martes, 25 de octubre de 2011

Mercredi: Avant le Départ.

El miércoles por la mañana me desperté con muchas cosas en la cabeza por hacer pero claro está que no hice casi ninguna. Fue una pena porque tuvo lugar la Journée de l'Europe y había montado un tinglado en la universidad por países y tal, pero bueno.
Me quedé en casa viendo qué me llevaba a Riga (máxima de 8grados), tenía que ir a imprimir el billete, a sacar dinero... En fin: los preparativos. Encima me puse a ver para ir al aeropuerto y me equivoqué con los horarios por lo que el último autobús para el aeropuerto salía a 20h30 y no a 23h30. Sino... a coger el primero a 4h.
Entretanto, Abdala sin saldo y en clase escribiéndome por el Facebook... En fin. Decidimos coger el último autobús y pasar la noche en el aeropuerto.
A todo esto, el día era de los feos feos porque de vez en cuando caía una tormenta, sino chispeaba... El día perfecto para meterse dentro de la cama y ver una peli con un colacao calentito... ¡ummmm! Y tengo que contar mi momento de pardez/paletismo al no conocer la nieve/ansia de nieve: de pronto oigo "plop plop plop" y pienso "vaya lluvia rara...". Miro por mi ventana y como es buhardilla... veo que es como un granizo pequeño. Me acerco y pienso "¿pero esto es nieve?". Parecía copitos de nieve pequeños, porque además resvalaban poco a poco por la ventana. No podía serlo porque no hacía tanto frío pero... lo parecía.
En fin, me tenéis que ver media hora mirando eso, oyendo el "plop plop" sin saber qué hacer. Cogí el ordenador y hablé por el Facebook con Max: efectivamente, era granizo. Y, perdonadme por la expresión, pero un granizo maricón. Vamos a ver... ¡¡En Sevilla cuando graniza tiemblan hasta las piedras!! Pero no ese granizo que ni hacía daño, ¿dónde está entonces la gracia del granizo?
A pesar de saber que era granizo, me llevé un buen rato mirándolo, incluso le hice una foto:


Otro momento importante del día fue que hice mi primera crema de calabacines. No me salió tan buena como la de mi madre, obbbvvvviamente, pero oye... tampoco estaba muy mala. A mi de hecho me gustó pero claro, nos suele gustar lo que cocinamos. A todo esto, terminando de hacerla, Abdala y yo decidimos pasar la noche en Charleroi así que me sobró como casi toda, que se la dejé a Sara para que cenara algo calentito aquella noche.
Salí a imprimir el billete al ciber más guarro del mundo pero no me tocó en el ordenador del teclado negro. Bueno, sí, era negro pero porque de fábrica tenía ese color, no porque estaba teñido. De allí al banco y al Carrefour a comprar cosillas que me faltaban. En ese paseíto vi como 3 cibercafés más por aquí, tendré q investigarlos (nota mental).
En el Carrefour me llevé no sé cuánto tiempo, para salir con tres cosas y galletas. Tenía un antojo de galletas de chocolate bastante grande.
Llegué a casa, terminé la maleta y me fui corriendo a la Gare du midi donde había quedado con Abdala.
La noche en Charleroi se pasó bien: a partir de 1h, el aeropuerto se convirtió en un pequeño salón/albergue donde había gente que iba preparadísima para dormir en el suelo. Conocimos a un español muy pesado que vivía en Lyon y se iba a pasar unos días a Portugal... blablablablaaa...
Yo dormí poquísimo... donde realmente dormí fue una vez pasado el control, en los asientos de las puertas de embarques porque son mucho más cómodos.
Ya en la puerta de embarque al observar a la gente que se montaba en el avión me empecé a dar cuenta de que íbamos a un sitio muuy lejos donde la gente era totalmente distinta a lo que estamos acostumbrados a conocer, pero eso era un problema de la Martu del futuro. La Martu de ese momento sólo pensaba en dormir en el avión...

1 comentario:

  1. La photo est exceptionnelle :D

    Sera que sobrara crema de calabacin el jueves por la noche ? XD

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