinis!! ñam ñam ñam.


Anna me prometió hacerme Arancinis así que aprovechando que estaba su amigo Marco, se pusieron manos a la obra y prepararon una cena a la siciliana con MUCHOS Arancinis.
Así que estuvimos allí en su casa, pasando un buen rato hablando medio en francés, español et italiano y me volví a casa para coger el último tranvía porque al día siguiente tocaba día de ocho horas de clase...

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