sábado, 29 de octubre de 2011

Mercredi: cumple de Pauuuuu.

El miércoles por la mañana quedé con Maddi para ir a ver algunas tiendas por la Porte de Namur (calle de tiendas).
Nos dimos cuenta de que teníamos cada una un problema: ella con todo lo que sea cremas corporales y yo con los básicos del HyM. Oh my godd... Me compré una especie de vestido negro básico sencillo tipo... camiseta larga y un jersey de cuello vuelto pero caído negro que me sirve también como vestido en un momento dado... ¡Ah! Y una lima para la uñas. ¡¡La necesitaba!!
Pero tuve otra de mis cagadas: no me traje pintauñas por no ocupar espacio y aquí no me compré por el gasto de pintauñas + quitaesmalte. Pues bien, en una tienda de cosméticos no se me ocurre otra cosa que probarme dos pintauñas en mi uña del dedo gordo. Res
ultado: tengo el dedo gordo medio pintado de dos colores distintos y no me lo puedo quitar porque claro está... no tengo quitaesmalte.
Episodio guetto: al lado de esa zona comienza el Matongé, el barrio del Congo. Pues bien, entramos en una especie de galerías que, ya dentro, nos dimos cuenta de que parecía un guetto de negratas donde de hecho éramos las únicas personas con la piel de color cerdo.
Era todo para ellos: hasta había una tienda de cosméticos donde vendían crema para... ¡aclarar la piel! ¡Y nosotros comprándonos crema para oscurecer! Vaya tela...

Bueno, tras esa bonita mañana, ella se fue para la facultad a estudiar y yo a casa a hacerme de comer y a pasar apuntes.
Obviamente, no hay mucho que comentar sobre la tarde en casa estudiando. Lo único, que como era el cumple de Pau (¡¡¡¡compañerouuuu!!!!)... me pasé todo el día mandándole sms de felicitación, ¡vivan los sms gratis! Aunque no creo que él piense lo mismo después de recibir no sé cuántos sms de "¡felicidades!".


Por la tarde noche me fui para casa de Pau a cenar con él por su cumple y de paso a conocer su pisito donde aún no había estado.
La verdad es que el piso está muy muy bien y es genial eso de que tenga dentro de la habitación la ducha y una pequeña cocina para hacerse el desayuno. Genial para gente vaga como nosotros, quiero decir. Estuvimos hablando por skype y soplando velas vía internet.
Pasamos un buen rato de "hermanos" y me volví a casa antes de que se acabaran los autobuses, no vaya a ser que me pasara lo de siempre (bueno... lo del otro día).

Llegué a casa y me acosté pronto ya que al día siguiente tenía clase a 8h...

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