La VERDADERA nieve en Estambul. |
En fin, después de esa mañana tan peculiar, me fui para clase. Me compré pasta que me tomé esperando en la puerta de clase de alemán. Salí contenta de la clase: me enteré bien ese día de todo. Además, Alessio, un italiano con el que estoy en esa clase, se rió bastante cuando saqué: los apuntes, los ejercicios, el libro, una pequeña gramática y el diccionario. Me dijo que se notaba que estaba motivada con la asignatura con su expresión tan graciosa.
De alemán a inglés, donde estuvimos hablando de la globalización y nos reímos bastante con el profesor. Quería que leyéramos en voz alta pero al final acabó leyendo él con un resignado "Why am I doing that??". El pobre...
Y cuando acabó la clase hice una estupidez: cogí el tranvía pensando que me iba a dar tiempo a llegar a la Rue Neuve para comprarle a Sara unos cascos para que se los llevara a Marruecos, antes de que ella se fuera. Y como Bruselas estaba de mi parte, hubo un accidente de coche o algo así pasada una parada de la de casa y el tranvía no avanzaba más. Estuve esperando un rato pero viendo que ya había cola de tranvía y viendo la hora... me fui para casa. ¡Menudo fracaso de misión! Al menos, le dejé mis cascos...
Ya en casa me puse a hacer cosas de la facultad y a cenarr.
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