martes, 6 de diciembre de 2011

Samedi: Daytrip to Lille.

El sábado hacía un día perfecto para irnos de excursión: llovía, hacía viento y frío. TOMA YA. Tras asaltarnos Maddi y yo de mensajes porque no sabíamos si íbamos a llegar a tiempo (vivement les textos gratuits), llegué a la Gare Centrale y comprobé que la hora de encuentro era 45min antes de que saliera el  tren, por lo que Maddi iba a llegar a tiempo.
Por allí estaban Sara y Andreia, Alican, Stephanie y muchos más erasmus... El tren llegó con retraso y como teníamos que cambiar, nos quedamos una hora en Tournai esperando al siguiente pero bueno, aprovechamos para comer algo. ¡Invadimos la pequeña estación de tren!
Ya en Lille fuimos a una exposición muy rara del Centre National des arts plastiques. Era este tipo de arte moderno que critica a la sociedad por medio de una composición extraña o un simple cuadro negro.
Lo más guay fue una sala muy extraña con poca luz y sofás puestos tipo bar antiguo y una figura de la manzana dentro del sombrero de Magritte (Bruxelles siempre presente).


De ahí nos fuimos Maddi y yo a por comida y ... ¡sorpresa! En el tren viniendo para acá me acordé de Helder y pensé "Sería un puntazo encontrármelo". Pues ea, ¡por pensarlo! De pronto veo una espalda que me resulta muy familiar y efectivamente, era él. Buenísima nuestra reacción de "¿¿Pero pero peeero...??".
En fin, Maddi y yo nos fuimos al centro para buscar el ¡Mercadillo Navideño! La verdad es que el mercadillo era de todo menos navideño. Bueno, tenía puestos de Navidad (de comida) pero de decoración de Navidad creo que sólo uno... el resto era de comida y típicos puestos de la Feria de las Naciones en Sevilla. Decepcionó un poco, porque además había muchísima gente, pero bueno, al menos estuvo curioso. Québec tenía su propio puesto con productos nacionales, su banderita... muy gracioso.
Después dimos un paseo por el centro de Lille perdiéndonos un poco ya que teníamos dos o tres horas y no nos queríamos mover mucho del centro (aunque con lo pequeña que es... creo que nos hubiera dado tiempo).
La ciudad me gustó lo que pasa es que es muy "belga" así que tampoco es que nos impresionara mucho. Bonita, pero tampoco algo espectacular. La Catedral es rarísima porque por fuera, la entrada es moderna (supongo que a causa de algún desastre, espero que no haya sido a propósito).
Después de pasearnos y ver las plazas principales, nos tomamos un chocolat chaud en Paul y nos fuimos para la estación donde nos volvimos a encontrar con todo el mundo.

A la vuelta, nos quedamos por el centro para ver el espectáculo de las luces con Elise, una belguita, y dos amigas suyas. Elise es simpatiquísima, estuvo de Erasmus en Granada y nos conocimos en la puerta de la clase de portugués a la que nunca fui. Y tras varias semanas intentando quedar, ¡lo conseguimos!
El espectáculo me gustó más que el del sábado pasado, la música y las luces eran más bonitas... Ambiente navideño bonito en la Grand Place.
Tras el espectáculo y congelarnos un poco, nos fuimos al Roy des Belges a tomarnos algo y de ahí cambiamos a otro bar pero la verdad, Maddi y yo queríamos coger el último tranvía así que al cambiar y ser inundadas por una marabunta de italianos que se nos unieron, nos fuimos a buscar al nonante deux.

No hay comentarios:

Publicar un comentario