La lavandería. |
Ya en la lavandería les decía a la gente se echaban todas las monedas que tenían en los monederos que no hacía falta, que iba mal. Así me hice amiga de una abuelita turca y de una señora que me dio un poco de las barritas estas energéticas de cereales a la que la máquina le había dado el cambio de diez euros en monedas de 10 céntimos...
Secadora: tuve que esperar un poco y la máquina del dinero decidió no dar cambio e incluso ni aceptar billetes. Me veis rodeada de turcos, marroquíes y rumanos con un "francés" difícil de comprender diciendo "pues habrá que llamar al técnico" y de pronto, veo como todos se giran hacia mí lentamente... Sí, tuve que llamar yo. Estuvimos esperando bastante para que llegara y esperar a que arreglara aquello para que nos diera el cambio (la máquina se comió dos euros míos). Pero gracias a una señora que empezó a agobiarle, nos dio el dinero que nos debía y nos fuimos los que podíamos.
Resultado: tenía el tiempo justo para comer e irme a la universidad.
En la uni tuve alemán, el caos de siempre, e inglés, que me gustó mucho la clase porque no somos muchos y hablamos mucho. El profesor es Barney Stinson en británico y feillo, y hay una chica que es como Bebe y de hecho, es española también. Hubo un ambiente muy bueno.
Al salir de clase, me pasé por la biblio donde estaban Abdala y Pedro porque tenían un examen y nos pasamos un rato hablando y partiéndonos de risa con Pedro, que tiene unos puntos buenísimos.
Vuelta a casa para hacer alemán y cenar con Sara.
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